Ante los anunciados recortes para ONG y entidades que trabajan en la asitencia y prevención del VIH/SIDA en las Islas.
El pasado día 23 un periódico local publicaba la noticia referente a los recortes presupuestarios del Gobierno de Canarias, en más de 141.000 euros, para las ONGs y entidades que trabajan en la asistencia y prevención del VIH/SIDA en las Islas.
El Proyecto Lázaro, que gestiona Cáritas Diocesana de Tenerife, es uno de los centros que podría verse afectado por dichos recortes, y se trata de un centro dirigido a personas con VIH/SIDA en situación de sinhogarismo y vulnerabilidad social, que lleva 17 años prestando servicios de acogida —siendo el único en la Comunidad Autónoma de Canarias— y realizando una intervención biopsicosocial personalizada, con el fin de generar el empoderamiento personal, social y laboral de aquellas personas afectadas por el virus de VIH, sus familiares, amigos, etc. En el Proyecto Lázaro se llevan a cabo acciones tales, como cobertura de necesidades básicas, acompañamiento y seguimiento individualizado (psicosocial, sanitario, laboral, familiar), asesoramiento jurídico, actividades de formación ocio y tiempo libre, de sensibilización y coordinación interna y externa, etc.
Anualmente se atiende una media de 70 personas, relacionadas con el VIH/SIDA y la vulnerabilidad social, teniendo en cuenta que el 33% de estas personas son acogidas en el centro, el 50% son familiares o amigos de estas personas con VIH/SIDA y el 27% de participantes, reciben atención externa.
Durante los últimos tres años hemos padecido los recortes presupuestarios, teniendo que tomar medidas, como prescindir de un número importante de personal en plantilla e intentar dar el mismo servicio, no solo con menos personal, sino también con menos medios económicos, y utilizando los recursos propios que Cáritas Diocesana de Tenerife recibe a través de donaciones y apoyos privados, a todas luces insuficientes.
Somos conscientes que, ante esta situación, tendremos que abordar no sólo los problemas asociados a la enfermedad del VIH, sino también los inherentes a la problemática social producto de la situación económica actual, teniendo en cuenta que hoy, uno de cada cuatro personas con VIH/Sida, se encuentra en situación de desempleo.
Este contexto, en vez de desalentarnos nos empuja hacia una mayor creatividad en la utilización de los recursos, y vemos esta crisis económica y sus consecuencias como una oportunidad para el cambio, intentando entender y abordar la enfermedad que defendemos, como parte de un todo en el que también están incluidas otras problemáticas sociales y de salud que crean desigualdades entre las personas que la padecen, potenciando la coordinación con otras entidades y asociaciones.
Desde Cáritas queremos hacer un llamamiento a las Entidades Públicas, sobre la necesidad de destinar fondos para la prevención de la enfermedad y asistencia de estas personas, como única vía de inclusión social en una sociedad donde con este tipo de medidas restrictivas, los están abocando a la exclusión y la marginación.