CÁDIZ (12-5-04).- Este domingo, 16 de mayo, celebra la Iglesia Diocesana el Día del Enfermo 2004, celebración que va calando cada vez con más fuerza en la diócesis de Cádiz y Ceuta, donde su obispo, mons. Antonio Ceballos Atienza, constata la preocupación de la comunidad cristiana por los enfermos y la atención a los enfermos y a las familias por parte de las parroquias.
Esta ocasión la jornada del Día del Enfermo se centra en la atención en acercarse a aquellos que están lejos, pues para mons. Ceballos el gesto de acercarse y hacerse presente en el mundo de la enfermedad, puede llegar a ser una alianza terapéutica, donde creyentes y no creyentes buscamos la salud global. Y es necesario, pues, crear nuevos caminos para intentar que la Iglesia sea para todos un hogar de salud, que acoge y dignifica, que enseña el arte de estar enfermo y de vivir, proponiendo también modelos saludables de vida.
El prelado gaditano continúa su reflexión pastoral ofreciendo un análisis de la sociedad actual, en la que -dice- una buena parte de personas son hoy día incapaces para ayudar a sus hermanos enfermos. Hoy no se educa para asumir y arrastrar el sufrimiento y la muerte. No es extraño que se evite toda cercanía a la decadencia, al sufrimiento, a la angustia y a la muerte. Hace falta mucha madurez para acercarse a estas situaciones extremas y reavivar en ellas la dignidad, el sentido y la esperanza. Considero que hay que educar según el Espíritu del Evangelio: Lo que hacéis con uno de estos hermanos más pequeños y enfermos a mí me lo hicisteis (Mt 25,45).