Ayer, 28 de enero, la Iglesia celebraba la festividad de Santo Tomás de Aquino (1225-1274), doctor de la Iglesia y patrono de los estudiantes. Con este motivo, el pasado jueves la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla acogió la Jornada Académica de Santo Tomás de Aquino, presidida por el arzobispo hispalense, monseñor José Ángel Sainz Meneses.
Este santo italiano está vinculado a la Catedral de Sevilla de una forma especial. Filósofo y teólogo, fue el autor de «Pange Lingua», un himno eucarístico escrito por orden del Papa para el oficio del Corpus en alabanza al Santísimo Sacramento.
En la actualidad, «Pange Lingua» es cantado en los Seises, en el Triduo de Carnaval, la Octava del Corpus y en la Octava de la Inmaculada, siempre mientras se expone el Santísimo y cuando terminan de bailar los niños. En este momento, antes de la bendición solemne con el Santísimo Sacramento, entonan la parte final de este himno, llamada «Tantum Ergo»
Este cántico del siglo XIII expresa de manera concreta la doctrina de la Transubstanciación (conversión), en la cual, de acuerdo al pensamiento católico, el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, siendo de obligatoriedad su canto hasta la renovación litúrgica.
La interpretación de este himno evolucionó en la Catedral de Sevilla gracias al compositor Francisco Guerrero, quien hizo una “adaptación policoral” especialmente para la Seo hispalense.
Directamente conectada con esta particular interpretación está la principal copia del himno «Pange lingua» conservada en el archivo musical de la Catedral, escrita en veinte pliegos de pergamino, quince para las voces y cinco para los acompañamientos.
Distintas referencias en los libros de ceremonias dan cuenta de las innumerables ocasiones en las que este himno se interpretaba a lo largo de la festividad del Corpus Christi y su octava en la Catedral. El ceremonial fue actualizando el nuevo discurso del lenguaje celebrativo barroco, en el que la música se constituía como uno de los elementos sensoriales más importantes a la hora de asombrar a la ciudadanía, la cual acudía en masa al recinto de la catedral hispalense en estas ocasiones.
