“… Reaviva el don que hay en ti”, reseña de unas Jornadas de Vida Religiosa celebradas en Granada

…dicen que «la lluvia es, lluvia de bendiciones…» y todo el fin de semana, nos ha acompañado una lluvia que ha ido calando en el corazón de cada uno de los que hemos participado en las Jornadas de Vida Religiosa, los días 9 y 10 de marzo en Granada.

…lluvia suave, porque la oración al inicio de los días de las jornadas han preparado nuestra tierra interior para acoger la riqueza de cuanto hemos recibido. Y tras la oración, esa agua que calaba en nuestro ser, al escuchar la ponencia de la Hna. Mariola López Villanueva, sc. que trataba de darnos algunas «Claves para vivir la Vida Consagrada hoy».

…lluvia fresca, las palabras con las que P. Diego Molina Molina, sj. nos adentraba en la necesidad de vivir nuestra vida desde «La Pasión por Cristo y la Pasión con Cristo», en este hoy concreto que vive la vida religiosa en todos los niveles.

…lluvia compartida, la de una eucaristía con sabor a fraternidad en el encuentro intercongregacional…

…lluvia cálida, la llamada a vivir nuestro ser de consagrados desde el ir ahondando cada día, en el deseo de «Reavivar procesos de maduración humana y espiritual», que era la invitación que nos hacía el P. Carlos Domínguez, sj.

…lluvia en torrente, la que nos dejaron los cuatro religiosos que nos compartieron su testimonio de vida entregada cada día, en esas experiencias de frontera que desde atrás y desde dentro, dan sentido a nuestro hoy de consagrados para el mundo y en el mundo.

y… una lluvia de alegría, de fraternidad y de gozo, la que nos dejaba el Grupo de San Francisco de Granada, con los que sus cantos y su reflexión, nos hicieron elevar nuestra oración hecha canción al Dios del Amor y de la Misericordia que nos une y nos abraza, en una gran fraternidad, esa que crean los religiosos y los laicos bajo el amparo de una misma Madre, la Iglesia.

Así, habíamos vivido el día 9 de Marzo, para dar paso al 10 de marzo y para seguir amaneciendo en lo nublado de un día, que oculta la presencia de un Dios, que no se ve… pero que ESTÁ. Y así, como la lluvia que empapa la tierra, el domingo, pudimos adentrarnos, ayudados por el P. Ignacio Rojas, Trinitario, en el versículo de Timoteo… «Aviva el carisma de Dios que recibiste»…

Y finalmente, la celebración de la Acción de Gracias por lo vivido en estas jornadas y para ello, nos encaminamos hacia la Catedral de Granada para participar en la Eucaristía que celebró el Sr. Arzobispo don Francisco Javier Martínez…

…y ahora, hay que dejar que esa agua que nos inundó en un fin de semana, vaya penetrando la profundidad de nuestras almas, para seguir caminando tras Aquél que dá sentido pleno a nuestras vidas y al que hay que ir, como fuente de nuestro ser de consagrados.

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