Inicio Blog Página 5

Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor

0

Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor

El evangelio de este domingo de Pascua de la Resurrección, nos invita a reflexionar profundamente sobre la fe, la esperanza y la comprensión progresiva del misterio de Cristo.

María Magdalena, quien fue la primera en llegar al sepulcro, nos muestra un amor y una devoción profundos hacia Jesús. Al encontrar la losa del sepulcro quitada y al ver que el cuerpo de Jesús ya no estaba allí, su primer pensamiento es que alguien ha robado el cuerpo. Ella corre a contarle a Pedro y al discípulo amado, mostrando su preocupación, pero también su falta de comprensión total en ese momento.

El relato de los dos discípulos que corren hacia el sepulcro es tan significativo. Aunque Pedro es el líder entre los discípulos, es el «discípulo amado» quien llega primero, lo que nos muestra cómo, en algunos momentos, aquellos que están más cercanos a Jesús, de una manera más íntima, pueden captar las cosas antes que otros. Sin embargo, Pedro, al ser el líder, entra primero en el sepulcro, y es a través de él, quien observa los lienzos y el sudario, que se hace más claro que algo extraordinario ha sucedido.

El hecho de que el «discípulo amado» vea y crea, nos habla de cómo la fe no siempre es inmediata, pero que a través de la contemplación y la apertura del corazón, la verdad de la Resurrección se revela a nosotros. La Escritura nos enseña que, antes de ese momento, ni ellos ni nadie comprendían completamente las profecías sobre la Resurrección, pero al ver el sepulcro vacío, la realidad de lo que había ocurrido comienza a tomar forma en sus corazones.

Este texto nos invita a reflexionar sobre nuestra propia fe. Muchas veces, como los discípulos, nos encontramos confundidos o desorientados ante lo que Dios está haciendo en nuestras vidas. Pero a través de la perseverancia, la reflexión y la oración, podemos llegar a comprender mejor los planes de Dios. La resurrección de Cristo es la esperanza que ilumina todas las tinieblas de nuestra vida y nos asegura que, incluso cuando no comprendemos por completo, podemos creer.

Así, este pasaje nos anima a seguir buscando, a correr hacia Cristo con la fe de que, al final, Él nos revelará la verdad, tal como lo hizo con los discípulos en ese amanecer glorioso.

Secretariado de Pastoral de Juventud y Adolescencia

La entrada Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor se publicó primero en Diócesis de Huelva.

Ver este artículo en la web de la diócesis

17 ABRIL: Tíjola conmemora 450 años de la proclamación de la Virgen del Socorro como Patrona

0

Este 17 de abril se cumplen 450 años desde que la localidad almeriense de Tíjola nombró como Patrona a la Virgen del Socorro, en respuesta a una grave plaga de langosta que amenazaba con arrasar las cosechas del municipio en 1575.

Según recoge el acta original conservada en el archivo municipal, los alcaldes de la época, Damián de Revelles y Baltasar de Reina, junto a un grupo de vecinos, se encomendaron a la Virgen, implorando su protección. Para ello, utilizaron la imagen que había sido traída por los Tercios desde Nápoles en tiempos de Juan de Austria.

El documento histórico, inscrito en el Libro de Apeos y Repartimiento de Suertes, da testimonio del juramento que hicieron los vecinos de edificar una ermita y celebrar cada año una fiesta en su honor el 15 de septiembre. En él se afirma literalmente que tomaban por “abogada y socorro a Ntra. Sra. del Socorro” para que intercediera en favor del pueblo y lo librara de la calamidad.

Desde entonces, la devoción a la Virgen del Socorro ha formado parte esencial de la identidad tijoleña. Su presencia en la vida cotidiana se manifiesta en gestos como el de los niños que se santiguan al pasar ante su ermita, o en las oraciones de padres y mayores que, generación tras generación, han depositado su fe en ella.

La efeméride coincide con el Jueves Santo, día en que la Iglesia celebra el amor fraterno y la institución de la Eucaristía, lo que ha dado un sentido especial al recuerdo de este compromiso histórico. Tíjola reafirma así que, cuatro siglos y medio después, la Virgen del Socorro sigue siendo un símbolo de amparo, fe y esperanza para sus habitantes.

El lema que aún hoy se escucha en labios de los tijoleños resume la devoción persistente de todo un pueblo:
“Madre, socórrenos”.

Ver este artículo en la web de la diócesis

Ha fallecido Julio de Domingo Juan-Martín

0

Publicado: 17/04/2025: 38

Ha fallecido en Antequera Julio de Domingo Juan-Martín a los 95 años de edad. El duelo se encuentra en la sala 4 del Tanatorio de Albia (junto al Cementerio de la ciudad de El Torcal).

El responso de despedida será mañana viernes, 18 de abril ,a las 11.00 horas en la parroquia de San Pedro de Antequera. 

Más artículos de: Obituario

Ver este artículo en la web de la diócesis

Cádiz y Ceuta celebran la Misa Crismal en el inicio del Triduo Pascual

0

La Catedral de Cádiz ha sido escenario esta mañana de la solemne celebración de la Misa Crismal, presidida por el obispo diocesano, Monseñor Rafael Zornoza. La ceremonia ha contado con la participación de una amplia representación del presbiterio de Cádiz, así como de seminaristas del Seminario Conciliar de San Bartolomé, del Seminario Redemptoris Mater y de numerosos fieles que han querido acompañar al clero en este día tan significativo.

Durante la homilía, Mons. Zornoza ha destacado la importancia de la unidad y la renovación del compromiso sacerdotal. Posteriormente, los presbíteros presentes han renovado públicamente sus promesas sacerdotales.

Uno de los momentos centrales de la celebración ha sido la bendición de los santos óleos: el Santo Crisma, el óleo de los catecúmenos y el óleo de los enfermos. Estos serán utilizados a lo largo del año en los sacramentos del bautismo, la confirmación, la unción de los enfermos y la ordenación sacerdotal.

En Ceuta, el pasado Lunes Santo el obispo también presidía la Misa Crismal en el Santuario de Santa María de África. Allí la comunidad eclesial ceutí; sacerdotes, diáconos, religiosos, laicos, matrimonios y familias se reunieron para expresar la riqueza de vocaciones y carismas que configuran la Iglesia diocesana.

Ver este artículo en la web de la diócesis

Sacerdotes, “elegidos, consagrados y enviados a una misión”: homilía en la Misa Crismal

0

Homilía de Mons. José María Gil Tamayo, arzobispo de Granada, en la Misa Crismal celebrada el Miercoles Santo, el 16 de abril de 2025, con el arzobispo emérito y el clero diocesano, que ha renovado sus promesas sacerdotales.

querido D. Javier, arzobispo emérito de Granada;
queridos hermanos sacerdotes del presbiterio de Granada;
queridos miembros de la vida consagrada;
queridos seminaristas, hermanos y hermanas de la vida consagrada;
queridos hermanos todos:

que os habéis dado cita en esta celebración tan peculiar y tan bella de la Misa Crismal, en que bendeciremos, como os decía al comienzo, los óleos: el óleo de los catecúmenos, el óleo de los enfermos y el más excelso de los óleos, el crisma, aceite perfumado que nos consagra a Cristo, el alfa y omega, el que es, el que era y el que viene, el Señor de la historia, aquél que ha vencido, y todos nosotros miramos también al que traspasaron, y todos nosotros hacemos realidad el vaticinio de San Pablo en la Carta a los Filipenses –“Al nombre de Jesús toda rodilla se doble, en el cielo, en la tierra, y toda lengua proclame ‘Jesucristo Señor, para la Gloria de Dios Padre’”.

Es la centralidad de Cristo, queridos hermanos. Y precisamente, esta misa, esta celebración, en que también los sacerdotes renovamos nuestras promesas, porque hemos sido ungidos
-ungidos todo el pueblo de Dios-. Somos una nación santa, como proclama el apóstol Pedro, en su catequesis bautismal; somos una nación consagrada, somos un pueblo de sacerdotes, una nación regia. Él nos llamó de las tinieblas a Su luz admirable. Todos hemos sido cristificados -acristianados, decía en el lenguaje viejo castellano-, hemos sido hechos otros cristos, el mismo Cristo.

Y esta es nuestra dignidad. Esta es nuestra realeza. Este es el sacerdocio común de Cristo, para ofrecer sacrificios espirituales con nuestra vida. Nuestra vida está cristificada, está imbuida de la gracia, está penetrada, como el aceite penetra hasta lo más profundo, el Espíritu Santo, que es el que nos conforma a Cristo. Y entre los hombres de ese pueblo, Dios nos ha elegido a algunos, no por méritos propios, sino por su bondad infinita, para que, participando de Cristo, cabeza y pastor de Su pueblo, le representemos sacramentalmente, le impersonemos, como dice la Carta a los hebreos, “tomado de entre los hombres para servir a los hombres las cosas que a Dios se refiere”. Para hacer de nosotros esa “presencia por la caridad pastoral”, que diría san Agustín: que el amor es oficio, para hacer presente a Cristo en medio de los demás.

Nosotros, queridos hermanos, fieles del pueblo de Dios, somos los primeros que tenemos que decir que no somos dignos, porque nosotros estamos llenos de miserias, palpables, por las que pedimos perdón y por las que pedimos ayuda. Pero, queridos hermanos, nosotros no podemos renunciar a esa dignidad que es prestada, que no es nuestra; que no es de poder, sino que es de servicio: “Yo estoy en la mesa como el que sirve”, nos dice nuestro Maestro. Precisamente, el día que instituye el sacerdocio ministerial. “Habéis visto lo que he hecho Yo con vosotros, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros”.

Y esta impronta de servicio, de ministerialidad, es la que tiene que conformar nuestra vida. Pero no lo olvidemos, como nos ha recordado el profeta, el texto de la profecía de Isaías: “El Espíritu del Señor está sobre nosotros”, porque está sobre Jesús, de cuyo sacerdocio participamos. Como él deja claro en la sinagoga de Nazaret, que hemos escuchado en la proclamación del Evangelio: “Estas palabras se cumplen hoy entre nosotros”. Y se cumple también en cada uno de nosotros, a pesar de los pesares.

Nosotros, queridos hermanos, somos también, desde ese cristocentrismo, desde esa centralidad de Cristo, que es el protagonista, nosotros no somos nada sin Él, lo somos todo en Él.: “Mi vivir es Cristo dirá”. Y ese traspaso de lo que somos, de nuestra ontología personal; ese traspaso a lo existencial es nuestra vida.

Queridos amigos, sacerdotes, quiero daros públicamente, una vez más, las gracias por vuestro ministerio, por vuestra ayuda, por vuestra fidelidad, por ser como sois cada uno. Os voy conociendo más en la medida en que llevo más tiempo. Me siento ayudado y querido, y os quiero con todo el corazón. Como quiero y le pido al Señor por quienes echo de menos. Como pido y me duele en el corazón cuando nos falta un sacerdote, cuando muere un sacerdote. Y le pido especialmente que Él nos ayude a vivir la fidelidad que Él ha vivido, y nos ayude a que haya un relevo vocacional en nuestro seminario, en nuestro presbiterio, con nuestros sacerdotes. Hoy pedimos especialmente por don Francisco Peinado, como también recordamos a los que han muerto este año, en nuestro presbiterio.

Queridos hermanos sacerdotes, queridos fieles, hemos sido llamados, queridos hermanos, por una vocación. Una vocación a la vida cristiana. Una vocación a ser santos e irreprochables ante Él por el amor, como nos dice San Pablo en el himno introductorio de la Carta a los Efesios. En Él nos eligió antes de la constitución del mundo, para que seamos santos e irreprochables ante Él por el amor. Pero el Señor también nos ha elegido con una vocación específica. Y, en este día, aunque sea con un flash, con un pensamiento fugaz, tomemos en consideración de quiénes se sirvió el Señor, para llamarnos al sacerdocio: de nuestros padres, de los sacerdotes, de nuestros pueblos, de quienes se sirvió el Señor.

Gracias Señor por haberme llamado. Y queremos mantener ese espíritu, que el Señor reclama para Sí, para el ejercicio supremo de su sacerdocio y que nos relata la Carta a los hebreos cuando nos habla del sacerdote cristiano. Aquí estoy para hacer tu Voluntad. La ablación de nosotros mismos que progresivamente la hemos ido haciendo y que actualizamos cada día y que tuvo un momento culminante el día de nuestra ordenación sacerdotal.

Hemos sido llamados, pero hemos sido consagrados en ese día. Se ungió nuestras manos con el crisma. Ya habíamos sido ungidos en el Sacramento del Espíritu Santo, en la Confirmación, para ser testigos de Cristo. Y habíamos sido ungidos en el momento del bautismo con el crisma, para entrar a formarte de su pueblo y ser para siempre, como dice el ritual, “miembros de Cristo, sacerdote, profeta y rey”. Pero, cuando se nos ungió las manos, es para servir. Las manos es la extensión de nosotros mismos, para darnos, para crucificarnos con Cristo, para perdonar, en esa renovación que haremos dentro de un momento; en esa consagración por la cual ya estamos desposeídos, estamos alienados en el sentido más literal de la palabra, vaciados de nosotros mismos. Esa exigencia que pone Jesús a sus discípulos antes que tomar la cruz, niéguese a sí mismo, ya no nos poseemos, ya no podemos conjugar en primera persona, queridos hermanos. Estamos expropiados como sacerdotes, no nos poseemos. Luego, mis cosas, mis preferencias, mis objetivos, “todo lo considero basura -dice Pablo- con tal de ganar a Cristo”. Nosotros también hemos hecho esa opción, queridos hermanos, para que penetre en nosotros esa consagración. Somos de Dios. Y eso nos tiene que llevar a poner una primacía de Dios en nuestra vida. “Hombre, este es un hombre de Dios”. Pues, que realmente lo sea por un sentido de adoración de nuestra vida, de sacrificio, de entrega, de sacralidad, que no hace que los demás nos tengan que venerar o encumbrarnos, sino en el sacerdocio cristiano somos los servidores de los otros.

La consagración cristiana es una consagración de servicio, porque somos elegidos para las cosas aptas, para ofrecer el sacrificio en nombre del pueblo a Dios, para perdonar en el nombre del Señor, para santificar en el nombre del Señor, para ungir con el óleo a los enfermos, y aliviarlos y darles el consuelo del Espíritu en el Nombre del Señor; para hacer presente, como testigo cualificado, el amor humano entre un hombre y una mujer, como hizo Cristo con su presencia en las bodas de Cana y expresar así el misterio de amor de Cristo a su Iglesia.

Queridos hermanos, hoy es un día de fraternidad también, de pedir por los otros, de recordar a quienes nos han dejado y pido especialmente por los sacerdotes que nos han dejado y con los que he hablado este año, para entregarles la dispensa del Papa.

Todos, queridos hermanos, hemos sido elegidos, hemos sido consagrados y hemos sido enviados a una misión. La oración colecta de este día de la Misa Crismal, hemos pedido al Señor que quienes hemos sido consagrados por Cristo, seamos testigos de la Redención de Cristo. “Id y enseñad, id y bautizad, id”. El mandato imperativo y misional de Cristo se extiende para nosotros de una manera especial como anunciadores del Reino de Dios.

Luego, queridos amigos, ay de nosotros si no evangelizáramos como dice san Pablo. Y esta realidad es la que lleváis a cabo, aunque a veces viene el cansancio, aunque en esta sociedad descreída y pagana, nos formamos insignificantes. Pero no olvidéis, la lógica de Dios es distinta. La lógica de Dios es la de la cruz, como reclama Pablo en el inicio de la Primera de Corintios. La lógica de Dios es la de la cruz, que es esa segunda parte: “Niéguese a sí mismo, tome su cruz”. La lógica del crucificado, del que traspasaron, del que no reconocieron como el hijo del hombre del profeta Daniel. Pero nosotros sí, como en el Apocalipsis, lo proclamamos. La lógica del despojado, la lógica del sentenciado. Y esa es nuestra lógica.

En este mundo nuestro, frío, indiferente, incluso a veces en los propios ambientes en los que nos movemos, donde llega esa fría paz del secularismo, no estamos solos. El Señor va con nosotros. El Señor está a nuestro lado: “No temas, yo estoy contigo. Aunque camine por calladas oscuras, Tú vas conmigo. Tu vara y tu callado me sosiegan”. Luego, no os desaniméis. Y buscar en el hermano. El Señor quiso enviarlos de dos en dos. Esa fraternidad que es esencial al ejercicio del ministerio, porque lo somos con la iglesia. Esas cercanías de las que habla el Papa y que las sabéis. A Dios, al obispo, a los hermanos sacerdotes, al santo pueblo de Dios. Y esa misión en nuestro mundo hace que tengamos opciones y preferencias. Los pobres, los niños, los enfermos, los necesitados.

Queridos hermanos, estamos llamados, estamos consagrados, estamos enviados. “Perseveraban en la oración con María, la Madre de Jesús”, nos dicen los Hechos de los apóstoles. Con ella también nosotros vivimos la misión de unos consagrados, que un día fuimos llamados.

Que el Señor nos dé el don de la perseverancia, el don de la caridad, el don de una fe sin fisuras, el don de anunciar a Jesucristo, de ser testigos de su redención, como lo hemos pedido hoy. Así sea.

+ José María Gil Tamayo
Arzobispo de Granada

16 de abril de 2025
S.A.I Catedral de Granada

Descanse en paz, D. Francisco Peinado Manzano

0

Su último destino pastoral fue la parroquia de los Santos Justo y Pastor, donde estaba adscrito.

El sacerdote diocesano D. Francisco Peinado Manzano, natural de Albondón, ha sido llamado a la Casa del Padre hoy Miércoles Santo. Recibirá sepultura en el cementerio de Los Gualchos. Previamente, se celebrará la misa funeral mañana jueves, 17 de abril, a las 12:30 horas, en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Gracia.

D. Francisco estaba en la parroquia de los Santos Justo y Pastor, como adscrito desde el año 2013. Ordenado en 1961 en Santa Fe, comenzó su ministerio presbiteral en la parroquia de la Encarnación en Almuñécar como párroco coadjutor, donde estuvo un año. Después, fue destinado sucesivamente a la parroquia de Los Milagros en Gálvez, La Inmaculada Concepción en Rubite, Nuestra Señora en Lentegí, la parroquia de San Antonio en Jete y de San José en Otívar, todo ello hasta el año 1973.

A partir de ese año fue encargado de la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora en la Mamola y también ese año párroco en San Miguel de Los Gualchos.

En la parroquia de Nuestra Señora del Carmen en Castell de Ferro estuvo desde 1976 hasta 1990, año en que fue párroco en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen en Torrenueva. Cuatro años más tarde, en 1994, fue encargado de las parroquias de la Inmaculada Concepción de Gorgoracha, san Francisco de Asís en Lagos, administrador parroquial de san Agustín en Lobras y párroco en Nuestra Señora del Rosario de Vélez en Benaudalla. Su último destino fue como adscrito a la parroquia de los Santos Justo y Pastor.

Descanse en paz, D. Francisco Peinado Manzano. Rogamos una oración a Dios por su alma.

The post Descanse en paz, D. Francisco Peinado Manzano first appeared on Archidiócesis de Granada.

Ver este artículo en la web de la diócesis

La fiesta del don sacramental del Orden Sacerdotal

0

Celebrada la Misa Crismal esta mañana en la Catedral, presidida por el arzobispo de Granada y con la asistencia del emérito, así como de gran parte del clero diocesano que ha renovado sus promesas presbiterales. Se han bendecido el Santo Crisma y los Santos Óleos para algunos de los sacramentos.

En una celebración esencialmente sacramental, como ha recordado el arzobispo de Granada, Mons. José maría gil Tamayo, en su alocución al inicio, se ha llevado a cabo esta mañana la Misa Crismal en la S.A.I Catedral Metropolitana de la Encarnación en Granada. Una Misa con marcado carácter de acción de gracias por el don del sacramento del Orden Sacerdotal, de servicio a imitación de Jesucristo en su Iglesia.

Con el arzobispo de Granada y el arzobispo emérito Mons. Javier Martínez, en la Misa han concelebrado gran parte del clero diocesano, venidos desde todos los puntos de la provincia. Tras la homilía, los sacerdotes han renovado sus promesas proclamadas en el día de su Ordenación y lo hicieron ante la asamblea de Dios como testigo. Con estas promesas, los presbíteros han renovado su entrega íntegra y plena al Señor, al servicio de la Iglesia y en obediencia en la misión del obispo, así como la predicación de la fe católica, la celebración de la liturgia, guardar el celibato, la oración e imitar en todo a Jesucristo. 

Otro de los momentos destacados en el rito litúrgico ha sido la consagración de los Santos Óleos para el Santo Crisma, los enfermos y los catecúmenos, que después se utilizan en los distintos Sacramentos del Orden Sacerdotal, Bautismo, Confirmación y Unción de enfermos. Las ánforas con los aceites perfumados para esta consagración y bendición se situaban en el pasillo central frente al altar. Desde allí, fueron trasladados ante la mesa del Señor en el altar, donde el arzobispo lo bendijo e insufló su aliento en la consagración.

ELEGIDOS PARA UNA VOCACIÓN

En sus palabras durante la homilía, el arzobispo ha hablado de la centralidad en la vida que es Cristo y del don del bautismo que nos hace miembros de “una nación santa”, así como del don del Orden Sacerdotal, con el que “hemos sido llamados”.

“Hemos sido llamados, queridos hermanos, por una vocación. Una vocación a la vida cristiana, una vocación a ser santos e irreprochables por el amor, como nos dice San Pablo en el himno introductorio de la Carta a los Efesios. En Él nos eligió antes de la constitución del mundo. Pero el Señor también nos ha elegido con una vocación específica y en este día, aunque sea con un pensamiento fugaz, tomemos en consideración de quienes se sirvió el Señor para llamarnos al sacerdocio: de nuestros padres, de los sacerdotes, de nuestros pueblos”, señaló D. José María Gil Tamayo.

El arzobispo habló al clero del servicio según la lógica de Jesucristo que es el sacerdocio: “Cuando se nos ungió las manos es para servir. Las manos es la extensión de nosotros mismos, para darnos, para crucificarnos con Cristo, para perdonar, en esa renovación que haremos dentro de un momento, en esa consagración por la cual ya estamos desposeídos, estamos alienados en el sentido más literal de la palabra, vaciados de nosotros mismos. Esa exigencia que pone Jesús a sus discípulos antes que tomar la cruz, niéguese a sí mismo, ya no nos poseemos, ya no podemos conjugar en primera persona. Queridos hermanos, estamos expropiados como sacerdotes, no nos poseemos”.

ORACIONES

En la Misa Crismal, D. José María agradeció la vocación y el servicio que presta el clero diocesano en la acción evangelizadora y pastoral en la Iglesia para el Pueblo de Dios. Asimismo, recordó y pidió oraciones por los sacerdotes fallecidos, especialmente este año, entre ellos el sacerdote diocesano D. Francisco Peinado Manzano, adscrito a la parroquia de los Santos Justo y Pastor, y fallecido hoy día 16.

También pidió oraciones por las vocaciones sacerdotales y anunció la alegría para la Iglesia diocesana de las próximas ordenaciones diaconales, que tendrán lugar en la Catedral el 3 de mayo, a las 12 horas. Estas ordenaciones serán las de cuatro seminaristas, en su camino de formación como candidatos al sacerdocio, procedentes del Seminario Mayor San Cecilio y del Misionero Redemptoris Mater. 

VER CELEBRACIÓN MISA CRISMAL 2025

VER GALERÍA DE FOTOS

DSC01268

The post La fiesta del don sacramental del Orden Sacerdotal first appeared on Archidiócesis de Granada.

Ver este artículo en la web de la diócesis

¿Quién puede ser Hermano/a Mayor?

0

Es una de las preguntas más sonadas en el seno de las hermandades y cofradías. Conocer algunas de las cualidades exigibles a un Hermano/a Mayor resulta esencial para presentar una candidatura

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Una de las características más usuales en el mundo de las hermandades y cofradías es que, al ser tan numerosas, siempre hay alguna en puertas de un proceso electoral. Pero, ¿qué importancia tienen las elecciones en una hermandad y qué pautas debe seguir para elegir quién será el candidato a Hermano/a Mayor? Es una de las preguntas más repetidas, porque no todo el mundo reúne las cualidades mínimas necesarias para dirigir una hermandad, aunque cumpla los requisitos formales que determinen, en su caso, las Reglas. No basta con ser muy antiguo en la hermandad, tener mucha devoción a los titulares o ser alguien de gran relevancia.

Supone un honor para un cofrade llegar al más alto cargo en una Cofradía y el nombramiento de un Hermano/a Mayor surge por cumplir las normas establecidas en el Estatuto de la Cofradías. Celebrar elecciones en el momento preciso, recibir el visto bueno del capellán o consiliario y la debida autorización, así como la aprobación del Obispado, es esencial. Pero, ¿se conocen los requisitos previos a esto para ser Hermano/a Mayor?

Según el Estatuto Marco Diocesano de Hermandades y Cofradías de la diócesis de Córdoba, concretamente el artículo 15 del mismo, “cada cuatro años se celebrará Asamblea General de elecciones, que deberá convocarse al menos con un mes de antelación” y podrán presentarse a esta elección todos los hermanos que lo deseen y que cumplan los requisitos que se exigen para ser miembro de la Junta de Gobierno y ser avalada la candidatura por diez hermanos con plenos derechos como mínimo.

Entre esos requisitos se encuentran “ser miembro con plenos derechos de la Hermandad del que conste que servirá a la misma con adecuada capacidad y con sentido cristiano y eclesial”, así como “no ejercer cargo de dirección en partido político o asociaciones análogas o de autoridad política ejecutiva nacional, autonómica, provincial o local”.

A diferencia con los miembros de una Junta de Gobierno, el Hermano/a Mayor sí podrá ser elegido por un periodo de cuatro años y ser reelegido otros cuatros años más de forma consecutiva. Los que integran la Junta, no pueden ser reelegidos en los mismos cargos más de una vez sucesiva.

Si se da el caso de que sea más de un candidato quien ostente al cargo de Hermano Mayor, en caso de haber empate en el resultado de la votación, será Hermano/a Mayor aquel que tenga una mayor antigüedad ininterrumpida en la Hermandad. Si en esta se produce un nuevo empate, obtendrá el puesto el candidato de mayor edad.

Otras notas importantes

Cada hermandad, necesita de un Hermano/a Mayor con unas características determinadas, según en el momento en el que se encuentre. Entre ellas, resulta fundamental que la persona tenga conocimientos básicos de organización, de trabajo en equipo, control presupuestario y planificación estratégica, así como una visión de futuro innovadora, que sea capaz de distinguir entre lo permanente, lo que es “tradición” en la hermandad y esencia de la misma, de lo que se ha quedado obsoleto. Igualmente, ser capaz de tomas las decisiones oportunas y tener una formación doctrinal suficiente para dirigir una Asociación Pública de Fieles de la Iglesia Católica.

Cabe destacar además la ejemplariedad, ya que un Hermano/a Mayor no se circunscribe al ámbito exclusivamente cofrade, sino que abarca toda su vida. Debe ser el espejo en el que miren todos los hermanos y su formación ha de ser permanente.

Asimismo, es necesaria la responsabilidad y la humildad para asumir el cargo. En relación con las funciones, derechos y obligaciones de un Hermano/a Mayor, es necesario que la persona tenga conciencia de su obligación a participar en los actos que organiza la Cofradía, a fomentar el culto en honor a sus Sagrados Titulares, a promover todos los fines de la Hermandad y cuidar de su cumplimiento, a apoyar a los hermanos para que se formen en el apostolado propio de los laicos, a cuidar de la Cofradía en sus actuaciones, a colaborar con la parroquia y la Diócesis y a convocar en tiempo y hora a su Junta de Gobierno.

En definitiva, el Hermano/a Mayor tiene el privilegio de poder gestionar las Hermandades durante un periodo de tiempo, sirviendo con lealtad y siendo el primer cumplidor de las normas de la Hermandad y Cofradía.

La entrada ¿Quién puede ser Hermano/a Mayor? apareció primero en Diócesis de Córdoba. Ver este artículo en la web de la diócesis

Colecta por los Santos Lugares el Viernes Santo

0

La Archidiócesis de Granada se suma a esta Colecta promovida por la Santa Sede.

Un año más, en el Viernes Santo la Iglesia dirige también su mirada hacia los cristianos de Tierra Santa, donde nació, murió y resucitó Jesucristo, y cuya presencia encuentra dificultades. Ese día la Colecta en las celebraciones litúrgicas en todas las parroquias del mundo van dirigidas a sostener a estos hermanos en la tierra de Jesús. También será así en nuestra Archidiócesis de Granada, en comunión con la Iglesia universal.

“En torno a esos lugares han surgido iniciativas de gran valor pastoral: parroquias, escuelas, hospitales, casas para ancianos, centros de asistencia para migrantes, desplazados y refugiados”, recuerda el prefecto del Dicasterio Pro Eclesiis Orientalibus, cardenal Claudio Gugerotti, en su carta dirigida a los obispos de todo el mundo para promover esta Colecta en sus diócesis sobre el bien que hacen los fondos aportados por los fieles para este fin.

Esta Colecta para los Santos Lugares fue instituida por san Pablo VI y se celebra una vez al año en Viernes Santo. “Este año la Colecta se ha convertido en un recurso imprescindible: después de la pandemia, de la casi completa interrupción de las peregrinaciones y de las pequeñas actividades creadas, sobre todo por los cristianos”, explica.

SOSTENER A LAS COMUNIDADES CRISTIANAS

“Si queremos reforzar la Tierra Santa y asegurar el contacto vivo con los Santos Lugares es necesario sostener a las comunidades cristianas que, en su variedad, ofrezcan al Dios-con-nosotros una perenne alabanza, también en nuestro nombre. Pero para que esto llegue a realizarse tenemos la absoluta necesidad del don generoso de vuestras comunidades”, subraya el prefecto.

“La Tierra Santa, los Lugares Santos, el Pueblo de Dios son vuestra familia, porque son patrimonio de todos nosotros”, indica, al mismo tiempo que pide a los obispos de todo el mundo “que sintáis la Colecta como una de vuestras prioridades pastorales”, ya que “aquí está en juego la supervivencia de esta nuestra preciosa presencia, que se remonta directamente a los tiempos de Jesús”. 

The post Colecta por los Santos Lugares el Viernes Santo first appeared on Archidiócesis de Granada.

Ver este artículo en la web de la diócesis

Priego celebra un Vía Crucis infantil interparroquial

0

Más de 200 niños de catequesis participaron en esta jornada procedentes de las tres parroquias de la localidad

Priego de Córdoba vivió el pasado martes, 8 de abril, una intensa jornada de oración y convivencia con los más jóvenes de la localidad. Más de 200 niños de las catequesis de pre-comunión, comunión y post-comunión de las tres parroquias de Priego -Trinidad, Carmen y Asunción-, junto con sus catequistas y familiares, realizaron el tradicional Vía Crucis.

“Ya son 8 años, los que los niños imitan a los mayores subiendo desde el Carmen al Calvario, y a su llegada rezan un Vía Crucis infantil”, informa el párroco de la Asunción de Priego de Córdoba, Ángel Cristo Arroyo.

Tras el rezo, los jóvenes entraron a venerar las sagradas imágenes del Cristo de la Buena Muerte y María Stma. de los Dolores, para terminar con una merienda.

“Con esta actividad terminamos el segundo trimestre, y se convierte en un acto de comunión entre las distintas parroquias de Priego y los colegios concertados de las Angustias y de san Jose”, ha indicado Ángel Cristo al tiempo que ha pedido a los fieles prieguenses que sigan haciendo Iglesia desde los más pequeños.





















La entrada Priego celebra un Vía Crucis infantil interparroquial apareció primero en Diócesis de Córdoba. Ver este artículo en la web de la diócesis

Enlaces de interés

ODISUR
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.