Ante la falta de vocaciones, las Hermanitas de los Ancianos Desamparados han tenido que marcharse de Jumilla cerrando la residencia de ancianos que asistían. El edificio es una donación que hizo un particular a las Hermanitas para que en él se ubicara una residencia de ancianos, con una clausula en la que se especificaba que si las religiosas se marchaban de Jumilla el edificio pasaría al Obispo de Cartagena para que lo destinara al mismo fin.
Ya se ha erigido una fundación, que lleva por nombre Cristo Amarrado a la Columna, que está en trámites para la inscripción en el registro de entidades religiosas del Ministerio de Justicia. Esta fundación se regirá por un patronato eclesiástico presidido por el Vicario de la Zona Pastoral Cieza-Yecla y compuesta por seglares que estén comprometidos con la Iglesia.
Mons. Lorca Planes asegura que la diócesis se hace cargo de proyecto «oyendo la voz del Papa de no descartar a los ancianos» y para dar continuidad al trabajo que durante años han realizado las religiosas en Jumilla.
La Diócesis acometerá obras este año en el inmueble para solicitar, a la mayor brevedad posible, la apertura del nuevo centro.