Han sido galardonados la Asociación Tinerfeña de Enfermos Reumáticos (ASTER) y Miguelina Palacios Díaz, Sor Etelvina Alonso González, Reverendo Padre Fray Jesús Mendoza González, Epifanio Perdomo López e Imeldo Barreto León.
El Cabildo de Tenerife ha entregado este viernes los Premios Valores Humanos 2013 que se conceden desde el programa de dinamización e intervención social Ansina del área de Acción Social de la Corporación insular. Estos galardones distinguen a las personas que han destacado por su labor al frente del colectivo de mayores. El acto ha contado con la presencia del presidente del Cabildo, Carlos Alonso, y la vicepresidenta y consejera de Acción Social, Cristina Valido.
En la modalidad de entidades, el premio ha recaído en Asociación Tinerfeña de Enfermos Reumáticos (ASTER), mientras que en la modalidad individual, los galardonados son Miguelina Palacios Díaz, Sor Etelvina Alonso González, Reverendo Padre Fray Jesús Mendoza González, Epifanio Perdomo López e Imeldo Barreto León.
Centrándonos en los religiosos premiados, sor Etelvina Alonso González ha realizado una gran labor con las personas mayores y ha tenido siempre un trato afectuoso hacia las residentes del Hospital Nuestra Señora de Los Dolores de la Fundación Canaria, del municipio de Icod de Los Vinos, resaltando su sencillez y bondad y entrega hacia los demás.
Por su dedicación, entrega y ayuda hacia las personas mayores, el reverendo padre fray Jesús Mendoza es merecedor de un gran cariño y admiración por parte de los mayores, siendo creador de iniciativas que favorecen y mejoran la calidad de vida de éstos.
Estos premios, que poseen un carácter honorífico y cumplen 18 años, tienen como objetivo estimular mediante el reconocimiento público la destacada labor que desarrollan las entidades y las personas mayores. De esa manera, se resalta de las primeras su labor en favor de la integración social y de las condiciones de vida y de las segundas, su dedicación prestando servicios en diferentes ámbitos y su ejemplo.
Los Premios Valores Humanos se constituyen, además, como un estímulo para los receptores de estas distinciones porque valoran no sólo lo que se ha hecho, sino también -de una forma especial-, lo que se puede llegar a hacer, permitiendo ser un aliciente para acciones futuras. Desde el año 1995, el programa Ansina entrega los premios de Valores Humanos.
