El próximo domingo se celebrará en Tocina (Sevilla) un acto cargado de emotividad por lo que supone de reconocimiento unánime de una trayectoria vital caracterizada por la entrega a los demás.
El protagonista a título póstumo será el sacerdote y misionero, Miguel Benítez Gutiérrez, que falleció en Itacoatiara (Brasil) el 31 de agosto de 2007.
A las cuatro y media de la tarde del domingo está previsto el inicio del cortejo desde el cementerio municipal. Los restos mortales de Miguel Benítez serán trasladados a la ermita de la Soledad, donde se procederá a su enterramiento definitivo. En torno a las cinco de la tarde, cuando el cortejo llegue al Ayuntamiento, en la Plaza de España, se procederá a la lectura del acta por el que se le nombra hijo predilecto de la villa de Tocina, y a la imposición de la correspondiente medalla. A continuación, la comitiva proseguirá su trayecto hasta la mencionada ermita, donde se celebrará una Eucaristía que presidirán el vicario episcopal, Marcelino Manzano; junto al párroco de San Vicente Mártir, Jaime Conde; y los sacerdotes de la Vicaría.
La sangre de los mártires
La inquietud misionera de Miguel Benítez -junto a la de Paco, otro sacerdote nacido en Carmona-, se puso de manifiesto tras la noticia del asesinato de monseñor Romero, en marzo de 1980. Así lo recuerda el delegado diocesano de Misiones, Eduardo Martín Clemens, en una carta dirigida a los sacerdotes de la Archidiócesis: «después de la cena Miguel y Paco, quienes entonces cursaban sus primeros años de Filosofía, me dijeron que querían hablar conmigo. Nos reunimos los tres y pude percibir lo afectados que estaban, ya que tenían mucha inquietud misionera. Yo les dije pues cuando un misionero muere mártir, otro debe ocupar su lugar….»
Paco falleció al poco de llegar a Zambia, y sus restos reposan en Santa María de Carmona, donde su madre acude a diario a escuchar misa junto a la sepultura de su hijo. El próximo domingo, Miguel recogerá a título póstumo el reconocimiento oficial de un pueblo que ya lo tenía considerado entre sus mejores hijos.
