En el Capítulo Provincial que se está celebrando del 8 al 14 de abril en la Casa de Espiritualidad Betania de Córdoba, presidido por el Superior General de la Orden Trinitaria, padre José Narlaly, los religiosos trinitarios de la Provincia de España Sur eligieron ayer al padre Luis Miguel Alaminos Montealegre como nuevo Superior Provincial, en sustitución del padre Antonio Jiménez Fuentes quien finaliza nueve años de mandato.
El padre Alaminos, nacido en Alcázar de San Juan, Ciudad Real, tiene 53 años, cursó sus estudios en el Colegio Santísima Trinidad de su pueblo natal, ingresó en la Orden Trinitaria en 1975, hizo su noviciado en Córdoba y estudiantado trinitarios de Córdoba. Cursó sus estudios superiores de filosofía y teología en la Universidad de Santo Tomás (Angelicum) de Roma. Fue ordenado sacerdote en 1982 en Alcázar de San Juan. Es licenciado en teología espiritual, especialista en vida religiosa, y ha ejercido distintas responsabilidades de gobierno en la Orden Trinitaria. Ha sido director de formación para jóvenes trinitarios en Roma, superior de las comunidades trinitarias de San Carlino en Roma y de la de Córdoba. Actualmente es director del Colegio San Juan García de Madrid y administrador de su provincia trinitaria. El padre Luis Miguel ejerce por segunda vez el gobierno de los Trinitarios de España Sur, pues ya fue Superior Provincial de 1997 a 2003. Establecerá su sede en la Comunidad de Trinitarios de Córdoba, en cuya iglesia reposan los restos de San Juan Bautista de la Concepción, Reformador de la Orden Trinitaria, de quien el padre Alaminos es el 103 sucesor. El nuevo Superior Provincial de los Trinitarios tendrá a su cargo las casas de trinitarios de Madrid, Castilla La Mancha, Andalucía, América del Sur y Corea.
El programa de gobierno del nuevo Superior Provincial de los Trinitarios de España Sur y de su Consejo Provincial, para el próximo trienio, será establecido por el mandato de este capítulo provincial que tendrá como objetivos prioritarios la vida de las comunidades trinitarias, las distintas obras de apostolado carismático trinitario, la reestructuración de la provincia, las relaciones con los institutos femeninos trinitarios y el laicado para un trabajo en misión compartida de Familia Trinitaria y las respuestas a los signos de los tiempos y a la Iglesia.
