El Secretariado Diocesano para las Migraciones pone en marcha esta iniciativa en la que también participa Cáritas Diocesana, para concienciar a la población sobre el drama de la migración. Los llamados ‘círculos de silencio’ no son una iniciativa nueva, pues hace un tiempo que se vienen realizando en distintas diócesis españolas, especialmente en aquellas donde está más presente este drama humano.
Ahora llega a nuestra diócesis gracias al Secretariado de Migraciones y Cáritas Diocesana que convocan a este sencillo gesto de solidaridad de media hora con las personas migrantes y refugiadas para el próximo 29 de enero, miércoles, a las 19.30 h. en la céntrica plaza de las Monjas de la capital, gesto que se repetirá cada último miércoles de mes.
Los ‘Círculo del Silencio’ es una iniciativa que surge en Francia en 2007. Mediante la sensibilización y la denuncia, este movimiento apela a la conciencia de políticos y gobernantes, para hacer posible una política más respetuosa con la dignidad de las personas migrantes, denunciando las injusticias que sufren. Pretende que la sociedad tome conciencia sobre la situación de extrema gravedad que muchas personas sufren en Europa. Es un espacio intercultural e interreligioso, abierto a todas las personas individuales, migrantes o no, y a los diferentes colectivos y entidades.
Desde que se inició esta acción y hasta la actualidad, los Círculos del Silencio se han extiendo en casi todas las ciudades de España y de la frontera norte de Marruecos, con la participación de diferentes colectivos sociales.
En definitiva, se trata de una concentración no violenta, un gesto pacífico a través del cual se proponen y realzan los valores de la solidaridad, la igualdad, el respeto… Promueve la cultura del encuentro y la hospitalidad. Una concentración normalmente silenciosa, por respeto a los que sufren. El silencio también como forma de diálogo, que apela a nuestra propia conciencia y a la de nuestros gobernantes.
Es una concentración de pie y en círculo, postura de dignidad, como dignos son todos los migrantes. En círculo para incluir, para dejar espacio a todos, seamos del lugar que seamos. En definitiva, es el deseo silencioso de que nadie se sienta excluido, descartado de la sociedad.