La Delegación diocesana de Migraciones celebró ayer, 17 de diciembre, la tradición navideña de ‘las Posaditas’ con los inmigrantes hispanoamericanos presentes en la Archidiócesis. Esta tradición rememora el viaje de María y José hasta Belén, donde pedían posada, hasta que sólo le permitieron hospedarse en un pesebre. En ella hay dos coros que dialogan con el canto: uno canta con María y José, que piden alojamiento; y otro va cantando negándole la entrada. Al final, al concederle la entrada, todos cantan con los “divinos peregrinos”. El “viaje de los peregrinos” fue de la Parroquia de la Blanca Paloma hasta la de la Candelaria, donde hace algunos años ya se había celebrado esta tradición.
En palabras de Joaquín Castellón, delegado diocesano de migraciones, “fue una celebración muy entrañable y festiva”, en la que participaron alrededor de 150 personas de distintas nacionalidades: salvadoreños, paraguayos, nicaragüenses, peruanos, guatemaltecos, mejicanos, ecuatorianos, etc. La fiesta concluyó con una merienda compartida.