Jornada de Oración por las Vocaciones

Escrito del Obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, por la Jornada de Oración por las Vocaciones.

En este domingo de Pascua, la liturgia nos acerca de nuevo a Jesucristo, Buen Pastor, para que tomemos postura ante su mensaje, aceptándolo del todo, porque este es el medio de alcanzar la salvación. Nuestra aceptación del mensaje se traducirá en una continua conversión y en una renovada conciencia de nuestro bautismo. En definitiva la Palabra viene a decirnos que quien nos salva es Jesucristo, no la palabrería, ni nuestros métodos, discursos, sistemas y propuestas, no salva la política, ni la ideología. El que salva y libera de verdad es Dios, que nos toma mucho más en serio, porque mira y valora al hombre y no se cansa de ofrecerle su apoyo y su gracia. Cuanto más perdido, cansado y solo te encuentres, antes verás su mano sobre tu cabeza. Quien salva es Jesucristo. Las lecturas de estos domingos de Pascua nos hacen entender la fuerza del encuentro con el Resucitado y cómo se vive esta feliz experiencia.

Todos estamos llamados a decirle al mundo lo que hemos visto y oído, nuestra experiencia de encuentro con el Resucitado, cada uno en su ámbito, en su vida, pero también el Señor sale al encuentro pidiendo una dedicación especial, como heraldos de las Nuevas Buenas, como profetas y mensajeros y como sacerdotes que puedan celebrar los sacramentos a los hermanos. Precisamente, en este domingo celebramos la Jornada de Oración por las Vocaciones y no quiero que pase de largo sin haceros una llamada especial a la oración por los que van a ser llamados a una dicha tan alta, como decía el Papa Pablo VI: «¡Dichoso el que ha tenido la gracia, la sabiduría, la valentía de escuchar y acoger esta vocación determinante! Una vocación que ha trastornado los proyectos normales y seductores de la vida; que ha arrancado de la compañía de los seres queridos; que pide incluso la renuncia al amor conyugal, para exaltar una plenitud excepcional de amor por el Reino de los cielos, por la fe, es decir, por la caridad hacia los hermanos… y ha orientado toda la vida del sacerdote a dar la vida, a entregarla en la dramática aventura de seguir a Cristo».

Prestad atención a la voz de Dios, que suele hablar muy alto y muy claro, aunque los ruidos que hacemos impiden oírlo con serenidad. Por esto ruego a todas las parroquias, grupos, movimientos y asociaciones que hagáis silencio para oír a Dios, el silencio de la oración y de la adoración. Aprovechad las posibilidades que están a vuestro alcance: los catecumenados de adultos; cursos de formación; las catequesis de las Comunidades Neocatecumenales, que os las propongo como un itinerario fantástico para la iniciación cristiana; el itinerario que os ofrece la Acción Católica; los Cursillos de Cristiandad, los movimientos y asociaciones; el carisma de los religiosos y religiosas; también los monasterios de vida consagrada y los misioneros. Si sientes que Dios te llama, acércate al seminario, llama por teléfono o ponte en contacto con ellos por medio de las redes sociales.

Jesús, Buen Pastor, os bendiga y os conceda lo que le pedimos.

+ José Manuel Lorca Planes

Obispo de Cartagena

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