‘El mundo no necesita más comida, necesita más gente comprometida’ es el lema de la 58 Campaña contra el Hambre de Manos Unidas, una oenegé de la Iglesia Católica, formada por miles de voluntarios que ayuda al desarrollo de los países del Sur.
El pasado miércoles se presentó en el Arzobispado de Sevilla esta Campaña, cuyos principales propósitos son concienciar contra el desperdicio de comida, denunciar la especulación de los alimentos y apostar por una agricultura más ecológica y un consumo sostenible.
Para ello y para llevar a cabo los cientos de proyectos que pone en marcha Manos Unidas cada año, se realiza una colecta especial cada segundo domingo de febrero. Así, está previsto que durante la colecta parroquial del próximo día 12 tenga lugar una monición justificativa que invite a colaborar con la Campaña y se lea un manifiesto publicado por la oenegé católica.
“Desde Manos Unidas Sevilla agradecemos los donativos de los feligreses –ha asegurado su presidente, Joaquín Sainz de la Maza– y les pedimos un mayor compromiso, como reza el lema de este año, para acabar con el desperdicio de alimentos”.
Día del Ayuno Voluntario
Previamente, el viernes, 10 de febrero, Manos Unidas invita a participar en el Ayuno Voluntario, una iniciativa que se viene desarrollando desde hace más de cincuenta años y que consiste en guardar el dinero de un almuerzo, un desayuno, un postre…para donarlo a los empobrecidos.
Manos Unidas pide, por tanto, un gesto de generosidad y compromiso con las más de 800 millones de personas que cada día pasan hambre en el mundo, con aquellos que ayunan a diario por obligación. “Este viernes pedimos un cambio de actitudes y costumbres, extensible a los 365 días del año”, apuntan desde la oenegé.
