D. Juan José Asenjo entregó el pasado 24 de enero la medalla Pro Ecclesia et Pontifice a Dª Pilar González, primera Delegada de Manos Unidas en Córdoba, en un acto que tuvo lugar en la parroquia de San Nicolás de la Villa. Pilar, cristiana comprometida, testigo de fe y apóstol, ha llevado esperanza a los pobres del Tercer Mundo a través de los proyectos de desarrollo de Manos Unidas. Entregada en cuerpo y alma al servicio de la Iglesia en la Diócesis de Córdoba y ligada estrechamente a las mujeres de Acción Católica e impulsora de la primera Campaña Contra el Hambre en el año 1959 y primera delegada diocesana de la organización católica, que más tarde tomaría el nombre de Manos Unidas.
Desde sus comienzos hasta la actualidad, en el recorrido hasta llegar a esta 50 Campaña, Pilar ha sido un claro ejemplo de caridad y solidaridad con los más desfavorecidos de la tierra nuestros hermanos del Tercer Mundo.