Entre las cumbres de la Sierra de los Filabres, el pintoresco poblado de Chercos Viejo recuerda con nostalgia las raíces de su pasado durante las fiestas patronales en honor a San Lorenzo, que vienen celebrándose, como cada año, el 7 de agosto. Este sábado, a las 20:30h, se celebrará misa por el santo patrón y, a continuación, la imagen sagrada paseará en procesión por las calles de la villa, tal y como hiciese  tiempo atrás cuando las casas rebosaban la actividad propia de la faena del campo.

Hoy día tan sólo un grupo simbólico de vecinos mantiene la vida en este enclave del Alto Valle del Almanzora, debido a que la mayoría de la población se trasladó a lo que se conoce en la actualidad como Chercos Nuevo, donde se celebra la fiesta mayor por San Lorenzo el 10 de agosto, con la celebración de la Eucaristía a las 20:00h.

Situado en la Sierra de los Filabres, en un falso valle custodiado por los montes Picachón, Monteagud y Magregorio, la población de Benizalíon celebra este fin de semana las fiestas patronales en honor a la advocación mariana de la Virgen de las Angustias. El sábado, 7 de agosto, los jóvenes del lugar sacarán en procesión a la venerada imagen de la Madre de Dios, a las 19:00h.

Al día siguiente, a las 12:30h, el coro rociero “San Blas”, de la localidad de Líjar, acompañará la solemne celebración eucarística del domingo en honor a la patrona de Benizalón, en el templo erigido sobre la antigua mezquita, al igual que su torre sobre el minarete, que data del siglo XVI, con una planta de cruz griega cubierta por un artesonado mudéjar. 

Las misas serán a las 12:00h en ambos días, aunque la procesión con la venerada imagen del Ángel será a las 20:30h del sábado y después de la celebración eucarística del domingo siguiente.

Con respecto a la devoción que subyace de los Santos Ángeles Custodios, la tradición de la Iglesia afirma que Dios ha asignado a cada hombre un ángel para protegerle y facilitarle el camino de la salvación mientras está en este mundo. Afirma San Jerónimo que “grande es la dignidad de las almas, cuando cada una de ellas, desde el momento de nacer, tiene un ángel destinado para su custodia”.

En el Antiguo Testamento se puede observar cómo Dios se sirve de sus ángeles para proteger a los hombres de la acción del Maligno para ayudar al justo o librarlo del peligro (1 Reyes 19, 5.). O bien en el Nuevo Testamento, donde se pueden observar ejemplos en los que se ve la misión de los ángeles: el mensaje a José para que huyera a Egipto, la liberación de Pedro en la cárcel, los ángeles que sirvieron a Jesús después de las tentaciones en el desierto, etc.

Así pues, la misión de los Santos Ángeles Custodios es acompañar a cada hombre en el camino de la vida, cuidarlo en la tierra de los peligros de alma y cuerpo, protegerlo del mal y guiarlo en el difícil camino para llegar al Cielo.