“Esto no es algo para realizarme yo, sino que es un servicio”, José David González Carmona

Diócesis de Cartagena
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La diócesis de Cartagena es una sede episcopal dependiente de la archidiócesis de Granada, en España. Su sede es la catedral de Santa María, situada en la ciudad de Murcia.

La parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Puente Tocinos acogerá su ordenación sacerdotal este domingo, a las 19:00 horas.

El Obispo de la Diócesis de Cartagena ordenará sacerdote a José David González Carmona, en la celebración que tendrá lugar en su parroquia, en Nuestra Señora del Rosario de Puente Tocinos, el próximo domingo, a las 19:00 horas.

Su madre siempre ha sido un referente en su vida de fe. Con ella iba a misa cada domingo, con ella se acercó a la Iglesia y fue con ella con quien comenzó a involucrarse en la vida parroquial. La primera vez que se le planteó la opción de ser sacerdote fue en 2008, en República Checa, donde había ido a un encuentro de jóvenes. En el grupo con el que viajó iba un seminarista (que ya es sacerdote).

“Recuerdo mi impresión al ver por primera vez un seminarista –recuerda José David–. Hasta entonces no sabía ni cómo ni cuándo uno empezaba a ser sacerdote”; pero las dos semanas del viaje fue tiempo suficiente para que las charlas con él le hicieran plantearse algo más. “Y la verdad es que volví a España con la idea de hablar con mi párroco sobre la vocación al sacerdocio y de ver si yo podría tenerla”, pero finalmente no lo hizo. “Ahora puedo ver en ese acontecimiento, en ese encuentro de jóvenes, uno de esos momentos donde el Señor me invitaba a seguirle. Aunque, claro, esto sólo fue un punto de partida para mi discernimiento vocacional”.

Ese mismo año empezó sus estudios en la Universidad, diplomatura en Gestión y Administración Pública, dejando a un lado la posible vocación a la que se sentía llamado. Pero conforme se iba acercando la Navidad surgió otra vez la pregunta “Sacerdote, ¿por qué no?”.

“A mitad de curso, vino un sacerdote a celebrar la misa en sustitución de mi párroco, ya mayor, que había sido formador en el Seminario de Murcia. Yo le ayudé y después me quedé charlando con él un buen rato. Este sacerdote me estuvo contando un poco sobre la realidad del Seminario. Lo que me contaba me llamó la atención y, puesto que yo ya tenía en la cabeza la idea de ser sacerdote, acepté su invitación de enseñarme el Seminario”. Tras esa visita, José David se incorporó al preseminario en junio de 2009, un camino que recorrió mientras terminaba sus estudios universitarios, por lo que no fue hasta septiembre de dos años después, tras la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, cuando comenzó su formación como seminarista.

“Cuando entras a primero entras con la emoción del comienzo –cuenta–, pero llega un momento en que tienes que poner los pies en la tierra, porque es algo serio, hay que estudiar, discernir… porque la vocación no estaba ya hecha, y tenía que seguir discerniendo si eso era lo que el Señor quería de mí”. Seis años en los que ha pasado por distintas realidades sociales y parroquiales a las que ha dedicado su tiempo de pastoral. Los dos primeros años estuvo con las Misioneras de la Caridad y en la residencia de ancianos del Amparo en Santo Ángel. El resto, fue tiempo de comunidades parroquiales, y estuvo en Nuestra Señora de los Ángeles de Sangonera la Verde, San Francisco Javier de Murcia, Nuestra Señora de las Lágrimas de Cabezo de Torres y, ya como diácono, en San Fulgencio de Cartagena. “A todos los sitios a los que he ido ha sido para aprender”, señala.

“En el Seminario te emocionas de pensar que algún día serás tú quien administre los sacramentos, pero cuando lo haces, te sientes poca cosa”. Un sentimiento, el del diácono, de pequeñez ante la grandeza de Dios. “Tienes que poner todos tus sentidos, toda la fe que tienes en eso”.

Echando la vista atrás, José David recuerda dos momentos que han sido clave en su vida de fe: en primer curso, la consagración a ‘La Señora’, a Santa María Reina de los Corazones, “es el momento en que te das cuenta que esto lo lleva la Madre, que no es algo para realizarme yo, sino que es un servicio”; y su ordenación diaconal porque “ha sido como un pregustar el sacerdocio”.

A tan sólo unos días de su ordenación sacerdotal, se muestra tranquilo, deseoso de que llegue ese día para el que lleva esperando ocho años. Unos días en los que se está dedicando a su familia, a sus amigos y, por encima de todo, a “preparar el corazón”.

Su primera misa de acción de gracias será el lunes 10 de julio, a las 20:30 horas, en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, de Puente Tocinos.

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