El pasado domingo, la Virgen de Gádor abandonaba la parroquia de La Anunciación en Berja, donde ha permanecido quince días, para regresar a su ermita sobre los hombros de cientos de feligreses que quisieron acompañar a la Madre de Dios en la última procesión del año.
Un monumental retablo construido en la iglesia parroquial para acoger a la Virgen, diversos actos de piedad en su honor y el novenario predicado por distintos sacerdotes de la diócesis han tapizado la última quincena de septiembre y finales del mes de agosto, donde los feligreses de Berja han manifestado públicamente su devoción incondicional a su Patrona.