Las Misioneras de las Doctrinas Rurales de Málaga están preparando un viaje a Valladolid, los días 6, 7 y 8 de junio, para participar en el Congreso Internacional del Corazón de Jesús “Cor Iesu, Spes mundi” organizado por el Instituto del Corazón de Cristo y la Archidiócesis de Valladolid con motivo de los 350 años de las apariciones del Corazón de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque en Paray le Monial.
En el viaje se tendrá oportunidad de visitar la parroquia de San Andrés, donde el P. Arnaiz fue bautizado y la calle Panaderos donde nació. Además un grupo de la directiva del Patronato del P. Arnaiz entregará a la Basílica de la Gran Promesa una reliquia del beato, para que se pueda venerar en este templo emblemático, al insigne vallisoletano que fue un apóstol incansable de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús en Málaga y en todos los lugares de Andalucía por donde misionó.
Quedan algunas plazas; si alguna persona está interesada en unirse a esta representación de Málaga en el Congreso, póngase en contacto con las Misioneras de las Doctrinas Rurales en el teléfono 616 31 18 32. El precio total con viaje, inscripción en el Congreso, alojamiento y comidas 275€.
El sábado 31 de mayo, volverá a haber bendición de mujeres embarazas. Será en la iglesia de la Virgen de las Angustias, la patrona de la ciudad accitana. Y, por supuesto, se presentarán esos niños ante la imagen del la Virgen. La celebración, organizada por la delegación de Familia y Vida, estará presidida por el obispo, D. Francisco Jesús Orozco. Será a las 20:00 horas.
Desde la delegación de Familia y Vida de la diócesis, se invita a todas las mujeres que están embarazadas a recibir la bendición del Señor en este momento tan especial para ellas y sus familias.
¿Por qué se hace esta bendición el 31 de mayo? Porque ese dìa la Iglesia celebra la fiesta de la Visitación de la Virgen María a Isabel, dos mujeres embarazadas que esperaban con ilusión la llegada de sus hijos. Como el 31 este año es sábado, se ha querido celebrar esta bendición ante la imagen e la Patrona de Guadix, la Virgen de las Angustias. Se trata de recibir la bendición del Señor y pedir su ayuda Señor en ese momento tan importante que es la gestación de una nueva vida. Y hacer, por supuesto, de la mano de la Virgen. Para asistir, solo hay que ir a la iglesia de la Virgen de las Angustias, de Guadix, a las 8 de la tarde. Pero, desde la delegación de Familia y Vida animan a comunicarlo antes, para facilitar la organización, ya que, desde esta delegación, se suele hacer un regalo a las madres gestantes y a los niños que van a nacer. Se puede comunicar la asistencia en el email familiayvida@diocesisdeguadix.es o en el teléfono 647995512 Antonio Gómez Delegado diocesano de MCS. Guadix
El Consejo contó con la ponencia del profesor José Francisco Serrano Oceja
El Centro Diocesano de Espiritualidad de Guadix acogió el pasado sábado 15 de mayo una nueva sesión del Consejo Diocesano de Laicos, convocado por el obispo de Guadix, Mons. Francisco Jesús Orozco, con el objetivo de seguir profundizando en el papel activo del laicado dentro de la Iglesia y de la sociedad. El encuentro reafirmó el papel esencial de los laicos como corresponsables en la misión evangelizadora de la Iglesia, especialmente en los ámbitos sociales, culturales y políticos.
La sesión se inició con una oración comunitaria, seguida de unas palabras de bienvenida del obispo, quien alentó a los laicos a vivir con valentía y coherencia su vocación bautismal: “la Iglesia necesita hoy más que nunca de la voz, el testimonio y el compromiso de los laicos para ser levadura en medio del mundo”.
El acto central fue la destacada ponencia de José Francisco Serrano Oceja, profesor y experto en comunicación religiosa, bajo el título “El compromiso del Laico en la Vida Pública”. El ponente ofreció una profunda reflexión sobre el papel de los cristianos en los espacios públicos, animando a los laicos a ser agentes de cambio, defensores de la dignidad humana, la justicia y la verdad. “No se trata solo de estar presentes, sino de aportar una mirada cristiana que transforme la realidad”, afirmó.
Tras la ponencia y la aprobación del acta de la sesión anterior, los participantes compartieron un momento de fraternidad. A continuación, se desarrolló el trabajo en las diferentes comisiones constituidas al amparo de este Consejo de Laicos, cuyos resultados se pusieron en común en una sesión plenaria enriquecida por la diversidad de aportaciones.
La jornada concluyó con la información de la celebración de la Vigilia de Pentecostés el próximo sábado 6 de junio en la iglesia de Santa Ana, que simbolizará el envío de los laicos como discípulos misioneros en sus entornos cotidianos. La diócesis de Guadix destaca el entusiasmo y la entrega de los participantes, recordando que una Iglesia viva y en salida no es posible sin la implicación decidida de los fieles laicos.
Una treintena de personas visitó la Mezquita Catedral y el Palacio Episcopal el miércoles 21 de mayo
El Delegado diocesano de Ecumenismo y para el Diálogo Interreligioso, Antonio Navarro, recibió el miércoles 21 de mayo en el Obispado a un grupo interconfesional procedente de Estados Unidos. Un total de veintiocho personas de distintas religiones, católica, protestante, judía y musulmana, visitaron la Mezquita Catedral y posteriormente el Palacio Episcopal. Durante su estancia en el Obispado tuvieron la oportunidad de conversar acerca de las actividades de diálogo interreligioso que hay en España y EE. UU. Los participantes tenían gran interés en contemplar nuestra riqueza histórica y conocer la situación que se vive hoy día en nuestro país en torno al pluralismo cultural y religioso, los retos que plantea y la manera en que la Iglesia Católica española los aborda.
El grupo estaba formado por personas muy activas en el ámbito del diálogo interreligioso en Estados Unidos, sobre todo en Pensilvania y Nueva York, a través de sus respectivas instituciones. Los convocantes y coorganizadores de esta visita son Peace Islands Institute Pennsylvania (PIIP), Peace Islands Institute New York (PIINY) y National Council of Synagogues, coordinados en España por la organización Arco Forum.
La presentación de “Introducción al islam. Una perspectiva cristiana” tuvo lugar el lunes 19 de mayo en el Rectorado
El sacerdote diocesano Antonio Navarro ha presentado esta semana su nuevo libro “Introducción al islam. Una perspectiva cristiana” en la sala Mudéjar del Rectorado de Córdoba. Antonio Arenas Casas, vicerrector de Formación Continua, Empleabilidad y Emprendimiento fue el encargado de presidir el acto, en el que además intervinieron el catedrático de Estudios Árabes e Islámicos de la UCO, Juan Pedro Monferrer y el director de la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), Juan Carlos García Domene.
Este último, subrayó la apuesta de la editorial BAC, perteneciente a la Conferencia Episcopal Española, de impulsar este tipo de publicaciones que consiguen un avance en el conocimiento y el diálogo interreligioso en un país cada vez más plural. Por su parte, Juan Pedro Monferrer expuso un contexto académico de la obra y habló de las publicaciones anteriores dedicadas a esta temática.
Antonio Navarro expuso las motivaciones que le llevaron a escribir el libro, las partes que lo componen y el público al que va dirigido. El sacerdote animó a asistentes a profundizar en el conocimiento de los que creen distinto a nosotros, pues solo desde ese saber se eliminan barreras y prejuicios y se pueden establecer relaciones positivas.
Vamos avanzando en nuestro itinerario pascual y constatamos que la Iglesia naciente no está exenta de conflictos que tratan de resolverse armoniosamente con la luz del Espíritu, mediante el discernimiento comunitario marcado por la búsqueda de la verdad y la edificación de la Iglesia.
“Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros…” (Hch 15, 1-2.22-29)
El texto de la primera lectura nos presenta una parte de la asamblea de Jerusalén, centro del libro de los Hechos. Este encuentro de las autoridades de la comunidad cristiana constituye un hito en los inicios del caminar de la Iglesia.
En la comunidad de Antioquía, comunidad mixta de judíos y gentiles, se produce un conflicto con la llegada de unos hermanos de Judea. Estos, como buenos judíos, insisten en la necesidad de la circuncisión para la salvación. Tras una discusión con ellos, Pablo y Bernabé, que disienten de tal argumento, enviados por la comunidad, deciden subir a Jerusalén, para tratar esta cuestión con los apóstoles y los presbíteros.
En el llamado “concilio de Jerusalén” se legitima la apertura de la iglesia a los gentiles, tomando la decisión que, para formar parte de la comunidad cristiana, no es necesaria la circuncisión. Así el movimiento de los seguidores de Jesús se independiza de la tutela de la religión mosaica, de la que hasta ahora había formado parte.
“Vendremos a Él y haremos morada en Él” (Jn 14,23-29)
El texto que nos propone el Evangelio lo encontramos en la primera parte del libro de la gloria, en los llamados discursos de despedida (Jn 13-17). Jesús va a partir hacia el Padre, pero esto no debe ser causa de desolación o temor, pues Jesús retorna al Padre, pero volverá (Jn 14,28). En este estado de transición, el Señor hace una serie de promesas a sus discípulos:
a) Promesa de la inhabitación (vv. 23-24)
Aunque Jesús se vaya, permanecerá en los suyos de otra forma. Será necesaria una condición: guardar su Palabra, pero aquel que la cumpla, el Padre lo amará y ambos, Jesús y el Padre, harán morada en él. Escuchar, acoger y vivir la Palabra implicará la inhabitación del mismo Dios. La morada de Dios ya no es el templo sino el ser humano. El ser humano no estará solo porque Dios habitará en él (23-24).
b) Promesa del Espíritu (vv. 25-26). En el futuro será el Paráclito quien recordará todo lo que Jesús ha dicho y les instruirá en todas las cosas. Los discípulos no quedan abandonados, el Espíritu será el nuevo maestro que les enseñará y les recordará lo que han aprendido con Jesús.
c) Promesa de la paz (v. 27).
La paz, Shalom, era el saludo habitual de un judío. Sin embargo, la paz que da Jesús es una paz diferente de la que el mundo pueda ofrecer. El don de la paz será un fruto del Espíritu, presencia continuada de Jesús durante su ausencia (Gal 5, 22).
La Palabra hoy
Jesús antes de partir de esta realidad histórica hacia el Padre hizo tres promesas a sus discípulos que se cumplieron tras su resurrección. Nosotros, creyentes del siglo XXI, disfrutamos ya de esos tres regalos.
a) La presencia de Dios en nosotros, que la tradición cristiana ha denominado inhabitación. Dios no habita en un templo, ni en un monte, ni en un santuario, sino que habita en el corazón de cada uno de nosotros/as. Ya no estamos solos/as, una presencia nos habita.
b) Nuestro tiempo es el tiempo del Espíritu. Él hace que la Palabra de Dios en nuestro corazón se vuelva viva y vaya transformando nuestra vida. Él nos consuela en nuestras aflicciones y sufrimientos; Él nos ilumina especialmente cuando nuestra vida se ve inmersa en crisis o encrucijadas. Él nos fortalece en nuestras debilidades.
c) LapazesotrodelosregalosrecibidosporJesús,yapresenteenlabendición del Señor del libro de los Números: “Que el Señor te conceda la Paz” (Nm 6,26). Pero este regalo tan preciado que nos equilibra interiormente y armoniza nuestras desarmonías, conlleva también una tarea, construir la paz a nuestro alrededor, en nuestra sociedad, en nuestro planeta. Sin olvidar que la justicia y la paz van de la mano: “la justicia y la paz se besan” (Sal 84).
Nacido en Jerez de la Frontera en 1822, este prelado fue hijo de la Archidiócesis de Sevilla, al no existir hasta 1980 la Diócesis de Asidonia-Jerez, teniendo como sede la ciudad donde nació el que fuera Obispo de Córdoba entre otras Diócesis.
Cercanos todavía al Cónclave celebrado en Roma para la elección del Papa León XIV, nos acercamos al Cardenal Sebastián Herrero Espinosa de los Monteros, nacido en Jerez de la Frontera el 20 de enero de 1822. Quien fuera hijo de la Archidiócesis de Sevilla, debido a la inexistencia de la Diócesis de Asidonia-Jerez, este jerezano fue pastor de las Diócesis de Cuenca, Vitoria, Oviedo, Córdoba y Valencia, siendo en esta última sede donde recibiera por parte del Papa León XIII el cardenalato.
Canónigo de la Colegial de Jerez de la Frontera por aquel entonces, fue ordenado Obispo en 1875, no sería hasta 1902 donde recibiría la púrpura cardenalicia de San Bonifacio de Alessio. De esta forma, vivió en primera persona el Cónclave donde se elegiría como Papa a Pío X. Sus últimos días los viviría en Valencia donde fallecería en el año 1903.
El 7 de junio, día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar, se celebrará en nuestra diócesis la Vigilia de Pentecostés bajo el lema: “Testigos de esperanza en el mundo”.
A las 17:00 h., el obispo Nivariense presidirá la Eucaristía en el Seminario Diocesano. Posteriormente, habrá un espacio dedicado al encuentro y, tras el descanso, se celebrará la referida vigilia a las 20:00 h.
Para participar en esta jornada es necesario confirmar la asistencia.
El convenio, rubricado por D. Juan Pedro Virella Sánchez, Ecónomo Diocesano en representación del Obispado de Huelva, y por D.ª Soledad Fernández Doctor, Directora General de la AEAT, permitirá a la diócesis actuar como colaborador social en la presentación por vía telemática de declaraciones, autoliquidaciones, comunicaciones, recursos de reposición y otros documentos tributarios en nombre de terceros.
Esta iniciativa se enmarca en el artículo 92 de la Ley General Tributaria, que promueve la colaboración social en la gestión de los tributos, y responde a la creciente apuesta por parte de la Administración por el uso de las nuevas tecnologías para simplificar los trámites administrativos.
Mediante este acuerdo, el Obispado de Huelva queda autorizado para realizar estas gestiones electrónicas, siempre que disponga de la representación expresa de los contribuyentes y emplee los certificados electrónicos cualificados conforme a la normativa vigente. Asimismo, se compromete al cumplimiento riguroso de las disposiciones en materia de protección de datos, de acuerdo con el Reglamento General de Protección de Datos (UE) 2016/679 y la Ley Orgánica 3/2018, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales.
La firma de este convenio supone un paso más en la modernización de los procedimientos administrativos del Obispado, en línea con su voluntad de servicio y cercanía a las comunidades parroquiales, entidades religiosas y demás personas vinculadas a la vida diocesana.
El acuerdo tendrá una vigencia inicial de un año, prorrogable automáticamente salvo denuncia expresa por alguna de las partes, y se aplicará conforme a lo previsto en la legislación tributaria y administrativa aplicable.
Con esta colaboración, la Diócesis de Huelva continúa avanzando en la mejora de la gestión y en el fortalecimiento de la transparencia y la legalidad en todas sus actuaciones.
Homilía en la Eucaristía del Sacramento de la Confirmación de manos del arzobispo Mons. José María Gil Tamayo, celebrada en la S.A.I Catedral el 21 de mayo de 2025.
Queridos sacerdotes concelebrantes; responsables de la acción catequética de estos grupos que hoy se presentan; queridos catequistas; queridos padres y padrinos; queridos confirmandos; queridos familiares y amigos todos:
Estamos en esta ceremonia solemne de nuestra Catedral, que simboliza la Iglesia de Granada con su esplendor; en esta Catedral, que nos hace recordar que somos miembros de la Iglesia: que somos templos del Espíritu Santo. El templo material es una imagen del templo que somos cada uno de nosotros. Nos dice San Pablo en la Carta a los Romanos que “el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado”. Ese es el amor cristiano, el amor que Dios nos tiene. Dios mismo es Amor. Así lo define el evangelista Juan en su Primera Carta. Y él dice también, “nosotros hemos conocido el amor de Dios y hemos creído en Él”.
Queridos amigos, no olvidéis esto nunca: Dios nos ama. Es lo que está repitiendo, desde el inicio, hace poco más de una semana de su pontificado, el Papa León. Ésta es la gran verdad cristiana, la gran verdad que transforma los corazones y que aquellos que siguieron a Jesús, que no eran gente muy valiosa. Los propios evangelios nos muestran sus defectos innegables, se pelean entre sí a ver quién va a ser el primero; esos apóstoles que dejan a Jesús, lo abandonan, sólo el más joven permanece; que el jefe de ellos lo niega y que uno de ellos lo vende. Ningún jefe de personal habría escogido ese equipo. Pero Jesús los escogió, conocedor de sus defectos. Jesús mismo había dicho que no tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos, y que no ha venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, y ahí entramos nosotros. Y aquellos primeros cristianos que recibieron el Espíritu Santo el día de Pentecostés y hoy se va a repetir ese prodigio, aunque de manera insensible, no os vais a dar cuenta, pero a través del signo de la imposición de mis manos, sucesor de los apóstoles, de aquellos que estaban allí, y que de manera ininterrumpida por la sucesión episcopal ha llegado hasta mí, ahora como arzobispo vuestro, y con la oración en la que le pido al Espíritu Santo que os consagre con el Crisma, que significa “el Ungido”: Cristo es el Ungido.
Nosotros somos crismados también. Somos santificados. Somos algo grande. Somos hijos e hijas de Dios. Esta es nuestra grandeza, ya por el bautismo. Y ahora, queridos confirmandos, cada uno de procedencia distinta, cada uno con edad distinta, los hay desde jóvenes que estáis en los estudios de la ESO, de bachillerato, hasta personas ya mayores, que están ya en una tarea profesional; que los hay he visto hasta una madre, vais a hacer un compromiso cristiano de seguimiento de Jesucristo. Os habéis preparado cada uno en vuestra comunidad de referencia, sean desde los franciscanos, las Escuelas de la Ave María, la delegación de Enseñanza, de Educación, la parroquia de Las Gabias, la parroquia de San Gregorio Bético, la de Víznar, los salesianos, no sé si me quedo alguno más por ahí, habéis ido preparando (perdonadme si me dejo alguno, no tengo la lista), os habéis ido, como comunidad de referencia, cogiendo el estilo de Jesús.
Y ahora, vais a recibir el Espíritu Santo como aquellos primeros cristianos, para dar testimonio de Jesús en el mundo, para dar testimonio en nuestra época, sin avergonzaros de él, para ser cristianos no sólo de nombre, sino en vuestra vida, cada uno con su manera de ser, en sus circunstancias, en el trabajo, en la vida social, en la vida de familia, en la diversión, en los estudios, ser cristiano. Y eso no significa que seamos perfectísimos, sino que el Señor va a venir en vuestra ayuda, y si estamos unidos a Él, como nos ha dicho Jesús en el Evangelio –“como el sarmiento a la vida”-, Él no nos va a dejar, Él os va a ayudar, Él os va a dar la fuerza para responder como cristianos en los distintos momentos y circunstancias. Podemos pasar, como pasamos todos, temporadas más difíciles, incluso crisis de fe. Podemos como apagarnos o enfriarnos, pero esa semilla que hoy va a revertecer en vosotros, esa semilla que ha puesto ya Dios en vuestro corazón por el bautismo, el don de la fe, y que hoy revitaliza el Espíritu Santo. Es Jesús mismo el que os va a mover, nos mueve. Dice la Sagrada Escritura que no podemos ni tan siquiera decir Jesús es el Señor, si no es por el Espíritu Santo. Es el mismo Jesús el que nos lo recuerda hoy en el Evangelio: “Sin Mí no podéis hacer nada”. Y así aquellos pobres hombres, aquellos pobres apóstoles, aquellos pobres cristianos, junto con las santas mujeres, cambiaron el mundo.
Y por eso hoy llenamos nuestra catedral. Por eso, a lo largo de los siglos, como ahora, en muchas partes del mundo está presente la Iglesia de Cristo, están presentes los cristianos, incluso algunos sufriendo el martirio. Desde el año 2022 al 2025, han muerto 10.000 cristianos en Nigeria. Hoy ser cristiano es jugarse el tipo, no es tener un carnet, no es apuntarse porque me gustan las cosas de la Iglesia, o no simplemente es un requisito. No vale eso de ser creyente, pero no practicante. No vale ser cristiano a temporadas si me van las cosas bien y después Dios como si fuese para usar solo en caso de emergencia. Sino, como decía Santa Teresa de Jesús, lo decía de sus tiempos, en el siglo XVI -decía ella- “en estos tiempos recios hacen falta amigos fuertes de Dios”. Nuestros tiempos necesitan también amigos y amigas de Dios, amigos de Jesús y amigas de Jesús, que den la cara por Él, que no se escondan de sus convicciones cristianas o no las guarden y no se avergüencen de rezar. Que den con el testimonio de Jesús que nace del Sacramento y de la fe, de la gracia definitiva, den testimonio de Él.
Vais a recibir el don de sabiduría, el don de entendimiento, el don de ciencia, el don de piedad, el don de consejo, el don de fortaleza, el don de temor de Dios. Vais a recibir esa gracia y esa fuerza de Jesús, para que oréis como un hijo ora a su padre, no sólo como si fuese una cosa mágica, no mirando para los lados a ver si alguien me ve o no me ve. Vais a recibir la fuerza de Jesús para manifestaros como cristianos en vuestros ambientes, para tener los criterios de Jesús que habéis aprendido en la catequesis, en vuestra formación y que no es una cosa para examinarse de un examen como puede ser la selectividad o puede ser cualquier otro examen. Es para vivirlo, es para mostrarlo, porque el mejor predicador es ‘fray ejemplo’ y porque el Señor nos quiere así, amigos suyos de verdad. Y vuelvo a repetir, no es que seamos perfectísimos, mejores que los demás, pero el Señor nos da su fuerza si estamos unidos a Él.
Y cuando no estamos unidos a Él, cuando nos desgajamos por nuestro pecado, por nuestro egoísmo, por nuestro materialismo, por nuestras ideologías, cuando nos separamos de Él, al mismo tiempo se produce una falla de humanidad. Al mismo tiempo, ya no amamos como debiéramos, con el amor y la ternura de Jesús en nuestro corazón. Yo os animo y le pido hoy al Señor, mientras han ido diciendo cada uno de vuestros nombres, he pedido por vosotros, por cada uno y por cada una, para que seáis amigos fuertes de Dios, cristianos de verdad.
Que la Santísima Virgen, la Madre Nuestra, a la que invocamos como Nuestra Señora, la Virgen de las Angustias, os acompañe, os cuide siempre, y no os olvidéis de Ella nunca.
Que seáis buenos hijos, buenos amigos de Dios, y, como Ella le dijo a aquellos criados en las bodas de Caná, “haced lo que Él os diga”, lo que os diga Jesús. Vivid, por favor, como Dios manda.
Así sea.
+ José María Gil Tamayo Arzobispo de Granada 21 de mayo de 2025 S.A.I Catedral de Granada