A través de la etiqueta #JPIIenSevilla1993, usuarios de las redes sociales publicaron sus fotografías y recuerdos del XXV aniversario de la visita de Juan Pablo II a la capital andaluza.
En las distintas plataformas digitales se observaron comentarios, retuits y me gusta a los post colgados desde la cuenta oficial de la Archidiócesis de Sevilla.
“Allí estuve yo, yo era una chica de aquellas que lloraba y gritaba llena de emoción, gracias por compartirla”, escribió Sandra Geniz Hermosilla en la imagen donde se observa al Papa saludando a los jóvenes congregados en la Plaza Virgen de los Reyes.
“Yo también estuve, y lo despedimos cantando sevillana… Algo se muere en el alma cuando un amigo…. qué buenos recuerdos”, mencionó Maria González de Aguilar.
“Sigue estado en el corazón de Sevilla”, comentó Ana María Rincón Marín en la gráfica posteada en la fanpage de la Archidiócesis de Sevilla donde se aprecia a Juan Pablo II asomado en el balcón de la Giralda el 12 de junio de 1993, a las 12.40h.
Los usuarios de Facebook aprovecharon la ocasión para recordar también a monseñor Carlos Amigo Vallejo: “Un fuerte abrazo a nuestro Amigo Vallejo arzobispo, que Dios le bendiga y le de mucha salud” (Mercedes Jiménez).
Más testimonios: “Allí andaba yo desde la 7 de la mañana, junto a la Fuente, detrás de mi la torreta de los periodistas de TVE, frente a mi la Giralda, desde ahí vi en primera persona al Santo Padre, rezar el Ángelus, esa noche y fuera de protocolo, los jóvenes fuimos a darle a el Papa, las buenas noches, cantándole junto a Amigos de Gines, que estaban a los pies de la Giralda, la célebre Sevillana, algo se muere en el alma, cuando un amigo se va”, expresó Justo Rodríguez.
También en Twitter, empleando el hashtag #JPIIenSevilla1993, diversos usuarios compartieron sus remembranzas de los momentos más emblemáticos que protagonizó el pontífice 25 años atrás a propósito de la clausura del XLV Congreso Eucarístico Internacional.
María Gallego citó el evangelio de san Mateo “Dejad que los niños se acerquen a mi” para precisar el inolvidable instante en que el santo padre cogió a su primo Humberto para bendecirlo el caluroso 13 de junio de 1993. “Hoy es un día para dar #Gracias a Dios por este momento
