El coste total ha sido de 355.000 euros, financiados en un 44% por la Corporación insular y un 56% por el Obispado/parroquia.
El Cabildo Insular y el Obispado de Tenerife han concluido la primera fase de los trabajos de restauración de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, ubicado en el barrio de La Victoria de Santa Cruz de Tenerife. Los trabajos han supuesto una inversión de 355.700 euros y han sido financiados en un 44 por ciento por la Corporación insular y un 56 por ciento por el Obispado/parroquia.
El Cabildo explica en un comunicado que la redacción del proyecto de restauración es obra de Carlos Guigou y José Manuel Pérez y los trabajos han sido ejecutados por la empresa Víctor Rodríguez e Hijos SL. En esta primera fase, los trabajos han consistido la rehabilitación de las cubiertas inclinadas de las naves y reparación de la estructura de la Iglesia.
La Iglesia de Santo Domingo de Guzmán fue erigida bajo proyecto del arquitecto Enrique Rumeu de Armas y está regentada por la Comunidad de Carmelitas Descalzos desde el año 1948. La iglesia se compone de tres naves, entre las que se encuentra la central, con cubierta a dos aguas y con una anchura de 9,18 metros. Las laterales se cubren a una sola agua, y cuentan con una anchura de 4,70 metros cuadrados. De igual modo, la forma de su planta es en cruz latina, y el crucero cuenta con cuatro arcos de medio punto sobre los que se dispone el cimborrio, que se eleva hasta unos 18 metros.
La Misa de reapertura fue presidida por el Obispo Nivariense y ha contado con la presencia del presidente del Cabildo, Ricardo Melchior; el director insular de Cultura y Patrimonio Histórico, Cristóbal de la Rosa y el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez.
El párroco, Javier Fuentes mostró su satisfacción y gratitud con el Gobierno Insular y co la feligesia que con su trabajo ha hecho posible que lo que parecía un sueño, hoy sea "medio" realidad. Medio por lo que aún nos falta. Estamos en camino. Nos quedan muchas cosas. Nos queda unas deudas que pagar. Nos queda una torre por arreglar. Nos queda seguir trabajando por una parroquia más viva, de discípulos y misioneros. Nos quedan muchas ganas de seguir adelante y seguir ofreciendo nuestros mejores esfuerzos. Nos queda la confianza en Dios, que seguro que bendice todo lo que hacemos en su nombre y por el bien de los demás.Y eso es lo que nos mueve, la gloria de Dios y el bien de los hombres. Hermanos: gracias… y que Dios os lo pague.
