Este 5 de agosto, se celebró con todo fervor la Festividad de Nuestra Señora de Las Nieves, Patrona de la isla de La Palma. La Eucaristía principal estuvo presidida por el Obispo en el Santuario Insular. Numerosos fieles llenaban el templo. En el mismo se encontraban las principales autoridades autonómicas, insulares y locales.
El Obispo comenzó su homilía recordando una afirmación del Papa Francisco: «Dios nos primerea», es decir, él va siempre delante de nosotros tomando la iniciativa. «Así ocurrió desde el comienzo de los tiempos con el plan de Dios. Hacer de todos los hombres y mujeres del mundo una misma humanidad». A partir de esa afirmación, el Obispo se centró en la imagen de María desde una triple perspectiva: «María como mujer de vocación, comunión y misión».
En primer lugar, refiriéndose a la vocación, el prelado indicó que María es una mujer que responde a un proyecto, a un plan que Dios tiene para la humanidad. «Le dice que cuenta con ella y María acepta la voluntad de Dios para contribuir con su persona a ese plan de salvación. Contribuye dando a luz a Jesucristo, Salvador de todos, y también contribuye con el nacimiento de la Iglesia.»
En segundo lugar, haciendo referencia a la comunión, Bernardo Álvarez sostuvo que María siempre permanece en comunión con Dios. «Ella siempre está atenta a lo que Dios quiere de su persona. María medita, guarda y asimila todo en su corazón, lo hace propio para conformar su vida con el proyecto de Dios.»
Por último, el Obispo indicó que al igual que la Virgen, todos estamos llamados a la misma misión: «Hacer presente a Jesucristo con nuestras palabras y con nuestra vida. Eso solo es posible si como María vivimos en comunión con Dios. Una comunión que se traduce en la escucha de su palabra, para poder meditarla y hacerla propia».
El prelado finalizó su homilía recordando que todos hemos de renovarnos, «querer y sentir como Dios y como María que fue capaz de decir: «hágase según tu palabra».
Terminada la Misa, tuvo lugar la procesión solemne en torno al Real Santuario Insular. Tras la misma, en el pórtico del templo, se presentó el cartel religioso y el lema de la Lustral Bajada de la Virgen de Las Nieves, a celebrar en 2015.
CARTEL Y LEMA
El cartel de la próxima Bajada de la Virgen de las Nieves es una composición realizada por Jorge Davó, que es Técnico Especializado en Marketing y Comunicación y actualmente Director Creativo de Otherside Estudio. Según el propio autor, con este cartel ha querido mantener el tono solemne que siempre ha tenido esta fiesta. Sin embargo, con respecto al cartel de hace cinco años, ha preferido dotarlo de un toque «algo más fresco y moderno».
La técnica elegida ha sido la del uso de vectores y degradados. «He colocado como centro principal el rostro de la Virgen de Las Nieves, con un gesto de bondad y ternura. Casi diría que se trata de un rostro contemplativo, que intenta transmitir una serena esperanza» –indicó Davó.
Junto a la imagen central del cartel se hace referencia al recorrido de la Bajada. En la parte superior, junto a la imagen de la Virgen, se encuentra el punto de partida, el Santuario de Las Nieves. Además, casi deslizándose en el resto del diseño aparecen algunos de los elementos más característicos de la fiesta; el castillo y el barco de la Virgen, la danza de los enanos y, finalmente, la iglesia de El Salvador, lugar de acogida de la imagen de la Virgen de Las Nieves durante esos días. «Estos elementos toman sentido y quedan a la sombra del retrato más luminoso de la Virgen» –puntualizó este joven autor.
Por otro lado, el lema escogido para la Bajada de 2015 es: «María, madre de nuestra esperanza». Se trata de una frase que pretende trasladar un mensaje alentador en este momento actual que vivimos. Es decir, presentar a la Virgen María como un motivo y un ejemplo de que se puede salir adelante, a pesar de las dificultades del camino. Según el Vicario Episcopal de La Palma, Ángel Luis Pérez, «por encima de las expectativas que se tienen a nivel cotidiano, toda la realidad presente trasciende en Jesucristo. Todo pasa salvo una cosa. Y eso nos lo recuerda nuestra madre María».
