Las Religiosas Calasancias Hijas de la Divina Pastora nacimos como fruto de la respuesta de San Faustino Míguez de la Encarnación, sacerdote escolapio, a la llamada de Dios. En Sanlúcar de Barrameda conoció la falta de atención y la deficitaria educación que se ofrecía a la mujer y, al igual que San José de Calasanz en Roma al ver a los niños, tampoco San Faustino pasó de largo ante esta realidad de las niñas. Y se comprometió.
Así fue cómo en 1885 en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) brotó una nueva rama en el árbol calasancio: las Hijas de la Divina Pastora Calasancias, mujeres llamadas por Dios y apasionadas por su Reino. Ese Reino del que Jesús dice «es de los que son como niños» (cf. Mt 19,14). Mujeres que siguen a Cristo, Buen Pastor, que pasó por la vida haciendo el bien; que abrazaba y bendecía a los niños.
Nos caracteriza el amor a María, Madre y Pastora, que es modelo de fidelidad en la entrega.
Cultivamos la humildad y vivimos con sencillez, que nos ayuda a hacernos pequeñas con los pequeños.
Hemos escuchado la llamada de la Iglesia a compartir el carisma con los laicos y estamos escribiendo en nuestra historia «un nuevo capítulo rico de esperanzas», compartiendo vida y misión desde el carisma calasancio de Hijas de la Divina Pastora.
En la actualidad la comunidad religiosa de Calasancias en Sevilla está formada por seis hermanas, que comparten la misión con alrededor de 60 trabajadores docentes y no docentes, y más de 50 agentes voluntarios de pastoral.
Nuestra historia en Sevilla comenzó el año 1944, siendo cardenal de la Archidiócesis Pedro Segura Sáenz, quien tuvo gran relación con la congregación. Una de sus hermanas, que se llamaba Elena, tenía gran devoción a la Divina Pastora, advocación que estaba muy extendida por toda Sevilla. De ahí el nombre que recibe el Colegio recién fundado: Colegio Santa Elena.
El lugar elegido es el conocido Barrio del Porvenir, construido en torno a la Exposición Iberoamericana de 1929. Su arquitectura es de chalets y arbolados, y se construyó como ciudad del futuro, “del porvenir”. Se convierte en un barrio bien situado y comunicado por grandes avenidas. Nuestro Colegio estaba situado entre tres calles: Porvenir, Brasil y la Avda. de la Borbolla, donde estaba la entrada principal, enfrente del Parque Mª Luisa.
De las crónicas del colegio sabemos que empezó a funcionar el 6 de enero 1945. El colegio tenía mucha vida y una gran actividad. En párvulos la educación era mixta y se formaron niños y niñas, aunque en los cursos superiores era un colegio femenino.
En enero de 1967 se ve la necesidad de comprar un terreno y construir un edificio propio. La apertura del nuevo centro “Colegio R.R. Calasancias” fue en el curso 1969-70, terminando las obras poco a poco. El colegio estaba rodeado de fábricas y del antiguo ABC. Era una zona alejada y con poco alumnado cerca, por lo que se hacían rutas de autobuses y se recogían alumnos de distintas zonas de Sevilla. Esto creó desde un principio un clima familiar, donde se acogía a todo el mundo y donde los alumnos, que pasaban muchas horas entre clases, comedor y actividades, se sentían en casa.
La ciudad de Sevilla fue creciendo y nuestro barrio, que originariamente estaba casi en la periferia de la ciudad, se localiza hoy en día en una zona céntrica. Ahora bien, la vía ferroviaria que a la espalda del colegio recorre desde hace años parte de la ciudad, determina otra zona de la ciudad.
En la actualidad la mayoría de los más de 650 alumnos que forman parte de nuestro colegio pertenece al entorno más cercano, bien porque viven cerca del colegio o bien porque sus familias trabajan cerca (normalmente en el Hospital Virgen del Rocío o en la Consejería de Agricultura – edificios que flanquean hoy nuestro centro).
Las puertas de nuestro colegio, siempre abiertas a todos, acoge a alumnos de un lado y otro de la vía del tren, y constatamos que esta es una de las fortalezas y riquezas que tenemos. Porque desde la riqueza personal de cada uno, desde los dones y talentos compartidos, vamos creciendo en familia Y todos los que hoy pertenecen a nuestra Comunidad Educativa sigue sintiéndose en casa, “en su casa”.
El Colegio Religiosas Calasancias de Sevilla es un centro que responde a las necesidades de la educación hoy, manteniendo un ambiente cercano y familiar, conociéndonos todos desde una atención muy personal a alumnos y familias, que no cambia con los años. Ofrecemos una calidad educativa sin olvidar que el objetivo de nuestro colegio desde sus comienzos siempre ha sido evangelizar educando, acompañar a los niños y jóvenes en su proceso de crecimiento humano y cristiano.
Religiosas calasancias