Desde la Archidiócesis se invita a los sevillanos, católicos o no, a consignar la casilla de ayuda a la Iglesia en la declaración del IRPF. Parte de lo recaudado de contribuyentes sevillanos se destina a otras diócesis con menos ingresos.
El 43,40 por ciento de los sevillanos que presentaron la declaración de la renta en el pasado ejercicio consignaron su contribución a la Iglesia Católica a través del formulario previsto en las liquidaciones del IRPF. Este porcentaje supone un aumento del 0,41 por ciento respecto a la campaña fiscal del año 2012, si bien el número total de declaraciones con asignación a favor de la Iglesia descendió en 3.443, en consonancia con la reducción global del número de contribuyentes.
Según informó el semanario diocesano ‘Iglesia en Sevilla’, este dato refuerza la consideración de la diócesis de Sevilla como una de las más sensibles al llamamiento de la Iglesia para contribuir en su financiación a través de esta modalidad. El calificativo de solidaria de la Iglesia en Sevilla se ve reforzado por el hecho de que no todo lo recaudado a través de las declaraciones de contribuyentes sevillanos repercute en la propia diócesis, ya que parte de esta cantidad se deriva a otras diócesis españolas con menos ingresos.
Transparencia contable
La Archidiócesis se está sometiendo estos días a una auditoría interna, al igual que el resto de diócesis españolas, en un ejercicio de transparencia contable que se ve reforzado por la publicación cada año de las cuentas correspondientes a cada ejercicio económico. En estos informes anuales se deja constancia del destino de lo que la Iglesia recauda en Sevilla, que va a parar al sostenimiento del clero, la construcción de nuevos templos, restauraciones y la financiación de su labor pastoral y asistencial, como apartados más significativos.
La Iglesia con los más necesitados
Algunos datos hablan a las claras del compromiso social de la Iglesia en Sevilla. En el área de la salud, la Iglesia atendió el pasado ejercicio a 119.954 personas en los dos hospitales gestionados por la Orden Hospitalaria San Juan de Dios; asistió a 2.477 personas en los 35 centros dedicados a ancianos, enfermos crónicos, inválidos y minusválidos; recibió a 649 niños en 22 orfanatos y centros de tutela de la infancia; 840 niños utilizaron los servicios las 12 guarderías gestionadas por instituciones religiosas en Sevilla; 149 personas afectadas por algún tipo de adicción acudieron a alguno de los tres centros de rehabilitación ubicados en la provincia; y 165 mujeres fueron acogidas en los tres centros disponibles para la atención de víctimas de violencia o personas que desean salir de la prostitución.
En otro ámbito, los 13 centros que se dedican a mitigar la pobreza ayudaron el pasado año a 293.074 personas en Sevilla; 5.392 personas han recibido asesoramiento laboral en las 13 instituciones eclesiales dedicadas a la promoción del trabajo; los siete centros creados para dar asistencia y orientación a inmigrantes y prófugos recibieron demandas de ayuda de 479 personas; y 1.025 personas fueron atendidas en dos iniciativas eclesiales localizadas en el Polígono Sur (proyecto Don Bosco y proyecto Fraternitas). Estos son los datos más llamativos de una acción social que abarca la práctica totalidad de las demandas de ayuda de un sector de población más numeroso como consecuencia de la crisis que padecemos.
Estas cifras son el reflejo de un porcentaje importante de la acción caritativa y social de la Iglesia en Sevilla, si bien no se ha contabilizado una parte de las iniciativas que llevan a cabo las Cáritas parroquiales, hermandades, movimientos y comunidades eclesiales.
