Palabras de nuestro obispo D. Antonio en el Encuentro de Voluntarios de Cáritas Diocesana de Almería

Diócesis de Almería
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La diócesis de Almería es una sede episcopal sufragánea de la archidiócesis de Granada, en España. Su sede es la Catedral de la Encarnación de Almería.

Queridos voluntarios, sacerdotes, religiosas, laicos y laicas, amigos todos:

 En el mismo momento en que uno se hace prójimo, que es aproximarse (de ahí viene la palabra prójimo) es cuando comienza la esperanza y comienza a arder nuestro corazón. Aquí cada persona que estáis sois muy distintas, porque cada uno tenemos el recorrido de nuestra vida de familia, de niños, de nuestros encuentros con personas, de nuestras relaciones… y vamos haciéndonos un Corpus que nos hace muy distintos unos a otros. Yo muchas veces he dicho que la Iglesia es como un abanico de colores: cada varilla tiene un color que somos cada uno de nosotros y el clavito que sujeta todo es Cristo.

 Me vi identificado en ello cuando el Papa Francisco, en la JMJ de Lisboa, dijo: “En la Iglesia cabemos todos, todos, todos”. Yo escribí un artículo sobre “todos, todos, todos” dicho tres veces, que es exactamente igual a cuando decimos “por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa”, tres veces. Igual cuando decimos “Santo, Santo, Santo es el Señor” tres veces.

 El tres es totalidad, la totalidad no está en una persona o en un pensamiento o en una devoción, la totalidad está en todos. Caber todos significa, sobre todo, que hay gente que por su historia personal o por la mía propia (no hay que echar la culpa a nadie) es muy distinta a mí, pero está en Iglesia, está en el “todos, todos, todos”.

 Cuanto más conozcamos y vivamos a Cristo, más abiertos seremos, más grande será nuestro corazón y más aceptaremos al que es distinto, mucho más. Será para nosotros el hermano al que yo me aproximo para poder hacer caminos de esperanza.

Esta sal que nos habéis dado son pequeños sacramentales o sacramentos. Esto nos recuerda que hemos sido enviados para dar sabor ¡Y necesitamos de tanto sabor en nuestra vida! La vida cada vez se hace más insípida y más sosa. Cuánto más nos separemos, más insípida será la vida. Cuantos más nos unamos en ese abanico de colores, más fermento de luz, de sabor y de esperanza seremos.

 

 

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