La LOMLOE, que se tramita a ritmo acelerado durante la pandemia del COVID-19, arrincona una asignatura que cursan 3,3 millones de niños en España, el 61% de los del sistema educativo.
La iniciativa #ReliEsMas, que aglutina a padres, profesores, cerca de
medio centenar de delegaciones diocesanas de enseñanza y distintas
entidades del ámbito educativo de toda España que promueven la
valoración de la asignatura de religión en el ámbito escolar, ha
conseguido su objetivo de ser trending topic en twitter con la etiqueta
#ParemosLaLeyCelaa. Decenas de miles de personas han reivindicado por
segunda vez (la primera quedada digital fue el 4 de mayo) que se retire
la LOMLOE, una ley de Educación que el Gobierno tramita sin consenso y a
ritmo vertiginoso durante la pandemia del COVID-16 y que arrincona una
materia que en España cursan 3,3 millones de alumnos. Hoy, a las 17h.
(hora Canaria) habrá una segunda oportunidad para visualizar en la red
social y con las mismas etiquetas el descontento de la sociedad española
con esta normativa.
Con la LOMLOE el Gobierno de España rebaja el derecho de las familias
de educar a sus hijos conforme a sus propias creencias y convicciones.
España en su Carta Magna había alcanzado un consenso en materia de
educación que viene reflejado especialmente en sus artículos 16 y 27 y
que, ahora, puede romperse de manera unilateral.
En medio de una crisis sanitaria, social y económica la Sra. Celaá,
Ministra de Educación, tramita en el Parlamento su propuesta de ley
educativa, generando una polémica innecesaria, sujeta a ideología y
carente del necesario consenso educativo, social y político. Ante un
panorama incierto es deseable que la llamada reconstrucción nacional se
apoye en una nueva configuración educativa que no expulse a nadie del
sistema e integre las diferentes sensibilidades con respetuosa armonía.
La propuesta ministerial sin embargo perjudica particularmente a la
enseñanza de la Religión en la escuela, aplicando un laicismo excluyente
ajeno a la Constitución y contrario a la demanda de las familias que,
solo en el modelo de confesionalidad católica, alcanza cerca de
3.300.000 millones de alumnos, más del 61% del total de los alumnos del
sistema educativo. Si la escuela persigue la educación integral no cabe
otra posibilidad que ofrecer la asignatura de religión en condiciones
dignas. De no ser así, se hurtaría el derecho básico que todo alumno
tiene de adquirir las herramientas necesarias para comprender el mundo
desde una perspectiva transcendental e integradora.
La inexistencia de un Pacto de Estado hace que la educación vuelva a
estar sometida a los vaivenes ideológicos de los partidos de turno, en
este caso del PSOE y Unidas Podemos que intentan sin miramiento
arrinconar la asignatura de religión rebajando su carácter académico. En
Europa se imparte religión de modo estable y regular, con una carga
lectiva semanal digna que permite su estudio normalizado. Una vez más,
el Gobierno evita fijarse en Europa o en los países que tienen un alto
grado de éxito escolar como es el caso de Finlandia, Dinamarca, Austria,
Bélgica, Luxemburgo, Suecia, Reino Unido o Alemania.
Proponemos que la asignatura de religión esté presente en el marco
escolar sin tensiones, posibilitando así a los padres el ejercicio de su
derecho a educar a sus hijos conforme a sus propias creencias y
convicciones. Es necesario pues habilitar una solución de consenso que
permita la posibilidad de elegir libremente esta asignatura, con una
carga lectiva digna y con una asignatura alternativa de carácter
académico, con el valor de la evaluación como criterio pedagógico
imprescindible y que sea computable para la media y el acceso a becas.
En el nuevo paradigma al que nos conduce el COVID-19, las grandes
cuestiones existenciales vuelven a adquirir carta de ciudadanía: el
sentido de la vida, del sufrimiento, de la muerte, la dignidad de la
persona, la solidaridad, el bien común… Todas esas preguntas adquieren
respuestas desde las propuestas antropológicas y éticas ofrecidas en la
asignatura de Religión desde sus diferentes perspectivas confesionales.
Tras esta masiva manifestación en redes, desde #ReliEsmas se espera que
la ministra busque el consenso de las mayorías y no simplemente el
equilibrio aritmético parlamentario.