El sacerdote diocesano Lucio González Gorrín recibió, con ocasión de su setenta aniversario, fecha en la que los profesores del ISTIC pasan a ser eméritos, la medalla de oro de la Sede de Tenerife del Instituto Superior de Teología. Con todo merecimiento pues, además de haber sido el impulsor de la inmensa mayoría de las iniciativas académicas de la Diócesis tanto para la formación como para el diálogo con la cultura, ha sido un docente de larga trayectoria en las aulas del Seminario y de los centros de formación teológica de la Diócesis.
Licenciado en Estudios Eclesiásticos por la Facultad de Teología de Burgos, licenciado en Filosofía y Letras por la ULL y en Psicología por la misma universidad, rector del Seminario y director del Centro de Estudios por más de 20 años, con numerosas publicaciones, avalan el merecimiento de dicho emblema académico.
Sin embargo, es un pastor. Un alma apostólica preocupada permanentemente por el anuncio del Evangelio a la gente, de cualquier edad, hombres y mujeres, y especialmente sensible con el mundo del Matrimonio y la Familia.
Actualmente, presta el servicio de su ministerio sacerdotal en la parroquia de Santo Domingo de La Laguna y como vicario episcopal en la Vicaría 1 de nuestra Diócesis.