El Arzobispo de Sevilla ha escrito una carta con motivo del inicio de la Semana Santa, el Domingo de Ramos. En la epístola «dirigida especialmente a los cofrades de nuestra Archidiócesis» espera que «todos hayamos vivido responsablemente la Cuaresma, sin echar en saco toro la múltiple gracia que el Señor ha derramado sobre la Iglesia en este tiempo». Respecto a la Semana Santa, recuerda que la «Iglesia nos invita a entrar de lleno en el misterio que constituye el centro y el corazón de nuestra fe, a seguir de cerca al Señor en su entrada triunfal en Jerusalén, a penetrarnos de los sentimientos de Cristo». En el texto, además, repasa la pasión y muerte de Cristo hasta «la alegría inefable de su resurrección».
Mons. Asenjo anima a vivir la Semana Santa «con autenticidad» y pone de ejemplo a la Virgen, el Apóstol Juan, la Verónica y las santas mujeres de Jerusalén. «Ellos –asegura- nos marcan las únicas actitudes posibles en la vivencia intensa del Misterio Pascual en estos días». Por eso pide que «nos alienten y acompañen en nuestra inmersión intensa, cálida y comprometida» en este tiempo. Por otra parte, el Arzobispo también insta a todos los cofrades a que procuren que «lo inmediato, la logística material, no os distraiga de lo esencial; que junto a los preparativos externos, tratéis de potenciar también los preparativos interiores que reclaman de nosotros los días más señalados del calendario cristiano». Así, insiste en que es necesario buscar espacios para la oración y reconciliarse con el Señor a través del sacramento del perdón.
También agradece la contribución de las hermandades, porque las estaciones de penitencian hacen que «aquellos acontecimientos que sucedieron hace dos mil años en Jerusalén, se hagan contemporáneos a nosotros, prestando así un servicio impagable a la transmisión de la fe a las jóvenes generaciones».
Para terminar, Mons. Juan José encomienda a Dios que «la Semana Santa sea verdaderamente santa y santificadora, que a lo largo del año viváis la auténtica identidad cofrade, el cultivo de la vida interior, el servicio a los pobres y el amor a la Iglesia».
Carta pastoral ‘Domingo Ramos, Pórtico de la Semana Mayor‘