Octubre y el Rosario
Con este nombre ha escrito D. Ramón del Hoyo una carta a los todos los fieles diocesanos con fecha del 24 de septiembre.
Al comienzo de la misma señala que, al comenzar a recorrer la geografía de Jaén, le “ha llamado la atención particularmente su profunda piedad mariana”.
Más adelante, continúa: “El Siervo de Dios Juan Pablo II, de tan feliz recuerdo nos regaló hace tres años, el 16 de octubre,
Les animo e invito para que, durante el mes de octubre, brote esta hermosa oración en todos los rincones de nuestra geografía diocesana Sí, oremos juntos a Nuestra Madre la Virgen para solicitar su intercesión a favor de la Iglesia y del mundo entero, para que se abran nuestros corazones al amor cristiano, para que seamos testigos vivos del Evangelio y lo transmitamos a otros de forma especial durante este mes inminentemente misionero, para que bendiga y afiance a las familias cristianas y a quienes se preparan para contraer el Santo Matrimonio, para que nos conceda vocaciones específicas de consagración, por los enfermos y ancianos… ¡Abre Señor nuestros labios!”