La Hermandad Obrera de Acción Católica celebrará el Día de la HOAC el próximo domingo 18 de abril, con una serie de actos bajo el lema genérico «Inmigrantes: romper fronteras, construir humanidad». En su comunicado abogan por la «integración mutua» de los inmigrantes.
El Día de la HOAC es una celebración anual en la que esta institución quiere compartir con la ciudadanía y con la comunidad eclesial la realidad actual del mundo obrero, este año centrada en las trabajadoras y los trabajadores inmigrantes", según reza el comunicado hecho público. Con ello, "queremos expresar nuestra experiencia de vida y de acción humanizadora y evangelizadora en el mundo obrero".
Reproducimos a continuación el referido comunicado: "Creemos necesario pararnos a ver y analizar la situación actual de las personas inmigrantes en nuestro país: sus rostros, las causas de su venida, los efectos de la crisis económica –que, como más débiles, padecen de modo más grave-, la nueva Ley de Extranjería y su aplicación –que se lleva a cabo en muchos casos de modo despiadado e inhumano-.
Ante la inmigración, la actitud cívica y política más humana y a la par más inteligente es la integración mutua: los inmigrantes han de asumir los aspectos fundamentales y positivos de nuestro acerbo cultural y social, a la vez que nosotros hemos de aceptar también los valores apreciables de sus tradiciones culturales. La integración supone también tratarles con respeto y solidaridad y establecer con ellos relaciones sociales, laborales e institucionales.
Como cristianos, hemos de dar un paso más: las personas inmigrantes, revestidas de una inviolable dignidad, son hijos e hijas de Dios, hermanos y hermanas, que hemos de acoger y hacer destinatarios de nuestra acción justa y solidaria, de nuestro amor fraterno. No es sólo cuestión de romper fronteras: hay que construir humanidad. No sólo es cuestión de permitir que algunos emigren: hay que hacer un mundo más fraterno. Eso significa que a mí me tiene que doler cuando alguien lo pasa mal allí o aquí.
Así pues, tenemos ante nosotros la ingente tarea de humanizar nuestra cultura y nuestra sociedad, comenzando por el reconocimiento de la dignidad humana y de los derechos humanos de todos, de las trabajadoras y los trabajadores empobrecidos y, entre ellos, de los inmigrantes.
La Iglesia hemos de convertirnos, desde el Evangelio y su Doctrina Social, al amor afectivo y efectivo, a la solidaridad real con los inmigrantes. Abundan en bastantes miembros de la Iglesia valoraciones y actitudes de indiferencia, discriminación e incluso de rechazo hacia ellos, que no son dignas de una conciencia cristiana.
Queremos que el Día de la HOAC sea un momento festivo, abierto, ilusionado y constructivo donde celebrar y compartir la vida de la HOAC con el mundo obrero y de reflexión y denuncia de la realidad conflictiva que está afectando a la vida de estos trabajadores y trabajadoras inmigrantes".