Tras el descanso estival.
Coincidiendo con el comienzo del curso pastoral, el lunes retomó sus sesiones de trabajo el Consejo Episcopal de la Archidiócesis de Sevilla tras el período estival. Según se establece en el estatuto de la Curia, el Consejo es un órgano colegiado estable presidido por el arzobispo que cuida de que la actividad jurídica y pastoral esté "dotada de la adecuada coherencia y unidad de criterio en los asuntos más importantes, evitando los actos tardíos, contradictorios e ineficaces y todo tipo de desajustes en la acción de gobierno". Además del arzobispo y el obispo auxiliar, forman parte del mismo el vicario general, los vicarios episcopales –excepto el vicario judicial-, el ecónomo diocesano, el director del Departamento de Asuntos Jurídicos y el secretario general y canciller de la Curia.
Nuevos miembros
En la sesión de hoy han tomado posesión dos nuevos miembros, resultantes de los nombramientos de vicarios que decretó Mons. Juan José Asenjo el pasado 29 de junio. Concretamente, son nuevos miembros del Consejo Episcopal los sacerdotes Carlos Coloma, como vicario para la Vida Consagrada, y Eduardo Vera, nuevo vicario de Sevilla Oeste.
Cometidos del Consejo Episcopal
El Consejo Episcopal sirve de cauce para que los vicarios puedan consultar al arzobispo los asuntos más importantes a resolver e informarle de las cuestiones importantes ya resueltas, al tiempo que se realizan estas consultas e informaciones en favor y con el concurso de los demás oficios que pertenecen al Consejo. En el seno del Consejo se acuerdan conjuntamente criterios y directrices de acción a la hora de ejercer las competencias propias de quienes lo integran. Además, en sus sesiones de trabajo se preparan futuros actos de gobierno como medio de ayuda al arzobispo. Habitualmente, las reuniones del Consejo Episcopal se celebran las mañanas de los lunes en el Arzobispado.
Este inicio de curso pastoral ha llegado acompañado de una extensa carta pastoral del arzobispo y el obispo auxiliar, en el que se marcan las prioridades pastorales para la Archidiócesis: jóvenes, formación del laicado, los pobres y las familias, sin olvidar aspectos como el conocimiento de la Palabras de Dios, la apertura del Seminario Menor (institución que abre sus puertas el próximo viernes, si bien la inauguración oficial será el día 24), la constante promoción de las vocaciones y la preparación para la declaración como doctor de la Iglesia de San Juan de Ávila.
