El Obispo de Cartagena ha querido conocer de primera mano la labor educativa y social que Cáritas Diocesana está llevando a cabo con los 52 menores, con edades comprendidas entre seis y once años, que se encuentran en situación de pobreza o en riesgo de exclusión social y que estos días participan en el campamento de verano organizado por esta institución.
Acompañado durante su visita por el equipo directivo de Cáritas Diocesana, Mons. Lorca animó a los educadores y monitores del campamento a seguir realizando esta labor a beneficio de los menores más desfavorecidos. Además, recordó que Cáritas, año tras año, trabaja para “dar una oportunidad de crecimiento a estos niños que viven situaciones muy difíciles, para que descubran las cualidades idóneas que Dios les ha dado, para que convivan con otros niños, aprendan a estar cercanos y a conocer a nuestro Señor”. Una tarea, resaltó, que hay que promover y fomentar.
Este año, el campamento, que se prolongará hasta el 15 de agosto, está compuesto por seis grupos de menores. Cada uno de ellos disfruta, durante siete días, de actividades de convivencia y de educación en valores, organizadas en la “Casa de El Raal”, en Alhama de Murcia, propiedad cedida por la parroquia de San Lázaro de esta localidad. Los menores que participan esta semana son de las parroquias murcianas de Santa María de Gracia, Nuestra Señora de la Paz, San Andrés, Nuestra Señora de la Fuensanta de Patiño, y San Benito.
Los campamentos de verano pretenden ofrecer a los más pequeños la posibilidad de participar en actividades de ocio y tiempo libre, fomentar hábitos de vida saludable y desarrollar su socialización, convirtiéndose en un espacio de convivencia para los menores y jóvenes. Este año el campamento se ha organizado en torno a la temática de la ecología y el medio ambiente.