Desde el año 2012, Cáritas, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y Redes suman esfuerzos para liderar una estrategia conjunta de presencia pública orientada a dar voz a un modelo alternativo de desarrollo en el que las personas empobrecidas sean las protagonistas. Esta iniciativa recibe el nombre de Enlázate por la Justicia que actualmente está desarrollando la campaña ‘Si cuidas el planeta, combates la pobreza’. Tres de sus representantes –Isabel Cuenca (Justicia y Paz), Ainhoa Ulla (Cáritas Diocesana) y Lucía Muñoz (Redes) explican en qué consiste.
Hay muchas plataformas y oenegés, también católicas, que lanzan un mensaje parecido a Enlázate ¿qué tiene esta entidad que la hace necesaria para el mundo de hoy?
Isabel: Desde mi punto de vista, lo que más valoro es el momento de comunión tan impresionante que tenemos. Me admira que organizaciones tan potentes como Cáritas Diocesana, Manos Unidas o Redes, con la cantidad de colegios e instituciones que ahí se enmarcan, hayan decidido trabajar juntas, sin protagonismos ni ningún problema de logos. Se trata de poner sobre la mesa lo que sabemos, nuestras capacidades, actitudes y luces al servicio de la sociedad y de la Iglesia. Precisamente es esto lo que siempre se valora desde las organizaciones, el buen trato entre nosotras, porque ciertamente cada vez que nos reunimos salimos reforzadas.
Desde Enlázate por la justicia se busca, además, hacer protagonista a los empobrecidos. ¿Por qué os referís a empobrecidos y no pobres?
Isabel: Cuando hablamos de pobres parece que es algo que viene dado, pero si nos referimos a empobrecidos detectamos un matiz que implica que hay otra persona enriquecida, es más, enriquecida en grado sumo. Si una pequeña parte de la población, que viene a ser menos del 20 %, consume el 80% de los recursos, realmente está dejando a los demás sin acceso a ellos, es decir, los está empobreciendo. Por eso, al hablar de empobrecidos demostramos que es una acción que puede y debe ser revertida.
De todo ello habláis en la campaña ‘Si cuidas el planeta, combates la pobreza’, que tiene mucha relación con la encíclica Laudato Sii del papa Francisco.
Ainhoa: Efectivamente, el Papa nos llama en su encíclica a escuchar no sólo el clamor de la Tierra, sino el clamor de los pobres. El pontífice es capaz de vincular una cosa con la otra y tratarla como una horrible consecuencia. De todos es sabido que el planeta sangra desde hace muchos años, no sólo por la abundancia y el consumo de recursos del primer mundo que empobrece a los más vulnerables, sino también por las grandes catástrofes que sufre la Tierra, por culpa también de un cambio climático innegable. Con esta asociación del papa Francisco y esa invitación a escuchar este clamor, desde Enlázate por la justicia nace la campaña ‘Si cuidas el planeta, combates la pobreza’ que nos anima, sobre todo, a cambiar poco a poco nuestras actitudes y pequeñas acciones en nuestro día a día, concienciarnos y sensibilizarnos de que cada gesto puede tener una consecuencia en el hermano. Igualmente, nos hace tomar conciencia de que la Creación no es sólo el suelo que pisamos, la tierra que cultivamos y el agua que bebemos, sino que nuestro hermano es el mayor regalo que tenemos de la Creación y también hay que cuidarlo.
Precisamente esto lo dais a conocer a través del Decálogo Verde…
Lucía: Así es, hemos redactado un decálogo cuyos principios vamos publicando cada dos meses porque la campaña dura dos años. Con ello pretendemos poner el acento de un aspecto concreto de la campaña y reflexionar sobre él. Este decálogo está pensado para el trabajo con personas adultas, mientras que hemos desarrollado otro decálogo verde infantil, que se ve en los colegios.
Para terminar ¿cómo convencer a la sociedad –y convencernos todos- de que podemos hacer algo por el planeta y contra la pobreza?
Isabel: Para contestar esta pregunta voy a cederle la palabra al Papa para terminar con una frase de la Laudato Si que nos sirve a todos: “Muchas cosas tienen que reorientar su rumbo, pero ante todo la humanidad necesita cambiar. Hace falta la conciencia de un origen común, de una pertenencia mutua y de un futuro compartido por todos. Esta conciencia básica permitirá el desarrollo de nuevas convicciones, actitudes y formas de vida”.
Lucía: Es decir, nos tenemos que convencer, tiene que salir de nosotros mismos, que podemos y es necesario que hagamos algo, pequeñas acciones personales que vayamos sumando entre todos. Es tan sencillo como cambiar actitudes en casa para ser más sostenibles como ahorrar agua, apagar la luz al salir de una habitación o usar pañales de tela.