Obispo de Cartagena en España, Presidente de
Vicepresidente de
Gran Canciller de
miembro de
a celebrar, Dios mediante los días 8 y 9 de julio de 2006 en Valencia (España)
El gobierno de España, que preside don José Luís Rodríguez Zapatero, ha presentado en el Congreso de los Diputados un Proyecto de Ley, que finalmente ha sido aprobado, sobre “Técnicas de reproducción humana asistida”. Aunque todavía faltan pasos para su aprobación definitiva, a la vista de su contenido, ¿qué valoración le merece dicho Proyecto de Ley?
Este Proyecto de Ley no es sólo inicuo, sino que puede constituirse en una verdadera arma de destrucción masiva de vidas humanas, así como de la integridad psicológica de los que sobrevivan a ella.
Estamos hablando de un Proyecto de Ley que introduce innumerables propuestas que vulneran el Derecho Natural; sin embargo, sin ser exhaustivos, podríamos destacar, al menos, diez atentados contra los más elementales Derechos Humanos.
Así este Proyecto de Ley: 1) permite la “producción” de seres humanos; 2) facilita las conductas homicidas; 3) determina arbitrariamente quien merece ser considerado persona y quien no; 4) manipula el lenguaje para manipular las conciencias y el derecho; 5) constituye a algunos en dueños de la vida y de la muerte; 6) introduce el peligroso precedente de que el fin justifica los medios; 7) no excluye toda clonación humana; 8) permite la injusticia de que a los hijos se les niegue deliberadamente la posibilidad de conocer a su madre y con más frecuencia a su padre, facilitando por esta razón, que se den relaciones sexuales incestuosas; 9) hace posible con toda naturalidad el “bioadulterio” y el “incesto genético”; y 10) este Proyecto de Ley, afectado por una especie de “Síndrome de Frankenstein”, autoriza la producción de “quimeras” medio-animal / medio-hombre.
¿Monseñor, podría explicar de un modo sencillo y breve cada uno de estos diez aspectos que ha enumerado?
Naturalmente, con mucho gusto.
1) Se permite la “producción” de seres humanos
«
2) Se facilitan las conductas homicidas
Con estas legislaciones se permite la producción de miles de embriones llamados “sobrantes” que son congelados y condenados a un destino incierto. Se llevan a cabo prácticas eugenésicas y abortivas, como las llamadas, según los casos, “selección o reducción embrionarias”, que no consisten en otra cosa que en matar a un ser humano inocente en los primeros momentos de su desarrollo. Estos defectos permanecen en este Proyecto de Ley permitiendo la “producción” in vitro de personas y admitiendo la selección y eliminación de personas en fase embrionaria.
3) Se determina arbitrariamente quien merece ser considerado persona y quien no.
Es necesario recordar que «el embrión humano merece el respeto debido a la persona humana. No es una cosa ni un mero agregado de células vivas, sino el primer estadio de la existencia de un ser humano, desde el mismo momento de la fecundación. Todos hemos sido también embriones. Por tanto, no es lícito quitarles la vida ni hacer nada con ellos que no sea en su propio beneficio». Pero el Proyecto de Ley que se ha presentado no reconoce esta dignidad y respeto, sino que durante las dos primeras semanas los consideraría como mero material biológico.
4) Se manipula el lenguaje para manipular las conciencias y el derecho
Con el objeto de evitar la pregunta antropológica y ética fundamental sobre el embrión, algunas organizaciones internacionales vienen intentando relativizar el estatuto biológico del mismo, denominándolo en los primeros 14 días, con un término, hasta hace pocos años inexistente, llamado «preembrión». Este confuso término es utilizado también en este Proyecto de Ley. Se trata de una grave manipulación del lenguaje científico, un verdadero sofisma para manipular las conciencias y el Derecho, ya que dicha denominación no corresponde a una base biológica precisa.
Nada sucede del día 14 al 15, o antes o después de su implantación en el útero materno que cambie la esencia del embrión. Embrión o preembrión, día 14 o 15, implantado o no, nos encontramos en cualquier caso, y desde la fecundación, ante un ser humano que sigue su propio curso de desarrollo. Por tanto, desde el momento de la fecundación, pasando por las diversas fases del desarrollo embrionario hasta el nacimiento, existe la persona humana, que no puede ser producida, manipulada ni usada como “material biológico”.
5) Se otorga a algunos la capacidad de ser dueños de la vida y de la muerte
Este Proyecto de Ley otorga al equipo médico y a
6) Este Proyecto de Ley introduce el peligroso precedente de que el fin justifica los medios.
No deseo entrar en el debate sobre los fines que se plantean para justificar la producción de seres humanos (los llamados bebés-medicamento), con el objeto de poder curar a otros con parte de su material biológico o sencillamente investigar con ellos. La razón es simple: el fin no justifica los medios. Ningún fin, por loable que sea justifica producir seres humanos. Tampoco pueden justificarse los pasos posteriores a la producción, es decir, la selección del embrión más útil, lo que podría llamarse “producción a la carta de bebés-medicamento”, algo así como generar un hermano para tomar de él, si es necesario, “piezas de repuesto”, o la simple destrucción tras haber alcanzado los supuestos “fines científicos”. La dignidad de toda persona reclama ser tratada como un fin en sí mismo, no como una cosa.
7) Queda abierta la puerta a la clonación humana, en concreto a la denominada “clonación terapéutica”
“La clonación reproductiva y la clonación “terapéutica” o “de investigación” no son dos tipos diferentes de clonación: implican el mismo proceso técnico de clonación y difieren únicamente en los objetivos que persiguen”. Tanto en una como en la otra se producen seres humanos atentando gravemente contra la dignidad de la persona; como ya hemos dicho el fin no justifica los medios. Por otra parte, conviene indicar que la investigación con células madre procedentes de adultos es una alternativa real. Esta fructífera vía de investigación no implica problema ético alguno, y ha conseguido ya extraordinarios resultados terapéuticos que
8) Todo ser humano tiene derecho a conocer a su padre y a su madre, cuando no es así, entre otras graves consecuencias de carácter psicológico y moral, se posibilitan las relaciones sexuales incestuosas
Este Proyecto de ley no sólo permite, como hemos dicho, la injusticia de producir, seleccionar y eliminar seres humanos, sino que contempla, así mismo, la posibilidad de producción de seres humanos con el fin deliberado de donarlos, como si de objetos se tratara, perpetrando otra gran injusticia: privarles deliberadamente del derecho a conocer y ser educados por su padre y por su madre.
Además, con esta y otras leyes anti-familia (ley del divorcio, ley de los así mal llamados matrimonios entre personas del mismo sexo, etc.) se están sentando las bases de una sociedad sin padres y en especial sin la figura paterna, lo que constituye un gravísimo atentado contra la integridad psicológica de los hijos, Todo esto provocará, entre otras consecuencias, diversos trastornos psicológicos, el aumento de personas con inclinación homosexual y los suicidios. De hecho, ya son varios los países en los que se han constituido asociaciones de personas “afectadas” por leyes análogas: las llamadas “asociaciones por el derecho a saber”. Los miembros de estas asociaciones exigen poder conocer quienes son sus verdaderos padres. Estas personas han sido arrancadas sin piedad de su propia genealogía, que es la que nos inserta como únicos e irrepetibles en el seno de una familia; por ello el desconocimiento de sus auténticos orígenes les produce un sufrimiento psicológico y moral enorme que puede afectar a las relaciones interpersonales e incluso a las siguientes generaciones.
Por último, el hecho de que deliberadamente se impida de modo absoluto conocer quien es el padre y la madre posibilita que una vez adultos, al no conocer estas personas los propios orígenes, se puedan dar relaciones sexuales incestuosas entre ascendientes y descendientes directos (padres e hijos, abuelos y nietos) o entre hermanos, todo ello de consecuencias biológicas y psicológicas impredecibles.
9. Se hace posible el “bioadulterio” y el “incesto genético”
Este mismo Proyecto, como
10) Este Proyecto de Ley, afectado por una especie de “Síndrome de Frankenstein”, autoriza la producción de “quimeras” medio-animal / medio-hombre.
En este Proyecto, como en
Don Juan Antonio, una vez explicado todo esto, ¿cuál debe ser la actitud de las personas de buena voluntad ante este Proyecto de Ley?
La iniquidad de este Proyecto, como la de
Cinco son, al menos, las “batallas” que hay que librar: 1) la batalla del matrimonio y la familia: sin matrimonios -esposo y esposa- y familias fuertemente unidas por el amor no es posible educar armónica e integralmente a los hijos. 2) la batalla de la vida: sin hijos, más aún, sin familias numerosas y sin el más escrupuloso respeto a la vida naciente, a los enfermos y a los mayores no hay futuro. 3) la batalla de las conciencias: es necesario, desde el respeto y promoción a la verdadera libertad, educar y movilizar las conciencias, formando la razón para que la inteligencia conozca y reconozca la verdad, la voluntad se oriente a hacer el bien, es decir, a amar, y la sensibilidad anhele la verdadera belleza. 4) la batalla de la memoria: se hace indispensable recordar nuestra procedencia, de dónde venimos, nuestra “tradición”, nuestras raíces cristianas. Sin estas raíces el árbol de nuestra civilización está destinado a morir. 4) la batalla de la presencia en la vida pública: es indispensable organizarse, estar presentes en los medios de comunicación y participar, en general, en la vida pública, movilizando la sociedad civil en orden a reclamar leyes justas; en todo caso, debemos estar prestos a ser testigos, es decir, a ser mártires. Y 5) el combate de la fe y de la evangelización: la plenitud de lo humano es lo cristiano –“ecce homo”-; la batalla contra Satanás es desigual, la victoria no es posible sin los dones gratuitos de la fe y de la gracia de Dios, las cuales hay que suplicar al Altísimo cada día, junto con todas las demás virtudes. Pero incluso esto no es posible sin el anuncio explícito de
Monseñor, ¿qué nos diría para concluir esta entrevista?
Deseo dejar constancia de que este Proyecto de Ley se constituye, sin duda, en un instrumento para facilitar el suicidio silencioso e inexorable de nuestra civilización, que no es otra que
Para terminar, consciente de que nuestra civilización lo es del amor, de la fe y de la libertad, pero también de la esperanza, sólo me queda suplicar a