Leer su Evangelio quizá sea la mejor manera de celebrar a San Marcos, ahora que no hay ni procesiones ni podemos salir de casa.
Este 25 de abril es el día de San Marcos. Y son muchos los pueblos de nuestra diócesis que lo celebran, con devoción, encomendando los campos y el ganado a este santo protector. Sin embargo, este año se presenta sin celebraciones, sin procesiones, sin roscos que repartir,…. El estado de alerta sanitaria ha hecho que todos estos actos, a los que habitualmente concurren muchos fieles, hayan sido cancelados
Así ha ocurrido en Lugros, donde ayer se tendría que haber comido el potaje de garbanzos y hoy se tendrían que haber entregado los roscos. O en La Peza, donde se suelen disparar muchos cohetes, que hoy no se oirán. Tampoco habrá procesiones ni roscos en Beas de Guadix, o en Polícar, o en Jérez del Marquesado, o Lanteira, o Alquife, o Huélago, o Freila,… La verdad es que son pocos los pueblos de nuestra diócesis que no celebren, de una u otra manera, a San Marcos.
Pero este año tendrá que ser vivido en la intimidad de cada casa, pidiendo en nuestro interior a San Marcos la bendición de nuestros campos y ganados, o leyendo el Evangelio que él nos transmitió y que nos presenta lo que hizo y dijo nuestro Señor Jesucristo.
Quizá sea esta la mejor manera de celebrar a San Marcos, ahora que no podemos salir de casa: abrir la Biblia que tenemos en casa, buscar el Evangelio de San Marcos y leer algún pasaje. Por ejemplo, el capítulo 4, que nos presenta la parábola del sembrador, de la semilla que crece despacio y de cómo Jesús calmó la tempestad. “¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?”, les dijo Jesús a aquellos discípulos temerosos ante la movida que había en el mar. Pero Jesús calmó aquella tempestad, como nos ayudará a clamar la tempestad de muerte y sufrimiento que nos azota con este Covid-19, que nos mantiene encerrados y sin poder celebrar a San Marcos como hubiésemos querido.
Antonio Gómez
