Enmarcado dentro de las actividades que organiza la Delegación Diocesana de Infancia y Juventud de Jaén. En la ciudad de Villacarrillo tuvo lugar la segunda peregrinación diocesana a un santuario mariano. El pasado año la convocatoria se llevo a cabo peregrinando desde la ciudad de Andújar al Santuario mariano de la Virgen de la Cabeza, patrona de la diócesis de Jaén. Este año ha sido elegido el Santuario de la Virgen de la Fuensanta de Villanueva del Arzobispo.
A partir de las seis de la tarde, el colegio de religiosas de Nuestra Señora de las Mercedes acogió a los jóvenes que desde diversos lugares de la provincia se desplazaron a Villacarrillo. Una vez recibidos, los jóvenes tuvieron oportunidad de conocer la historia de la Virgen de la Fuensanta de manos del cronista de Villanueva del Arzobispo. A continuación el rector del Santuario se dirigió a los jóvenes para saludarlos y darles la bienvenida y fue el saludo del Obispo de Jaén, D. Ramón del Hoyo, quien cerró esta primera parte de la jornada. Acto seguido y ya sobre las nueve de la noche se dio paso a una cena compartida de ambiente distendido y de acercamiento de opiniones donde los jóvenes y su obispo disfrutaron de un rato de convivencia siempre enriquecedora en torno a la mesa.
Fue en la Iglesia de Santa Isabel de los Ángeles de Villacarrillo donde se realizó el acto central de esta jornada de sábado: la vigilia de oración y penitencia, presidida por el obispo de la diócesis. Durante aproximadamente dos horas, se escuchó la palabra de Dios, hubo varios testimonios de jóvenes, se expuso el Santísimo Sacramento y se celebró el sacramento de la reconciliación.
El gimnasio del colegio de las religiosas sirvió de dormitorio a los jóvenes que pasaron la noche en Villacarrillo esperando al día siguiente, domingo, para comenzar la peregrinación hacia el santuario. A las ocho se inició la marcha. El obispo con sus jóvenes cristianos, seminaristas, religiosas y sacerdotes se dispusieron a comenzar su andadura a pie desde Villacarrillo a la Fuensanta, haciendo escala en Iznatoraf. Parte de los 16 kilómetros de distancia que separan ambos puntos fueron recorridos bajo una lluvia intensa que no amedrentó a los peregrinos. El ambiente de respeto y oración acompañó a los jóvenes y a su pastor en todo el recorrido. Se rezaron los cinco misterios gloriosos del rosario y llegaron por fin a su destino a las doce y media del día. Tras unos breves minutos para descansar se terminó la peregrinación con la Solemne Eucaristía presidida por el Obispo de la Diócesis.
