El Rey Felipe VI entregó el Premio de Derechos Humanos Rey de España a la Ong Acoes, que da soporte a la labor misionera de Patricio Larrosa, natural de Huéneja, en Honduras, donde tiene escolarizados a más 11.000 niños, a los que también proporciona salud, alimentos y esperanza.
Patricio Larrosa es un sacerdote de la diócesis de Guadix que marchó hace unos 28 años a Honduras para estar un tiempo como misionero y quedó atrapado por los hondureños. Desde entonces, ha dedicado toda su vida a ayudar a aquellas comunidades, en las afueras de Tegucigalpa, aportando, sobre todo, educación y salud. Hoy son más de 11.000 niños los que asisten al colegio gracias a la labor de Acoes, la Ong que da soporte a toda esta solidaridad, y al propio padre Patricio, como le conocen ya en medio mundo. El martes 11 de febrero recibió el Premio de Derechos Humanos Rey Felipe VI, que entrega el Defensor del Pueblo y la Universidad de Alcalá de Henares. Entregó el premio el Rey Felipe.
Pues bien, uno de los primeros gestos que ha tenido Patricio ha sido presentar y ofrecer este premio a una mujer, ya mayor, que ha ayudado a Patricio desde los primeros años, cuando se inició el envío de los primeros contenedores. Es paisana suya, de Huéneja. Se trata de María, la mujer que tenía la llave del almacén donde se guardaba el material que se enviaba a Honduras. Y ese almacén no era otro que la casa parroquial de Huéneja, que siempre se encontraba llena, hasta los topes de materiales para enviar a Honduras, en espera de completar el contenedor. María era la vecina de esa casa y abría la puerta cuando llegaba un camión con material escolar o con comida. También ayudaba a descargar.
Y como María, otros muchos han ayudado en estos años y ayudan a Patricio en su misión en Honduras. En una reciente entrevista concedida a la delegación de MCS de la diócesis de Guadix, Patricio destacaba “¡cuánta gente hay ayudando, tanto en Honduras como en España!”. Para todos ellos, venía a decir, es este premio, que sirve para reconocer la gran labor silenciosa que realizan todos, “desde hace muchos años, para ayudar a muchas personas en Honduras”. Así lo dijo Patricio, también, en su discurso de agradecimiento ante el Rey y las demás autoridades: agradecimiento a quienes ayudan desde aquí a los hondureños y a los que ayudan allí, en Honduras, desde Acoes, haciendo posible todo lo que tienen emprendido.
Y la historia continúa. Ya se anuncia la preparación de otro contenedor de material para enviar a Honduras, que se va a llenar con lo recogido en Motril y Dúrcal, y que se cargará el próximo sábado 22 de febrero.
Felicitación del obispo de Guadix
El obispo de Guadix, D. Francisco Jesús Orozco, también ha felicitado, nada más conocer la entrega del premio, a Patricio Larrosa: “estamos orgullos de que se le reconozca esta labor, que es reconocerle de alguna manera a la Iglesia que esté siempre pendiente de dignificar al ser humano allí donde Cristo sigue sufriendo y donde sigue necesitando la mano de todos los que, en los más pobre y en los que menos tienen, descubren el rostro de Cristo crucificado. Muchas felicidades, querido Patricio, y muchas felicidades también a Honduras por tener a Patricio. Desde aquí nos estimulas con este premio, también a nosotros, a seguir trabajando, haciendo muy concreta nuestra fe y mirando a nuestro alrededor, para que en los más pobres sigamos descubriendo nuestro servicio a Dios a través de ellos.”
Patricio ahora marcha para Honduras, para seguir con su trabajo allí. Aquí, son muchos los que, desde Acoes, siguen trabajando día a día para hacer posible la labor de Patricio allí. Hay grupos de Acoes trabajando en toda España, de norte a sur. Sin ellos, a quienes se ha reconocido con este premio, no sería posible la gran labor educativa y de promoción del ser humano que, hace más de 28 años, emprendió el padre Patricio y que, una vez más, ha sido reconocida. Un reconocimiento merecido, sin duda.
Antonio Gómez