El pasado día 22 de septiembre nos reuníamos el equipo de la Escuela de responsables del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de nuestra Diócesis, en la casa de espiritualidad “San Juan de Ávila” de la Yedra, para dar comienzo nuestro nuevo curso.
Llenos de alegría y esperanza, expectantes ante la nueva situación, pero preparados para celebrar los Cursillos de Cristiandad que están ya previstos en el calendario para realizar.
Estamos muy agradecidos por la gran acogida a los mismos, son muchas las personas que nos transmiten desde distintos pueblos de nuestra Diócesis su deseo de participar en ellos.
Comenzamos con una Eucaristía, dando gracias a Dios por todo y, por tanto. Pedimos por D. Sebastián Guerrero Fernández, nuevo Director de esta casa, por su nueva parroquia en Úbeda y la anterior en Andújar.
Volver a la Yedra es volver a casa y sentirnos familia unida que camina tras los pasos de Jesús para llegar al Padre y que es alentada constantemente por el Espíritu Santo para no flaquear, no dudar, ni sentir desanimo, sabedores de nuestras capacidades, nuestra confianza esta puesta en el Señor que es quien hace todo nuevo.
En el Evangelio del día Jesús nos hace parte de su familia al decir “todo el que escucha y hace la voluntad de mi Padre, ese es mi hermano y mi madre”. Esa misma pertenencia es la que nos mueve a querer acercarnos a quienes todavía no se sienten así. Crear lazos fraternos que nos ayuden a todos y fermentar en la Iglesia, unidos y con las ideas muy claras. Unas ideas fundamentales a seguir, como decía D. Carlos Moreno Galiano en el inicio de la formación de la Escuela, propias del carisma, la madurez eclesial, el fervor del carisma fundacional, el respeto a la libertad de cada persona que tenga su encuentro con MCC y la búsqueda de la comunión y unidad dentro del movimiento y con toda la Iglesia.
Comenzamos este curso, pues, con la oración, formación y la amistad que nos hermana. Lo ponemos en manos de nuestra Madre María, primera peregrina y primera en hacer la voluntad del Padre. Agradecemos a las Hnas. Mercedarias del Santísimo Sacramento, como siempre, su acogida y su cariño.
Equipo de la Escuela de MCC
