“Qué mejor manera de celebrar nuestro aniversario que yendo hacia la misión. Qué suerte tenemos de tenernos y de tenerle”. Así reza el post que escribió Alejandro Abrante el pasado 3 de agosto en redes sociales. Este diácono permanente junto a su esposa, Alejandra Hernández, se encuentran en Costa de Marfil realizando una nueva experiencia misionera.
Según indicó Abrante, estos días les están sirviendo para conocer y visitar personas. En definitiva, para “estar”. Asimismo, valoró que, en esta ocasión, parte del equipo parroquial está compuesto por tres misioneras, dos brasileñas y una italiana, «Hijas de María Misionera», que llevan desde octubre por estas tierras africanas con un grupo de novicias. “Hemos estado un par de días sin luz, pero las sonrisas de la gente de Assinie nos han iluminado la vida”, añadió Abrante.
En esta aventura misionera también están participando tres jóvenes del grupo GAMIR. Uno de ellos es Dani, profesor de Enseñanza Religiosa. “Mi experiencia en la misión en Costa de Marfil está siendo muy enriquecedora. Poder ayudar a los demás considero que es una fuente de bienestar y alegría que es recompensada con las sonrisas que recibimos”.
Por su parte, Claudia está disfrutando de su primera experiencia misionera. “Estos días en Costa de Marfil me están llenando tanto espiritualmente como emocionalmente. Estoy aprendiendo muchísimo de la cultura, de cómo se vive aquí, de cómo se comparte, lo feliz de lo sencillo…Estoy súper contenta y con ganas de que Dios me siga guiando”.
El grupo de misioneros lo completa María, estudiante de medicina. “Me siento afortunada por estar aportando nuestro granito de arena en esta misión, especialmente, en el pueblo de Adiaké. Igualmente, con nuestra ayuda en el orfanato y con los niños del pueblo. Para nosotros es un regalo conocer su cultura, recibir tanto amor y ver la fortaleza de su fe. Está siendo, sin duda, una experiencia inolvidable que marcará nuestros corazones”.