Solemnidad de San Pedro y San Pablo

Carta pastoral semanal de Mons. José Manuel Lorca Planes, Obispo de Cartagena, en el Domingo de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo.

En la solemnidad de San Pedro y San Pablo, columnas de la Iglesia, celebramos el día del Papa. Ha sido el mismo Jesús el que ha puesto a Pedro para apacentar su rebaño. Las palabras del Señor son graves, solemnes y contundentes: «Y yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella» (Mt 16,18). Jesús nombra a Pedro como máximo responsable de su Iglesia, y le da el poder de interpretar auténticamente la ley divina, es la cabeza de los apóstoles. En el Concilio Vaticano I se decía que «quién quiera que sea el que suceda a Pedro en esta Cátedra, ése, según la institución de Cristo mismo, obtiene el Primado de Pedro sobre la Iglesia universal». Nuestro Papa Francisco hace las veces de Cristo y le queremos y le escuchamos, porque en su voz estamos escuchando a Cristo. Con una expresión más dulce y más bella, llena de sentido, Santa Catalina de Siena le llamaba al Papa: «el dulce Cristo en la tierra».

En este domingo podemos elevar una oración especial por nuestro Papa Francisco, para que Dios le siga dando fortaleza y santidad en su vida entregada por la unidad de la Iglesia. Él es un referente para el mundo de la alegría del Evangelio y nos va abriendo caminos nuevos y apasionantes para encontrarnos con Cristo vivo, que nos libera del pecado, de la tristeza, del vacío interior y del aislamiento. La fidelidad al Papa nos obliga a seguir sus palabras, leer sus escritos y documentos y comentarlos con los demás, ofrecerlos a los amigos y conocidos, que lleguen a todos los rincones de la tierra, sin deformarlos, para que muchos desorientados puedan ver la luz, el camino que les lleve al Señor y muchos afligidos puedan encontrar la esperanza.

En la misa de este domingo se nos pedirá a los cristianos que ayudemos a las obras de caridad que hace el Santo Padre, con generosidad, se trata de un signo de comunión con el Papa y de solicitud por las necesidades de los hermanos. San Juan Pablo II indicó a comienzos de su pontificado el criterio general que inspira la práctica del Óbolo: «La base primaria para el sostenimiento de la Sede Apostólica está representada por los donativos que espontáneamente hacen los católicos de todo el mundo, y eventualmente también otros hombres de buena voluntad. Esto corresponde a la tradición que tiene origen en el Evangelio (cf. Lc 10,7) y en las enseñanzas de los Apóstoles» (cf. 1 Co 9, 11) (Carta al Cardenal Secretario de Estado, 20 de noviembre de 1982).

¡Muchas felicidades, Santo Padre, esta Iglesia de Cartagena está en comunión con el Sucesor de Pedro y le queremos!

+ José Manuel Lorca Planes

Obispo de Cartagena

Contenido relacionado

Homilía en la ordenación de diáconos

Ordenación de diáconos Parroquia San Benito. Murcia 15 de diciembre de 2024   Vicario...

Enlaces de interés