El Centro Diocesano de Orientación Familiar (COF) de Dos Hermanas puso en marcha el año pasado un nuevo servicio de atención a personas en proceso de duelo.
Con este se buscaba responder a uno de los tres problemas más acuciantes en la familia hoy, según la propia Conferencia Episcopal Española: la atención en el duelo, la prevención del suicido (especialmente en adolescentes) y el acompañamiento a personas en soledad.
“Buscamos entonces una persona que estuviera formada en duelo y tuvimos la suerte de dar con el terapeuta Antonio Jesús Yugueros, que actualmente coordina los grupos de apoyo”, explica el director del COF de Dos Hermanas, Francisco Muriel. Actualmente funcionan tres grupos, por los que han pasado más de 60 personas durante el presente curso. “También se ofrece atención individualizada a aquellas personas que lo necesitan”, explica Muriel. No en vano, “hay algunos usuarios que vienen con tentativas de suicidio”, advierte. “A estas personas se les hace un seguimiento casi diario: se le asigna un matrimonio del COF o alguna persona que haya sido dada de alta en el proceso de duelo para que no se sienta nunca sola”.
En estos grupos se acompaña todo tipo de duelos. “Algunos son recientes, otros no, pero sí complicados -explica el director-. El dolor no surge solo cuando muere un familiar, sino que es habitual encontrarnos con duelos perinatales, ante la ruptura de una pareja o ante el diagnóstico de una enfermedad terminal. Hay muchos tipos de duelos”.
Esta iniciativa, además, ha sido valorada muy positivamente por el área de Salud Mental del Hospital del Tomillar, que incluso deriva a algunos pacientes a estos grupos de apoyo. De hecho, el director del Centro de Orientación Familiar de Dos Hermanas remarca que “están abiertos a cualquier persona que lo necesite; no tienen por qué ser creyente o practicante, y tampoco hay un límite de tiempo de permanencia. Cada uno sigue su proceso: unos serán dados de alta antes y otros después”.
Asegura también que “no solo les acompañamos psicológicamente, sino que rezamos por ellos”. En este sentido, agradece la labor del convento de carmelitas de Dos Hermanas, “que es nuestro pulmón espiritual, ya que ellas rezan continuamente por esas familias y complementan el trabajo de los voluntarios del COF”.
Proyecto Isabel
Al servicio de atención a personas en proceso de duelo, está previsto que se sume el próximo curso un nuevo proyecto dirigido por el COF en colaboración con las Cáritas parroquiales del arciprestazgo, las hermandades de la zona y la Delegación Diocesana para la Pastoral de la Salud.
“A través de las hermandades hemos detectado que muchas personas están o se sienten solas. Por eso estamos abriendo nuevas líneas de actuación”, apunta Francisco Muriel. Por un lado, se propone a estas personas hacerse voluntarias de Cáritas o de la ONG Nazarena para la Esperanza, para que inviertan su tiempo con un fin solidario y fomente su sociabilidad.
Por otra parte, se está creando un grupo de visitas que acompañe a todas aquellas personas que se sientan solas, “no necesariamente ancianos”. Este grupo de visitas tendrá unos horarios y estará atento a las necesidades que puedan presentar las personas solas (acompañamiento durante un ingreso hospitalario, visitas a domicilio, etc.)
