Los días 1 y 2 de diciembre se celebró la Ultreya Interdiocesana de Cursillos de Cristiandad, en el Seminario de La Laguna. En esta cita, en la que participaron cursillistas de ambas diócesis del archipiélago, estuvo presente Rosa Murillo, presidenta nacional del movimiento de Cursillos de Cristiandad. “Para quienes tengan familiaridad con las peregrinaciones de Santiago, la ultreya es un grito de ánimo, una invitación a ir más allá, a seguir caminando. Los miembros de Cursillos nos saludamos de esta forma. Está en nuestros genes el animarnos unos a otros”, expresó Murillo.
La misión del referido movimiento está muy centrada en el primer anuncio. “Estos momentos de encuentro nos impulsan a seguir trabajando para que muchas personas puedan encontrarse con el Señor. Hoy día, la realidad de Cursillos es muy diversa en las diferentes diócesis españolas. En algunas, el movimiento está muy vivo y boyante en cuanto a número se refiere. En cualquier caso, a mí no me gusta analizar la realidad en términos cuantitativos, sino que prefiero valorar las circunstancias que se dan en determinados lugares. Por ejemplo, hay zonas que han tenido un envejecimiento o un empobrecimiento de las estructuras y siguen manteniendo una gran fidelidad y coherencia de la que nos enriquecemos todos”.
Murillo añadió que Cursillos de Cristiandad en la Diócesis Nivariense goza de muy buena salud. “Aquí hay una comunidad viva, una comunidad con ilusión y con ganas que tiene muy clara su misión. Lo que se pretende es servir de plataforma o ser simplemente el instrumento a través del cual las personas puedan encontrarse con el Señor. En todos los ámbitos de Iglesia se nos está haciendo hincapié en que el primer anuncio hay que entenderlo, claramente, como una urgencia. En ese camino creo que estamos y es en el que vamos a seguir trabajando”.
