Más de un centenar de sevillanos se han dado cita en la Iglesia romana de Montserrat de los Españoles durante la tarde del sábado 26 de abril, en las vísperas de la Eucaristía en la que serán canonizados los beatos Papas Juan XXIII y Juan Pablo II.
El arzobispo de Sevilla ha concelebrado la Eucaristía con Miguel Ángel Bernal, delegado diocesano de Peregrinaciones, y con un grupo de sacerdotes procedentes de Sevilla o estudiantes en centros pontificios de la capital italiana. El cardenal arzobispo emérito, mons. Carlos Amigo Vallejo, ha recibido a los peregrinos y ha departido con ellos antes del comienzo de la misa y de dirigirse a la recepción que poco después tendría lugar en la Embajada Española ante la Santa Sede con motivo de las canonizaciones.
En el curso de su homilía, mons. Juan José Asenjo recordó algunos momentos vividos junto a Juan Pablo II, y destacó de forma especial su recogimiento en la oración: «viéndole rezar tuve la impresión de que estaba delante de un santo», afirmó. Calificó al pontífice polaco como «un párroco del mundo» y subrayó su especial relación con los jóvenes.
También tuvo palabras hacia «el Papa bueno», Juan XXIII, y destacó la trascendencia del Concilio Vaticano II que el pontífice italiano convocó. Además de los peregrinos llegados desde Sevilla, la misa contó con la participación de una representación de la comunidad romana de las Hermanas de la Cruz.
Regalo de un busto de Juan Pablo II a la iglesia de Montserrat
Al término de la Eucaristía, la Fundación Juan Pablo II de Sevilla (Santo Súbito) hizo entrega de un busto del Papa beato a la Iglesia de Montserrat, idéntico al que regalaron recientemente a los Centros de Orientación Familiar de la Archidiócesis de Sevilla (COFs).