
Ana María Burgos, Superiora General de la Congragación Filipenses Hijas de María Dolorosa, se encuentra en Tenerife durante esta Semana Santa realizando una visita a la comunidad presente en esta isla.
Las Religiosas Filipenses cuentan con una casa en Tenerife. Esta congregación surgió para dar respuesta a las necesidades de su tiempo. El grito de los pobres marginados, de jóvenes y mujeres excluidas socialmente, y el encuentro con ellos marcaron el futuro de la vida apostólica de uno de sus fundadores, Francisco García Tejero.
En la actualidad, su encomienda se centra, sobre todo, en ayudar a mujeres y menores no acompañados y con alto riesgo social. Del Burgos indicó que estos días en Tenerife tienen como uno de sus objetivos reflexionar con la comunidad sobre su presencia en la isla en la actual realidad marcada por importantes circunstancias que tienen una fuerte influencia en el servicio que prestan.