Las religiosas han conseguido que en estos meses de pandemia no entrara el virus, pero ahora, con la vacuna, comienzan a respirar más tranquilas.
La residencia de ancianos Santa Teresa Jornet, de Guadix, que regentan las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, recibió la vacuna contra la Covid-19, el lunes 4 de enero. Todos en la residencia se vacunaron: desde los usuarios hasta el personal que los cuidan. También las hermanitas y hasta el capellán. Se quiere así que pronto la residencia sea un entorno libre de Covid y, para eso, todos los que están relacionados con los ancianos deben estar vacunados.
La vacuna fue recibida con gran esperanza por parte de los usuarios, que desean volver a su vida cotidiana, a su paseos y salidas como antes, sin miedo a contagiarse. Y es que, desde que comenzó la pandemia, la vida en la residencia quedó alterada, con protocolos de seguridad muy exigentes para prevenir los contagios.
Y las hermanitas y todos los trabajadores lo han conseguido. En estos 9 meses de pandemia han blindado tan bien la residencia que no ha habido contagios del virus. Eso sí, con el coste y el sufrimiento que supone limitar las salidas y las visitas. A cambio, seguro que se han salvado muchas vidas.
A la residencia Santa Teresa Jornet, de Guadix, se desplazó en la mañana del lunes 4 de enero un equipo de sanitarios que administró la vacuna a todos en poco más de una hora. Antes, semanas atrás, los usuarios y los trabajadores habían firmado su consentimiento. Por eso, cuando llegaron las vacunas se recibieron con alegría y, sobre todo, con esperanza, con mucha esperanza. En tres semanas recibirán la segunda dosis de la vacuna y entonces sí que podrán respirar tranquilos y, seguramente, pasear por sus jardines como siempre lo han hecho.
Antonio Gómez