En el día de la paz, oración interreligiosa en el colegio Maristas

Diócesis de Jaén
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La diócesis de Jaén es una iglesia particular española sufragánea de la archidiócesis de Granada. Sus sedes son la Catedral de la Asunción de Jaén y Catedral de la Natividad de Nuestra Señora de Baeza.

Con motivo del Día Escolar de la Paz y la No Violencia, el pasado lunes, se celebró en el colegio Maristas un encuentro y diálogo interreligioso.

Tarde de acogida y de enriquecimiento en el encuentro, en la apertura y acogida de lo «diferente». La celebración, organizada, entre otros por el Secretariado de Migraciones de la Diócesis, se apoyó en la oración en la religión musulmana, católica, evangelista y budista. Fue una reunión por la causa de la paz y la justicia desde la oración y el silencio compartidos. Se leyó la carta del universo a un humano.

«Estimado humano:

Si justo ahora está leyendo esta carta, quiero darte la noticia de que eres un gran afortunado, pues tardé millones de años en poder otorgarte esta oportunidad de leer, de reír, de llorar, de amar, de vivir… No pude crearte como un ser perfecto, ni como un ser divino, pero te otorgué alma y conciencia, te hice un ser libre.

Estoy aquí para ayudarte a cumplir tus sueños, pero sé consciente de lo que me pides; siembra en tu mente la paz y tranquilidad, pues tus actos, pensamientos y palabras son el espejo de lo que en algún momento te regresaré…

Ama mucho y ama siempre, pero recuerda que el amor no se trata de poseer sino de apreciar, admirar, compartir y sentir, pero recuerda que para poder amar a otros seres debes amarte primeramente a ti mismo. Deja de lado el odio, la injusticia, el racismo, el materialismo y alimenta tu alma con arte, con mucho arte y como no, con música, aliméntate todos los días con lo que amas, sal a conocer el mundo, viaja, pues recuerda que tú eres parte de mí, así como yo soy parte de ti. Si alimentas tu alma también alimentarás la mía y lograremos juntos ese gran equilibrio de la vida.

Y sí, te haré caer varias veces, te haré tropezar y quizás pienses que te he defraudado, pero debes saber que lo hago para que aprendas a levantarte, a levantarte con más fuerza. Te llenaré de lágrimas en algunas ocasiones, de tristeza, pero recuerda que al final yo poseo la luz y en esa gran oscuridad siempre habrá un destello para ti.

No estás solo humano, cuando te sientas así recuerda que estoy aquí, que te veo y te siento. Sería muy complicado regalarte una forma física de todo mi ser, pero te he regalado trocitos de mi alma, te he regalado una luna que puedes contemplar todas las noches, magníficas estrellas y a tu padre sol, te he regalado flores; te he dado la perfecta armonía de la naturaleza, y a tu fiel madre Gaia… a la que debes cuidar, amar, proteger y respetar, aprende de ella, pues no es sólo madre sino maestra.

Es complicado darte a conocer mis secretos, la historia de mi creación y mi propósito, simplemente deseo que aproveches esta pequeña porción de mi tiempo y que vivas con plenitud cada día que te otorgo…

Por favor, haz que te recuerde, deja buena huella como humano en esta nuestra historia».

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