El Arzobispo de Sevilla ha dirigido una carta a los fieles de la Archidiócesis con motivo del Día del Emigrante y el Refugiado, en la que afirma que los inmigrantes “sois para nosotros una bendición, en primer lugar para la comunidad cristiana, y también para toda la sociedad”. Monseñor Asenjo recalca la riqueza que supone la aportación cultural de los inmigrantes para la comunidad de acogida, así como la participación de personas procedentes de países tan dispares en las celebraciones eucarísticas de las parroquias sevillanas.
Más adelante pide perdón en nombre de la comunidad cristiana “por las veces en que entre nosotros se ha traslucido falta de caridad o, incluso, xenofobia”. Al respecto, el Arzobispo explica que “el corazón de los cristianos algunas veces se contagia con actitudes mundanas como el rechazo de lo distinto, o la valoración de las situaciones sociales sólo desde una óptica económica. la Iglesia de Dios en Sevilla -añade- tiene que crecer en acogida creativa a los inmigrantes que habéis venido a nosotros”.
Con la infancia inmigrante
Tras recordar el mensaje del papa Francisco con motivo de esta jornada, monseñor Asenjo subraya que muchos niños se convierten cuando emigran en el grupo más vulnerable de los inmigrantes, “pues acaban fácilmente en las garras de lo más bajo de la degradación humana”.
Termina su carta denunciando “como inhumana y profundamente insolidaria” la actitud de los países europeos ante la crisis de los refugiados de Oriente Medio. “Ninguna sociedad puede tenerse por cristiana si desoye el clamor de inocentes que necesitan ayuda”.
(Foto: elmigrante.com.ec)
Puede ver el texto y audio íntegro de la carte en este enlace.