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ENTREVISTA A MONS. REIG PLA, OBISPO DE CARTAGENA

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Obispo de Cartagena en España, Presidente de la Subcomisión Episcopal de Familia y Vida,

Vicepresidente de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar, Miembro de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, Decano del Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre el Matrimonio y la Familia (Sección Española), dependiente de la Pontificia Universidad Lateranense de Roma,

Gran Canciller de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM) y

miembro de la Comisión para la preparación del V Encuentro Mundial del Santo Padre con las Familias,

a celebrar, Dios mediante los días 8 y 9 de julio de 2006 en Valencia (España)

 

El gobierno de España, que preside don José Luís Rodríguez Zapatero, ha presentado en el Congreso de los Diputados un Proyecto de Ley, que finalmente ha sido aprobado, sobre “Técnicas de reproducción humana asistida”. Aunque todavía faltan pasos para su aprobación definitiva, a la vista de su contenido, ¿qué valoración le merece dicho Proyecto de Ley?

 

Este Proyecto de Ley no es sólo inicuo, sino que puede constituirse en una verdadera arma de destrucción masiva de vidas humanas, así como de la integridad psicológica de los que sobrevivan a ella.

Estamos hablando de un Proyecto de Ley que introduce innumerables propuestas que vulneran el Derecho Natural; sin embargo, sin ser exhaustivos, podríamos destacar, al menos, diez atentados contra los más elementales Derechos Humanos.

Así este Proyecto de Ley: 1) permite la “producción” de seres humanos; 2) facilita las conductas homicidas; 3) determina arbitrariamente quien merece ser considerado persona y quien no; 4) manipula el lenguaje para manipular las conciencias y el derecho; 5) constituye a algunos en dueños de la vida y de la muerte; 6) introduce el peligroso precedente de que el fin justifica los medios; 7) no excluye toda clonación humana; 8) permite la injusticia de que a los hijos se les niegue deliberadamente la posibilidad de conocer a su madre y con más frecuencia a su padre, facilitando por esta razón, que se den relaciones sexuales incestuosas; 9) hace posible con toda naturalidad el “bioadulterio” y el “incesto genético”; y 10) este Proyecto de Ley, afectado por una especie de “Síndrome de Frankenstein”, autoriza la producción de “quimeras” medio-animal / medio-hombre.

 

¿Monseñor, podría explicar de un modo sencillo y breve cada uno de estos diez aspectos que ha enumerado?

 

Naturalmente, con mucho gusto.

 

1) Se permite la “producción” de seres humanos

«La Conferencia Episcopal Española ha denunciado en varias ocasiones la Ley de Reproducción Asistida de 1988 como una ley injusta. En aquella ley, como en el Proyecto que ahora se nos propone, se viola el derecho de los hijos a ser engendrados en el acto fecundo de donación interpersonal entre el padre y la madre, y se les trata como si fueran objetos de producción, lesionando así su dignidad de personas. Aunque es loable el deseo del hijo, no es lícito conseguirlo de cualquier manera». El hijo no es un derecho, es un don.

 

2) Se facilitan las conductas homicidas

Con estas legislaciones se permite la producción de miles de embriones llamados “sobrantes” que son congelados y condenados a un destino incierto. Se llevan a cabo prácticas eugenésicas y abortivas, como las llamadas, según los casos, “selección o reducción embrionarias”, que no consisten en otra cosa que en matar a un ser humano inocente en los primeros momentos de su desarrollo. Estos defectos permanecen en este Proyecto de Ley permitiendo la “producción” in vitro de personas y admitiendo la selección y eliminación de personas en fase embrionaria.

 

3) Se determina arbitrariamente quien merece ser considerado persona y quien no.

Es necesario recordar que «el embrión humano merece el respeto debido a la persona humana. No es una cosa ni un mero agregado de células vivas, sino el primer estadio de la existencia de un ser humano, desde el mismo momento de la fecundación. Todos hemos sido también embriones. Por tanto, no es lícito quitarles la vida ni hacer nada con ellos que no sea en su propio beneficio». Pero el Proyecto de Ley que se ha presentado no reconoce esta dignidad y respeto, sino que durante las dos primeras semanas los consideraría como mero material biológico.

 

4) Se manipula el lenguaje para manipular las conciencias y el derecho

Con el objeto de evitar la pregunta antropológica y ética fundamental sobre el embrión, algunas organizaciones internacionales vienen intentando relativizar el estatuto biológico del mismo, denominándolo en los primeros 14 días, con un término, hasta hace pocos años inexistente, llamado «preembrión». Este confuso término es utilizado también en este Proyecto de Ley. Se trata de una grave manipulación del lenguaje científico, un verdadero sofisma para manipular las conciencias y el Derecho, ya que dicha denominación no corresponde a una base biológica precisa.

Nada sucede del día 14 al 15, o antes o después de su implantación en el útero materno que cambie la esencia del embrión. Embrión o preembrión, día 14 o 15, implantado o no, nos encontramos en cualquier caso, y desde la fecundación, ante un ser humano que sigue su propio curso de desarrollo. Por tanto, desde el momento de la fecundación, pasando por las diversas fases del desarrollo embrionario hasta el nacimiento, existe la persona humana, que no puede ser producida, manipulada ni usada como “material biológico”.

 

5) Se otorga a algunos la capacidad de ser dueños de la vida y de la muerte

Este Proyecto de Ley otorga al equipo médico y a la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida el poder de decisión sobre la existencia de las personas: a ellos correspondería establecer cuantos ovocitos son fecundados, una vez producida la fecundación quiénes podrán seguir su desarrollo natural tras ser transferidos al útero materno o no (selección embrionaria tras realizar el mal llamado “diagnóstico” preimplantacional, que “curiosamente” no tiene como fin curar sino matar), a quiénes, una vez implantados, se les dará la posibilidad de nacer o no (reducción embrionaria), y quién será congelado o destinado a la investigación; es decir, a ellos correspondería decidir quien es producido y quien no, quien puede desarrollarse y quién no, quien vive y quien muere. A la luz de los datos estadísticos oficiales, hasta la fecha, estamos hablando ya de un verdadero “holocausto silencioso”.

 

6) Este Proyecto de Ley introduce el peligroso precedente de que el fin justifica los medios.

No deseo entrar en el debate sobre los fines que se plantean para justificar la producción de seres humanos (los llamados bebés-medicamento), con el objeto de poder curar a otros con parte de su material biológico o sencillamente investigar con ellos. La razón es simple: el fin no justifica los medios. Ningún fin, por loable que sea justifica producir seres humanos. Tampoco pueden justificarse los pasos posteriores a la producción, es decir, la selección del embrión más útil, lo que podría llamarse “producción a la carta de bebés-medicamento”, algo así como generar un hermano para tomar de él, si es necesario, “piezas de repuesto”, o la simple destrucción tras haber alcanzado los supuestos “fines científicos”. La dignidad de toda persona reclama ser tratada como un fin en sí mismo, no como una cosa.

7) Queda abierta la puerta a la clonación humana, en concreto a la denominada “clonación terapéutica”

“La clonación reproductiva y la clonación “terapéutica” o “de investigación” no son dos tipos diferentes de clonación: implican el mismo proceso técnico de clonación y difieren únicamente en los objetivos que persiguen”. Tanto en una como en la otra se producen seres humanos atentando gravemente contra la dignidad de la persona; como ya hemos dicho el fin no justifica los medios. Por otra parte, conviene indicar que la investigación con células madre procedentes de adultos es una alternativa real. Esta fructífera vía de investigación no implica problema ético alguno, y ha conseguido ya extraordinarios resultados terapéuticos que la Iglesia alienta y ve con esperanza.

 

8) Todo ser humano tiene derecho a conocer a su padre y a su madre, cuando no es así, entre otras graves consecuencias de carácter psicológico y moral, se posibilitan las relaciones sexuales incestuosas

Este Proyecto de ley no sólo permite, como hemos dicho, la injusticia de producir, seleccionar y eliminar seres humanos, sino que contempla, así mismo, la posibilidad de producción de seres humanos con el fin deliberado de donarlos, como si de objetos se tratara, perpetrando otra gran injusticia: privarles deliberadamente del derecho a conocer y ser educados por su padre y por su madre.

Además, con esta y otras leyes anti-familia (ley del divorcio, ley de los así mal llamados matrimonios entre personas del mismo sexo, etc.) se están sentando las bases de una sociedad sin padres y en especial sin la figura paterna, lo que constituye un gravísimo atentado contra la integridad psicológica de los hijos, Todo esto provocará, entre otras consecuencias, diversos trastornos psicológicos, el aumento de personas con inclinación homosexual y los suicidios. De hecho, ya son varios los países en los que se han constituido asociaciones de personas “afectadas” por leyes análogas: las llamadas “asociaciones por el derecho a saber”. Los miembros de estas asociaciones exigen poder conocer quienes son sus verdaderos padres. Estas personas han sido arrancadas sin piedad de su propia genealogía, que es la que nos inserta como únicos e irrepetibles en el seno de una familia; por ello el desconocimiento de sus auténticos orígenes les produce un sufrimiento psicológico y moral enorme que puede afectar a las relaciones interpersonales e incluso a las siguientes generaciones.

Por último, el hecho de que deliberadamente se impida de modo absoluto conocer quien es el padre y la madre posibilita que una vez adultos, al no conocer estas personas los propios orígenes, se puedan dar relaciones sexuales incestuosas entre ascendientes y descendientes directos (padres e hijos, abuelos y nietos) o entre hermanos, todo ello de consecuencias biológicas y psicológicas impredecibles.

 

9. Se hace posible el “bioadulterio” y el “incesto genético”

Este mismo Proyecto, como la Ley de 1988, prevé la posibilidad legal de la donación de gametos, es decir, de óvulos y semen. El cuerpo es la visibilización de la persona y, en concreto, su patrimonio genético lo enraíza en su genealogía y lo define biológicamente como único e irrepetible. De ahí, que sólo en el contexto de las relaciones sexuales matrimoniales es lícito el intercambio de este patrimonio genético, por el que los esposos, junto con el acto sexual propiamente dicho, se expresan amorosamente el pleno don de sí. Además, de lo indicado en el número anterior, esta es la razón por la que, siendo lícita y meritoria la donación, en su caso, de otros órganos, resulta siempre inmoral la donación, no sólo de embriones, sino también de gametos, los cuales expresan la identidad y unicidad de la persona de la que proceden. Dicho de otra manera: conjugar un gameto de uno de los esposos con otro gameto que no sea de su cónyuge constituye lo que podríamos llamar un auténtico “bioadulterio”. Hay que añadir también aquí, que el anonimato en la donación de gametos hace posible que se produzcan fecundaciones de mujeres con el semen de su propio padre, de un abuelo o de un hermano, produciéndose un verdadero “incesto genético”, también, en este caso, de consecuencias biológicas y psicológicas impredecibles.

 

10) Este Proyecto de Ley, afectado por una especie de “Síndrome de Frankenstein”, autoriza la producción de “quimeras” medio-animal / medio-hombre.

En este Proyecto, como en la Ley de 1988, se autoriza, en el colmo de la manipulación arbitraria de la vida, la fecundación de óvulos de hembras de animales con semen de hombres, produciendo así embriones con patrimonio genético medio-animal / medio-humano. Ninguna razón, tampoco el hecho de que el Proyecto de Ley obligue a la destrucción de dicha “quimera” una vez alcanzados los “fines”, puede justificar la atrocidad antropológica de fecundar el óvulo de un animal con el semen de un hombre.

 

                Don Juan Antonio, una vez explicado todo esto, ¿cuál debe ser la actitud de las personas de buena voluntad ante este Proyecto de Ley?

 

                La iniquidad de este Proyecto, como la de la Ley de reproducción asistida que ahora está en vigor, puede ser conocida por la conciencia de cualquier persona de recta razón que no esté ideologizada. He hablado con categorías propias del Derecho Natural y si me apura propias del simple “sentido común”.

Cinco son, al menos, las “batallas” que hay que librar: 1) la batalla del matrimonio y la familia: sin matrimonios -esposo y esposa- y familias fuertemente unidas por el amor no es posible educar armónica e integralmente a los hijos. 2) la batalla de la vida: sin hijos, más aún, sin familias numerosas y sin el más escrupuloso respeto a la vida naciente, a los enfermos y a los mayores no hay futuro. 3) la batalla de las conciencias: es necesario, desde el respeto y promoción a la verdadera libertad, educar y movilizar las conciencias, formando la razón para que la inteligencia conozca y reconozca la verdad, la voluntad se oriente a hacer el bien, es decir, a amar, y la sensibilidad anhele la verdadera belleza. 4) la batalla de la memoria: se hace indispensable recordar nuestra procedencia, de dónde venimos, nuestra “tradición”, nuestras raíces cristianas. Sin estas raíces el árbol de nuestra civilización está destinado a morir. 4) la batalla de la presencia en la vida pública: es indispensable organizarse, estar presentes en los medios de comunicación y participar, en general, en la vida pública, movilizando la sociedad civil en orden a reclamar leyes justas; en todo caso, debemos estar prestos a ser testigos, es decir, a ser mártires. Y 5) el combate de la fe y de la evangelización: la plenitud de lo humano es lo cristiano –“ecce homo”-; la batalla contra Satanás es desigual, la victoria no es posible sin los dones gratuitos de la fe y de la gracia de Dios, las cuales hay que suplicar al Altísimo cada día, junto con todas las demás virtudes. Pero incluso esto no es posible sin el anuncio explícito de la Buena Noticia; es necesario, a pesar de las muchas dificultades, proponer con valentía el Evangelio de la vida: Cristo nuestro Salvador.

 

Monseñor, ¿qué nos diría para concluir esta entrevista?

 

                Deseo dejar constancia de que este Proyecto de Ley se constituye, sin duda, en un instrumento para facilitar el suicidio silencioso e inexorable de nuestra civilización, que no es otra que la Civilización del Amor. Espero que nuestros representantes políticos sean conscientes a la hora de votar este Proyecto de Ley. Es la mismísima estabilidad del entramado familiar y social lo que está en juego; los políticos, y con mayor razón si son católicos, deben oponerse, con todos los medios lícitos, a la aprobación de esta Ley. Así mismo, los votantes no pueden legítimamente apoyar a los partidos políticos que defiendan estas legislaciones.

Para terminar, consciente de que nuestra civilización lo es del amor, de la fe y de la libertad, pero también de la esperanza, sólo me queda suplicar a la Santísima Trinidad, por intercesión de la Inmaculada Concepción y del Apóstol Santiago, que proteja a España y a sus hijos.

 

 

FALLECE EL HNO ISIDORO LEZCANO, FUNDADOR Y SUPERIOR GENERAL DE LOS HNOS DE CRUZ BLANCA

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En la mañana del día de hoy 20 de febrero de 2006, ha fallecido el Rvdmo. Hno. Isidoro Lezcano Guerra, Fundador y Superior General del Instituto de Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca, en Las Palmas de Gran Canaria en cuya comunidad residía.

 

El Hno. Isidoro Lezcano Guerra, es el Fundador de la Congregación de Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca, que fue erigida canónicamente como Instituto Religioso de Derecho Diocesano, el Jueves Santo -Día del Amor fraterno- del año 1989 por Monseñor Carlos Amigo Vallejo, Arzobispo de Sevilla; el mismo que en 1975 y siendo Arzobispo de Tánger le diera carta de identidad en la Iglesia, erigiéndola en Pia Unión.

 

Isidoro Lezcano nació el 30 de diciembre de 1935; después de una experiencia en el seminario y con los Hermanos de San Juan de Dios, a los diecisiete años trabaja de enfermero en un Hospital psiquiátrico. Ve como sufren los hombres y siente la llamada de Dios. Pero carece de medios para empezar. Entonces conoce a un hombre, enfermo, tetraplégico desde hacía quince años, que desde el lecho de su enfermedad quiere con sus medios ayudar a aquellos que carecen de todo. Después de la primera visita, el Hno. Isidoro experimenta tanta alegría, al ver que el Señor había puesto en su camino a una persona, con el mismo ideal que él tenía, que abandona su trabajo como enfermero y se dedica a atender a los pobres

 

                El servicio militar lo lleva a la base de Tetuán (Marruecos), y desde su puesto como enfermero en la base, y en sus ratos libres, hace continuas visitas a las kabilas (pequeños poblados árabes), que le ponen en contacto con seres marginados y de una pobreza extrema. Es requerido por todos los habitantes de estos poblados, que acuden a él para ser curados en sus enfermedades, para asesoramiento en trámites administrativos, para recabar su ayuda material.

 

Cumplido el servicio militar, sintiendo que su vida está al lado de los marginados, no abandona la zona, y realiza unas oposiciones que le ponen en el Servicio Meteorológico de Ceuta. Y allí termina encontrando su verdadera vocación junto al lecho de un enfermo terminal en el Hospital de la Cruz Roja de Ceuta. Y empieza los primeros pasos de su obra.

 

Ya tiene algún dinero de su sueldo como funcionario y alquila un chalet  donde acoge a paralíticos, alcohólicos, personas abandonadas, enfermos mentales…etc. También se va formando un pequeño grupo que quieren seguirle.

Después vendrá la prueba, pero seguirá firme en su propósito de seguir al Señor sirviendo a los más necesitados y con la única compañía de otro Isidoro, el Hno. Isidoro Macias marchan a Tánger donde obtendrán la acogida, el cariño y la complicidad de Monseñor Carlos Amigo Vallejo.

 

Y aquella semilla de primavera que un día sembrara, dio su fruto. Hoy los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca extienden su acción caritativa en 35 Casas esparcidas por la geografía española, 1 en Marruecos y 5 en América Latina, donde desde el servicio a los discapacitados físicos y psíquicos, enfermos mentales, ancianos, transeúntes e inmigrantes, toxicómanos, enfermos de SIDA, ex-presidiarios y en medio de toda marginación y pobreza mantienen vivo el carisma de su Fundador: «la plena dedicación a los Cristos rotos por el dolor y la marginación, siendo en medio de ellos, testimonios vivos del Amor de Dios».

 

El Hno. Isidoro Lezcano ha sido un hombre de Dios, al que amó profundamente. Un hombre hermano del hombre al que escuchaba, ayudaba, asistía, amaba y respetaba. Un hombre de Iglesia a la que ha amado con amor de hijo, respetado y acatado en todo momento.

 

FRAY LEOPOLDO A LOS 50 AÑOS DE SU MUERTE

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Fr. Alfonso Ramírez Peralbo, Vicepostulador de la Causa de Fray Leopoldo, ha escrito una breve semblanza sobre el limosnero capucino muerto hace ya 50 años. Ya en vida gozó de gran fama entre sus coétaneos como hombre de Dios. Cada 9 de febrero son miles y miles los granadinos y no, que se acercan hasta la cripta en que están enterrados sus restos. A continuación reproducimos el escrito de Fray Alfonso Ramírez:

 

Fr. Leopoldo: a los 50 años de su muerte. “Limosnero ‘a lo divino’ por las calles de Granada”

 

A lo largo de la historia capuchina, que está para cumplir pronto 500 años de vida, han surgido numerosos “tipos” o figuras que han dejado en ella impresa su propia impronta y nos han dejado también sus propias huellas para poder seguir sus pasos. En tantas ocasiones y circunstancias es la imagen del portero –la primera persona con la que nos tropezamos al llegar a un convento de capuchinos– el que nos da la impronta o la imagen de la vida que se vive dentro de sus muros. Junto al portero, encontrábamos también al sacristán, el sastre, el hortelano, el enfermero, el confesor… Pero, entre nosotros, los capuchinos, la figura más popular y conocida era la del “limosnero”. Figura que quedó inmortalizada en el célebre personaje de Fr. Galdino, recogido en la novela “Los novios”, de Manzoni, donde ampliamente se describe la figura del capuchino como “fraile del pueblo”.

 

San Francisco quiso que sus frailes viviesen de su trabajo. Cuando uno entraba en la Orden sólo le permitía traer las herramientas de su trabajo. Y, dice el Santo en su Testamento, y “cuando no nos dieran la recompensa de nuestro trabajo, recurramos a la

mesa del Señor, pidiendo la limosna de puerta en puerta”. La limosna era siempre un recurso. En tiempos de calamidades públicas y de pestes como asolaron la Europa del siglo XVI en adelante, cuando hacen su aparición en escena los capuchinos en Camerino, ducado azotado entonces por la peste, los “frailes del pueblo” se distinguieron por su servicio a los apestados. Con el tiempo los capuchinos-sacerdotes se dedicaron a la predicación popular, a las misiones, a las confesiones, al cuidado de los apestados y se vivía de lo que daban: pan, aceite, patatas, garbanzos, morcilla, dinero.

 

Con el paso del tiempo, el oficio que se hizo más popular fue el de limosnero porque él estaba en contacto directo con la gente, él era la persona a la que la gente veía en la calle, con el que la gente se paraba para hablar, a la que la gente pedía ayuda, consuelo, remedio a sus necesidades y le contaban sus problemas. Fr. Leopoldo que sentía una vocación íntima a la vida contemplativa, a vivir retirado del “mundanal ruido”, fue empujado, sin embargo, por la obediencia a librar en la calle la dura batalla del evangelio. El fue un contemplativo, en medio del ruido callejero, del ajetreo de los tranvías granadinos y de la gente que continuamente lo paraba, caminaba siempre absorto en Dios, con los pies en el suelo, el corazón en el cielo y el rosario entre sus manos y es que poco a poco y día tras día, Fr. Leopoldo había aprendido a sobrenaturalizar, a sublimar la monotonía de cada día.

 

Era querido por el pueblo porque era “un campesino como los demás”. Cierto día recorría los campos en su diario que hacer de limosnero, y se tropezó con una cuadrilla de segadores que comenzó a insultarlo gritando: “¡Holgazán, trabaja como nosotros”. Fr. Leopoldo se acercó y les dijo: – ¿Tenéis una hoz? Y, recogiéndose el hábito, cogió la hoz y se puso a segar con y como ellos. Años más tarde, recordando este hecho, decía: “Pero el Señor me ayudó porque corría tanto que, pobrecillos, los dejaba atrás”. O aquel grupo de gitanillos que, caminando hacia Almería, tenía que saltar un arroyo y lo vieron: ¡Mira, es Fr. Leopoldo! Y corrieron a su encuentro y le ayudaron a pasar por el sitio más fácil. En Granada, trabajaba en una obra un grupo de albañiles cuando llega a pasar Fr. Leopoldo, y uno le dice a los demás: “¡Si todos fueran como él!

 

Era un “fraile del pueblo”, ni más ni menos, un religioso cuya disponibilidad y entrega a los demás no tenía espacios ni conocía límites. Era querido por el pueblo porque era cercano a los demás. Mientras más se ocultaba, más lo buscaban, mientras más corría tanto más lo perseguían. Era más buscado que buscador y daba mucho más de lo que recibía. Era la humildad personificada, actuaba siempre en un segundo plano, siempre discreto, sencillo, candoroso.

 

Hay una anécdota que lo define muy bien. Con ocasión de las fiestas de sus Bodas de Oro de vida religiosa y al saber que la efeméride había salido en la prensa, exclamó: “Qué jaqueca, hermano, –confesó a un compañero– nos hacemos religiosos para servir a Dios en la oscuridad y, ya ve, nos sacan hasta en los papeles”. Fray Leopoldo vivió constantemente en contacto con el pueblo, como limosnero. Se hizo así santo, santificando a los demás. Y lo hizo como quería San Francisco: con el testimonio de su vida, con su ejemplo, con su palabra, con la gracia y el carisma que Dios le dio. El contacto con los hombres, lejos de distraerlo o mundanizarlo, lo empujó a salir de sí mismo, a cargar sobre sí el peso de los demás, a comprender, a ayudar, a servir, a amar.

 

Su figura se hizo popular en la ciudad de los cármenes; todos lo reconocían, las gentes y los chiquillos decían en la calle: “Mira, por allí viene Fray Nipordo”, y corrían a su encuentro. Con los niños se paraba para explicarles algo de catecismo, con los mayores para hablar de sus problemas, angustias y preocupaciones. Y las gentes se alejaban de él transformadas, dispuestas a seguir su camino, pero con la tranquilidad y la seguridad que Fray Leopoldo les había devuelto, la de saber que Dios había tomado buena nota de sus preocupaciones.

 

Y así día tras día, durante medio siglo, “con la vista en el suelo y el corazón en el cielo” –como él mismo diría–, Fray Leopoldo recorrió Granada repartiendo la limosna del amor. Él ha aportado, así, abundantes riquezas espirituales, bondad, caridad, sencillez, limpieza al fatigoso discurrir de los hombres por esta tierra. Hasta que un día, el 9 de febrero de 1956, cual “llama de amor viva”, su vida se extinguió en la oscuridad de la noche granadina. Las gentes que, en vida, lo aclamaron por “santo”, dieron testimonio de su santidad en su afluencia masiva a sus funerales y hoy lo aclaman a los pies de su tumba.

 

Su Proceso, hecho en Granada y trasladado oficialmente a Roma, siguió sus pasos normales en la Congregación de las Causas de los Santos. La Positio (estudio sobre sus virtudes) fue consignada en la Congregación el 9 de marzo de 1994. Para seguir adelante se necesita un “milagro” que, previo su Proceso y posterior estudio en la Congregación, abrirá el camino a la beatificación. Y en esta fase se encuentra el estado de su Causa: el 20 de enero tendrá lugar en la archidiócesis de Madrid la apertura oficial del Proceso sobre un “presunto milagro”, que hará que la Causa recorra ya su tramo final antes de su beatificación.

 

Fr. Alfonso Ramírez Peralbo,

OFMCap. Roma –

Vicepostulador de la Causa

FAMA DE SANTIDAD DE FRAY LEOPOLDO

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Amparo Quintero, auxiliar de enfermería, del Hospital de Valmes (Sevilla), relata uno de los muchos hechos que diariamente llegan a la Vicepostulación y que mantienen viva la fama de santidad de Fr. Leopoldo:

 

Manuel y Alicia son un matrimonio que está esperando su primer hijo. Alicia tiene 25 años y esta embarazada de seis meses.

 

Todo parecía ir bien hasta que el médico que le atendía en su consulta privada, al realizarle una ecografía vio algo anormal.

 

Al día siguiente citó a Alicia en el Centro Maternal de Sevilla, la vieron muchos médicos y todos coincidieron en el diagnostico. La niña tenia “hidrotórax” y “ascitis”. El pronóstico era grave, la niña estaría tres meses en el vientre de su madre con el problema y al nacer moriría. El doctor que le atendía le dijo que el no seguiría viéndola porque no había nada que hacer.

 

El día 11 de enero de 2004 fueron al Hospital de Valmes de Sevilla, donde yo trabajo. Me puse en contacto con ginecólogos. Estos le hicieron una ecografía y el pronostico era el mismo; había una posibilidad entre mil de que la niña se salvara. Para ello tenia que ir a Granada al Hospital Virgen de las Nieves. Allí le realizaron las pruebas correspondientes y le dijeron lo mismo que en Sevilla, el pronóstico era el mismo, que la niña tenía “ hidrotórax” y “ascitis” y le dieron un informe que decía que se observaba masa 1,5 cm aproximadamente a la altura del tórax. Le dijeron que en diez días la llamarían para que volviera a Granada a recoger los resultados de las pruebas.

 

Al salir del Hospital le recomendamos que fueran a ver a Fray Leopoldo y le pidiera por su niña, al igual que desde aquí le pedimos todos. A los diez días volvieron a Granada a recoger los resultados. Todas las pruebas que le habían realizado fueron negativas, todo había desaparecido. El doctor que la atendió en el Hospital Virgen de las Nieves se giró y le dijo a Alicia: ¿Crees en los milagros? Porque esto es un milagro.

 

Cuando llegaron a Sevilla con los resultados fue el asombro para los ginecólogos que le habían atendido en el Hospital de Valme. Le realizaron una ecografía y le dijeron lo mismo que en Granada, que a la niña le habían desaparecido el “hidrotórax” y “ascitis”.

 

Y llegó el día del nacimiento; nació Nuria en el Hospital de Valmes de Sevilla el día 5 de marzo de 2004 a las cinco. La niña era preciosa y estaba completamente sana. Al día de hoy Nuria tienen 16 meses, es una niña preciosa, sana y la alegría de sus padres.

TEATRO SOLIDARIO EN BAZA

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El sábado 11 de febrero a las 20:00 h. tendrá lugar en el teatro Ideal de Baza la representación de la obra ¡Jo, con Job!, a cargo del grupo de teatro  Aral, de Granada. Los beneficios obtenidos con la rrepresentación del musical irán destinados a Proyecto Hombre de Granada.

 

La obra que se podrá ver el sábado se trata de un musical que, partiendo del libro de Job, del Antiguo Testamento, quiere mostrar cómo la búsqueda de la felicidad, que es el fin en la vida de todo hombre, se ve truncada, arrancada y negada por el dolor y el sufrimiento. Al final, el mismo sufrimiento interpela y suscita diferentes respuestas en la vida de todo hombre, como la suscitó en Job.

 

¡Jo, con Job! es una obra musical en la que intervienen más de 70 actores, entre músicos,  grupos de baile, actores y técnicos de iluminación y sonido. Todos ellos componen el Grupo Aral: un grupo de teatro comprometido, cristiano, que entienden el teatro y el arte como expresión de su compromiso de fe. No es la primera vez que este grupo de teatro, que lleva años realizando musicales y obras de teatro, actúa en la comarca de Baza. Ya lo hicieron hace dos años, con la obra “Cruzando el mar”, que tuvo un  gran éxito.

 

La representación tendrá un carácter benéfico porque lo que se recoja de la taquilla será destinado a Proyecto Hombre Granada, que ayuda a salir de la droga o de otras dependencias.

 

El precio de la entrada es de 10 €; pueden adquirirse en las parroquias de la ciudad bastetana y, el mismo día de la representación, en la taquilla.

JORNADA DIOCESANA DE LA ESCUELA CATÓLICA

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Córdoba. –  El Consejo Diocesano de la Educación Católica de la Diócesis de  Córdoba ha organizado para el 18 de febrero una Jornada Diocesana de la Escuela Católica.

Está dirigida al conjunto de representantes de la Comunidad Educativa de los centros (padres, profesores, alumnos, PAS, AMPAS y colaboradores) y a los organismos que animan y coordinan la escuela católica (órganos representantes de titulares, órganos diocesanos de animación, editoriales católicas… FAPA…)

Entre los objetivos propuestos al organizar la Jornada, se puede destacar los de “dar a conocer a la sociedad nuestro modelo de Escuela basado en los valores del Evangelio y dentro de la misión de la Iglesia, en particular de la Iglesia Diocesana. Proponer iniciativas que fomenten la cohesión y el sentido de pertenencia e identidad”.

 

El encuentro comenzará a las 10:00 h. con la acogida en la Escuela de Magisterio de la Iglesia. A continuación, en el Salón de actos del Palacio Episcopal, D. José Mª Fernández Rodríguez (Abogado y Secretario General de FERE-CECA y E. y G. Andalucía) ofrecerá la conferencia titulada La misión de la Escuela Católica en la sociedad de hoy. Al mismo tiempo, para los alumnos se desarrollará una gymkhana La escuela que a mi me gusta.

 

La jornada concluirá con la celebración de la Eucaristía en la S. I. Catedral, presidida por D. Juan José Asenjo Pelegrina, Obispo de Córdoba

INICIA LA CAMPAÑA DE MANOS UNIDAS EN CÓRDOBA

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CÓRDOBA. – El domingo 5 de febrero, la iglesia de San Nicolás de la Villa, abrió sus puertas para acoger a Manos Unidas que iniciaba su 47 campaña contra el hambre.

A las 12:00 h. comenzó la Santa Misa presidida por el obispo de la Diócesis D. Juan José Asenjo, concelebrando varios sacerdotes entre ellos el Conciliario de Manos Unidas D. Agustín Moreno. La Iglesia se encontraba totalmente llena de fieles que participaron de la Eucaristía y escucharon la homilía, en la cual Mons. Asenjo habló de la otra globalización, por la que apuesta Manos Unidas: la de la solidaridad. Recordó que la mitad de la humanidad padece hambre o esta mal alimentada y que 1200 niños mueren cada hora como consecuencia del hambre. Ante esta situación Manos Unidas tiene que ser, en palabras de D. Juan Joséel rostro samaritano” que sale al encuentro de los hermanos del Sur.

 

Los miembros de Manos Unidas expresan su agradecimiento al Obispo, Consiliario, sacerdotes y comunidad parroquial por haber hecho posible tan solemne  Celebración Eucarística.

PROGRAMACIÓN DE FEBRERO

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Domingo 5. Otro mundo es posible

 

El 12 de febrero se celebra en toda España la Jornada Nacional de Manos Unidas, organización no gubernamental para el desarrollo, católica y de voluntarios, cuyo fin es luchar contra el hambre, la pobreza, el subdesarrollo y las causas que lo provocan. Con este motivo, TESTIGOS HOY se acerca algunas parroquias y colegios en los que se llevan a cabo diversas iniciativas con las que se pretenden conseguir fondos con los que sufragar los proyectos que Manos Unidas patrocina.

 

Domingo 12. África Evangelizadora

 

TESTIGOS HOY se adentra de nuevo en el universo de las misiones, de la mano de un religioso de los Sagrados Corazones, Javier Álvarez-Ossorio, que nos ofrece, desde su experiencia y conocimiento del medio, las contradicciones, esperanzas y realidades de un continente, África, tan necesitado de atención preferente por parte del denominado Primer Mundo.

 

Domingo 19. Día del Enfermo

 

Con motivo de la celebración del Día del Enfermo, TESTIGOS HOY aborda un tema muy relacionado con la convalecencia de los enfermos de larga duración. Nos referimos al acompañamiento al paciente, preferiblemente por parte de la familia, sin olvidar la iniciativa en este sentido de los capellanes de hospitales y numerosos voluntarios de la Pastoral de la Salud.

 

Domingo 26. La oración del encuentro

 

El fallecimiento del P. Rogerd, el pasado 16 de agosto, devolvió al primer plano de la actualidad la importancia y vitalidad de su gran legado, la comunidad ecuménica internacional creada en la localidad francesa de Taizé. Desde 1940, Taizé es sinónimo de encuentro por parte de miles de peregrinos de la más variada procedencia, con la oración como eje vertebrador. TESTIGOS HOY ofrece los testimonios de varios andaluces que han vivido esta experiencia de oración, esperanza y solidaridad, una experiencia que ha marcado sus vidas.

 

D. CARLOS AMIGO. DÍA DEL SEMINARIO

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POR CRISTO Y POR LOS DEMÁS, HAZTE CURA

 

«Benedicto XVI, en Colonia, animaba a los jóvenes a emprender un camino muy peculiar. Una peregrinación interior capaz de transformar la vida.

 

                Ese camino no puede ser otro que el de la identificación completa con Cristo. Nada hay que anteponer al amor de Cristo. Él tiene que ser el primero en todas y cada una de las opciones, tanto como personas que como cristianos. Contemplar a Cristo es ver el rostro de Dios en figura humana.

 

                Esta carta pastoral, en el día del Seminario, está particularmente dedicada y dirigida a los jóvenes, pero para que sea leída y reflexionada por todos.

 

¡Quiero vivir!

 

                Es un deseo tan legítimo como imprescindible. Y, si se quiere ser en verdad cristiano, habrá que tener en cuenta que solamente Cristo es el manantial y la cumbre de la vida cristiana.

 

                Necesitamos que alguien nos ayude a conocer, a seguir, amar, a tener los mismos sentimientos de Aquel que no vino a ser servido sino a servir, con entera dedicación, con el mayor de los desprendimientos y la más sacrificada generosidad.

 

                El secreto, para seguir ese camino y fuente de vida que es Cristo, como dice el Papa a los jóvenes, no es que ofrecerle vuestra libertad, vuestra oración y vuestro afecto más profundo y así encontrar el lugar de lo verdadero, de la justicia y del amor.

 

Cristo te necesita…

 

                «Por Cristo y por los demás, hazte cura». Con esta imperiosa invitación se presenta este año la campaña del día del Seminario. Cristo, la Iglesia, la sociedad te necesita. Y por muchos motivos. Se requieren sembradores de la palabra de Dios, ministros de los sacramentos y de la Eucaristía, servidores de la caridad… Pastores, en fin, que cuiden y guíen la comunidad cristiana.

                Así que, y seguimos al papa: abre tu corazón a Dios y déjate sorprender por Cristo. Dale el derecho de hablarte. Abre las puertas de tu libertad a su amor misericordioso. Deja que ilumine con su luz tu mente y acaricie con su gracia tu corazón. Haz «la experiencia liberadora de la Iglesia como lugar de la misericordia y de la ternura de Dios para con los hombres» (Colonia 18-8-05). Solamente de esta manera, tan sincera como decidida, vas a comprender la propia vocación y encontrarás tu propio camino.

 

… y tus hermanos también

 

                Quien ha escuchado a Cristo, enseguida va a oír la voz de esas gentes, que necesitan la ayuda de aquellos servidores fieles que entregan su vida al servicio de Cristo, de la Iglesia, del mundo.

 

                Si Cristo te necesita, él te dará la fuerza para seguir adelante y realizar plenamente una vocación sacerdotal. ¡Ayudaos mutuamente, que se es como vais a ser de verdad cristianos! como dice San Pablo.

 

                La disponibilidad tiene que ir unida a la modestia, a una sencilla humildad que sabe muy bien que oficio tan admirable, como es el de ser sacerdote, solamente se puede desempeñar dignamente con la gracia y la ayuda de Dios. Que por otra parte, nunca ha de faltar a quien sinceramente se la pide.

 

                Dice el Santo Padre, «la gente, seguimos al Papa, da la impresión de no necesitar de nosotros; parece inútil todo lo que hacemos. Y, sin embargo, la palabra del Señor nos enseña que sólo esta semilla transforma siempre de nuevo la tierra y la abre a la verdadera vida» (Aosta 25-7-05).

 

                Si Cristo te necesita, no es debido a que haya pocos sacerdotes, sino porque quiere hacer contigo algo grande y distinto de cuanto puedes pensar. Solamente hace falta que aceptes su llamada y vivir con sus mismos sentimientos. Llénate de confianza, pues será el mismo Cristo tu inseparable compañero de camino.

 

                Puede ser que el miedo a lo desconocido te acobarde. Escucha lo que dice el Papa: ¿Acaso no tenemos todos de algún modo miedo ‑ si dejamos entrar a Cristo totalmente dentro de nosotros, si nos abrimos totalmente a él ‑, miedo de que él pueda quitarnos algo de nuestra vida? ¿Acaso no tenemos miedo de renunciar a algo grande, único, que hace la vida más bella? ¿No corremos el riesgo de encontrarnos luego en la angustia y vernos privados de la libertad? Y todavía el Papa quería decir: ¡no! quien deja entrar a Cristo no pierde nada, nada ‑ absolutamente nada ‑ de lo que hace la vida libre, bella y grande… ¡No tengáis miedo de Cristo! Él no quita nada, y lo da todo. Quien se da a él, recibe el ciento por uno. Sí, abrid, abrid de par en par las puertas a Cristo, y encontraréis la verdadera vida» (Roma 24-4-05).

 

Responsabilidad de todos

 

                Aunque esta carta pastoral puede estar dirigida a los jóvenes, es para que todos la leamos y, en alguna forma, nos sintamos implicados y con no poca responsabilidad, en lo que a las vocaciones sacerdotales se refiere.

 

                De una manera más directa y particular, el tema de las vocaciones está estrechamente unido a la familia. Los padres y los hermanos son los que tienen que ayudar a Dios a que su voz se escucha y con generosidad se siga.

 

                La comunidad cristiana, la parroquia, debe pedir por las vocaciones sacerdotales y buscar, de alguna manera, a los que han de ser los pastores que esa misma comunidad necesita.

 

                Y los sacerdotes, que han de «manifestar su alegría de haber sido llamados por el Señor». «Los jóvenes no buscan una Iglesia juvenil, sino joven de espíritu; una Iglesia en la que se transparenta Cristo, Hombre nuevo».

 

                Como todos los años, en el día del Seminario, queremos recordar esta grata responsabilidad de promover y cuidar de las vocaciones sacerdotales. Esperamos la oración y la ayuda de todos.

 

                A María, Madre de la Iglesia, y a su esposo San José, les pedimos que presenten a su hijo nuestra oración y nuestra súplica.

    

                                                                      + Carlos, Cardenal Amigo Vallejo

                                                                                  Arzobispo de Sevilla

  

Sevilla, marzo 2006

 

MONS. AMIGO CON LA MORENETA

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El cardenal arzobispo de Sevilla, Mons. Carlos Amigo Vallejo, presidió en la mañana del viernes 4 de febrero, a partir de las 11:00 h. la Eucaristía que se celebró en el Monasterio benedictino de Nuestra Señora de Montserrat (Barcelona) con motivo del 125º aniversario de la proclamación de la imagen de la Virgen de Montserrat como patrona de las diócesis catalanas.

 

Las primeras referencias marianas en Montserrat datan del año 888, cuando se estableció una capilla dedicada a la Madre de Dios. En 1025, unos monjes benedictinos establecieron un monasterio allí y se hicieron cargo del santuario y de brindar hospitalidad a los miles de visitantes que viajan allá cada mes para honrar la antigua estatua de Nuestra Señora.

 

Finalmente, la Virgen de Montserrat fue declarada santa patrona de la Diócesis de Cataluña por León XIII en 1881.

 

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