
El próximo sábado 20 de septiembre, a las 11:00 h., Gustavo Pinto será ordenado diácono de manos del obispo Nivariense, Eloy Santiago, en la Santa Iglesia Catedral.
Ante esta señalada fecha en su camino hacia el presbiterado, Pinto expresó sentirse muy feliz y agradecido al Señor. “Ordenarme diácono supone, en primer lugar, recibir un gran regalo de Dios. Y, por otro lado, también supone dar una respuesta a la llamada que el Señor me ha hecho”.
Este joven de 26 años y natural de San Isidro, en Granadilla de Abona, recordó que la ordenación diaconal significa visualizar a Cristo como servidor de la Iglesia. “La esencia del diaconado es el servicio a la comunidad parroquial y a la liturgia del altar. En estos meses en los que estaré de diácono esperando el orden sacerdotal, deseo que el Señor siga asistiéndome con su gracia, con su presencia y que me prepare para ser un buen sacerdote. En definitiva, que siga estando muy cerca de mí. Seguro que será así porque Él nunca nos deja solos”.
Por último, Pinto quiso agradecer a las personas que Dios ha puesto en su camino durante este proceso formativo. “El Señor no te deja a la deriva, sino que te acompaña a través de hermanos sacerdotes y de muchos fieles laicos verdaderamente entregados y con auténtico amor a la Iglesia”.