La tarde del jueves tuvo lugar en el Arzobispado de Sevilla una de las dos sesiones plenarias que la Delegación Diocesana de Hermandades y Cofradías celebra al cabo del curso pastoral. A esta cita, que presidió el arzobispo, monseñor Saiz Meneses, y que moderó el delegado diocesano, Marcelino Manzano, asistieron diecinueve presidentes de consejos locales de hermandades de las siguientes localidades: Alcalá de Guadaíra, Arahal, Carmona, Coria del Río, Dos Hermanas, Écija, El Viso del Alcor, Estepa, Las Cabezas de San Juan, Lora del Río, Los Palacios y Villafranca, Mairena del Alcor, Marchena, Morón de la Frontera, Osuna, Paradas, Sanlúcar la Mayor, Sevilla capital y Utrera.
Al comienzo del encuentro, los representantes de los consejos locales expusieron al arzobispo las características y programaciones de las hermandades de cada localidad, así como las tareas de coordinación que competen a cada Consejo. Posteriormente tomó la palabra el delegado diocesano, que presentó los acentos pastorales del próximo curso, así como las acciones a tener en cuenta. La carta de inicio de curso de monseñor Saiz que vio la luz el pasado día 8, ‘La esperanza no defrauda’, marcará la pauta a seguir en esta delegación.
Finalmente intervino el arzobispo, que animó a los presidentes de los consejos locales a seguir con sus tareas de culto, caridad y evangelización. Reiteró que las hermandades son “un don para la Iglesia, un gran regalo”, pero al mismo tiempo les aconsejó “evitar la tentación de caer en la autocomplacencia”.
El reciente decreto sobre el culto externo también fue abordado en esta primera sesión del curso de la Delegación Diocesana de Hermandades y Cofradías. Al respecto, monseñor Saiz Meneses explicó que vio la conveniencia de regresar a la normalidad en el culto externo, pero hizo una llamada a “ser muy prudentes y a que todas las hermandades sean cumplidoras de las indicaciones de las autoridades sanitarias”.
En su perfil personal de twitter, monseñor Saiz reiteró este llamamiento a los cofrades: “comenzamos el nuevo curso con ilusión y esperanza, con la confianza puesta en el Señor y en María Santísima, también en los hermanos, afrontando los nuevos retos con responsabilidad”.
