Hoy vamos a proponerles salir, viajar, conocer otros sitios, seguramente distintos de los que nos marcan habitualmente las ofertas de las agencias de viaje. Lugares con un marcado componente religioso que lo convierten en destinos muy especiales. Son las peregrinaciones, viajes que, por cierto, no tienen que llevarnos necesariamente fuera de nuestras fronteras, ni tan siquiera más allá de los límites de la Archidiócesis. El delegado diocesano de Peregrinaciones es, desde el pasado mes de septiembre, el sacerdote sevillano Manuel Soria, párroco de Santas Justa y Rufina, en Triana.
Antes de entrar en materia, y ya que estamos en Cuaresma, ¿echa en falta aquella responsabilidad como delegado diocesano de Hermandades?
Lo cierto es que no. Cuando dejé la delegación me dediqué a trabajar en mi parroquia, solo y exclusivamente. Y estoy entregado a la Cuaresma dentro de la vida de la parroquia.
Vayamos con las peregrinaciones. Y empecemos por lo evidente: no se trata de viajes al uso, y no sólo porque en la expedición suela viajar un sacerdote.
Es un viaje religioso y con un contenido espiritual, además de la experiencia de convivencia entre las personas que comparten la peregrinación. Es una experiencia de encuentro personal con el Señor.
¿Es algo que queda claro antes de partir, los peregrinos van predeterminados a vivir esa experiencia?
Por lo que yo vengo observando, sí. Las personas que se apuntan a una peregrinación van buscando la experiencia del encuentro con las personas y del encuentro con el Señor.
El pasado miércoles tuvo lugar una peregrinación muy cerca, a Écija ¿Por qué este destino?
Écija fue la primera peregrinación de este año, coincidiendo con el festivo del Día de Andalucía. Y es que uno de los temas que queremos tocar en la delegación es el de los santos relacionados con la Archidiócesis. La ciudad de Écija cuenta con muchos santos, que son naturales o relacionados con la ciudad, y en esta peregrinación hemos conocido quiénes eran estos testigos del Señor, y esos hijos de la Iglesia.
El programa de la Delegación de Peregrinaciones suele contemplar trayectos más largos: Roma, Santiago, Lourdes, Tierra Santa…
No olvidamos algunos de estos destinos, pero este año la opción va más relacionada con los santos sevillanos. Por ejemplo, san Fernando. Queremos durante tres años visitar los lugares vinculados con el santo patrón. Así, del 27 de abril al 1 de mayo visitaremos Valladolid, Zamora, León, Toro, Peleas de Arriba y Valparaíso. Este es el primer año que lo vamos a hacer y en años sucesivos iremos a otras ciudades relacionadas con san Fernando.
Si le pregunto por un destino, un lugar que todo cristiano debería conocer, imagino que nos llevará bien lejos de aquí.
Jerusalén. Considero que todos los cristianos deberíamos tener la experiencia de pasar por Jerusalén, de sentir el frescor de los olivos de Getsemaní, de ponernos de rodillas delante del Santo Sepulcro, ponernos también de rodillas en el Calvario, en la piedra de la Resurrección dentro del Santo Sepulcro… Contemplar el lago de Galilea que contempló el Señor, sentir el Evangelio, vivir el Evangelio en lugares donde acontecieron los hechos que nos narran.
Hay quien califica esa experiencia como ‘el quinto Evangelio’.
Es que hay un antes y un después en la vida con esta peregrinación, porque las experiencias son fuertes. Cuando lees el Evangelio en el lugar donde aconteció ese hecho… Ese momento te marca. Aparte de las celebraciones y las experiencias entre la gente.
¿Colaboran desde la Delegación con las parroquias, hermandades o comunidades que desean organizar sus propias peregrinaciones?
Si, estamos comenzando a trabajar este aspecto. Si algún compañero sacerdote, desde su parroquia, organiza alguna peregrinación a Tierra Santa o a algún lugar en el que tengamos experiencia, les facilitamos el material necesario.
