La Imagen de la Virgen de Las Nieves ya se encuentra en el templo matriz de El Salvador de la capital palmera. Tras la denominada «entrada triunfal» de la imagen en la ciudad, la morenita del monte fue «entronizada» en la que será su sede provisional durante quince días: la parroquia de El Salvador. La jornada de hoy fue, sin duda, un día cargado de momentos muy emotivos y esperados por todos los palmeros, desde el comienzo del traslado de la Imagen, pasando por el diálogo entre el Castillo y la Nave, que este año tuvo como novedad que el papel del barco de la Virgen lo realizó una mujer, Alicia Fernández, la loa y la entrada en el templo matriz.
La Misa Pontifical de la llegada fue presidida por el obispo de la Seu d’Urgell, Joan Enric Vives. Con él concelebraron el obispo nivariense, Bernardo Álvarez, los vicarios generales y numeroso clero diocesano, palmeros y otros tantos que están de servicio pastoral en la isla.
El obispo de Urgell comenzó su homilía expresando lo impresionado que estaba por la devoción y la fe que ha palpado durante la Bajada desde que llegó a la isla. «Qué bella tradición. Cuántas maneras de agradecerle a la Virgen su amor. Cuántos poniendo lo mejor de sí para recibirla. Qué bella la música, la poesía, los bordados, cuántas alhajas, cuántos vivas a la Virgen» –indicó Vives para continuar recordando el significado de la nieve en la antigüedad para el pueblo de Israel. «La nieve está muy ligada con la bendición. Esta Virgen que protege a La Palma nos habla de bendición.»
Monseñor Vives hizo hincapié a lo largo de su homilía en la idea de que la Virgen de las Nieves, «no solo baja, sino que se abaja». «María se pone en camino a prisa, es la celeridad del amor. Ella nos invita a abajarnos. María hace bajar gracia y bendición. Le damos ‘vivas’ porque es ella la que se ha acercado a nosotros». Y haciendo referencia al Evangelio proclamado en la misa sobre la visitación de la Virgen a Isabel, Vives expresó: «¡Qué grande que la madre de nuestro Señor venga a visitarnos».
En otro momento de su homilía el prelado de Urgell recordó que la Virgen María tiene un amor preferencial con los más pobres. «¿Por qué baja la Virgen? Sobre todo, para encontrarse con los más desfavorecidos» –indicó.
Por último, monseñor Vives, en sintonía con el lema de esta Bajada, «María, Madre de nuestra Esperanza», hizo referencia a ocho propuestas esperanzadoras recogidas en el documento firmado por los obispos españoles «la Iglesia servidora de los pobres»: 1.-Promover la conversión; 2.-Cultivar una espiritualidad que impulse al compromiso social; 3.-Apoyarse en la evangelización; 4.-Darse cuenta que la caridad anuncia a Cristo; 5.-Promover el desarrollo integral; 6.- Defender a la familia; 7.-Propiciar una economía inclusiva y 8.- Animar la comunidad.
El obispo de la Seu d’Urgell concluyó su homilía deseando que la «Virgen baje cargada de estas bendiciones». Al final de la Misa se impartió la bendición papal.
